domingo, 13 de agosto de 2023

La Caracas de Gómez y algunos personajes famosos

 

                       Roof Garden Caracas - Hotel Madrid - Esquina de La Torre - Plaza Bolívar

A pesar de la dictadura de Gómez, también conocido como el Benemérito entre sus admiradores y como el Bagre por parte de sus detractores, en la Caracas de aquellos tiempos se vivió una especie de Belle Époque. Muchos eran los sitios donde la gente chic de la capital se congregaba, aunque el mayor polo de atracción estaba en el centro de la ciudad. Fue una época de grandes contrastes, durante la cual existió mucha pobreza y las cárceles se llenaron de presos, mientras que otros disfrutaban de la vida loca. Varios personajes famosos y sus anécdotas marcaron estos tiempos.

La Rotunda

A seis cuadras de la Plaza Bolívar, hacia el sur, en la Parroquia Santa Teresa, se encontraba la tristemente célebre cárcel La Rotunda. Este presidio también vivió su macabro esplendor en la época de Gómez, en los mismos tiempos en que gente se divertía asistiendo a las retretas de la Plaza Bolívar y bailando o alternando socialmente en los bares y salones del centro de la ciudad.

                                                      Calabozos de La Rotunda

En La Rotunda los presos morían envenenados, o a consecuencia de las espantosas torturas. Muchos estaban encarcelados simplemente por venganzas personales de los que ostentaban el poder. Las chinches y las cucarachas, amén de algunos escorpiones, eran sus habituales compañeros de celdas, y los horrorosos gritos nocturnos de los presos sometidos a los suplicios constituían una perenne pesadilla.

La Rotunda estaba situada entre las esquinas de Hospital y Cárcel. La primera tomó su nombre del Hospital de Caridad para hombres que quedaba al norte, mientras que la segunda –al sur- se comenzó a llamar así por el penal. Pero antiguamente también era conocida como Esquina de la Cárcel la que está al norte de la Casa Amarilla en la Plaza Bolívar, hoy Esquina Principal.

El Hospital de Caridad para hombres se ubicó en lo que antes era un edificio municipal, anexo al Cuartel de las Milicias, entre las actuales esquinas de Hospital a Hoyo. Este nosocomio comenzó a funcionar en el año 1841. Para esa fecha contaba con 30 camas y aún faltaba por construir el área de los locos. Posteriormente, en 1891, todos los pacientes fueron trasladados al Hospital Vargas de Caracas.

También en el año 1841 se decretó la construcción de un penal moderno para la ciudad, que inicialmente iba a ser erigido en los terrenos contiguos al Cuartel San Carlos, el cual se ubica frente el Panteón Nacional, hacia el oeste. Pero en 1843 se decide edificar el presidio entre las actuales esquinas de Hospital y Cárcel. En 1854 La Rotunda recibe los primeros 150 presos, provenientes de la vieja cárcel de San Jacinto, que se localizaba al sur de la plaza del mismo nombre, donde antes estuvo el convento de los hermanos dominicos.

La construcción de la Cárcel Pública, que fue su nombre inicial antes de tomar la denominación de La Rotunda, se llevó a cabo entre los años 1844 y 1854. Comienza con Carlos Soublette y finaliza con José Gregorio Monagas. Posteriormente, en 1881, bajo la primera presidencia de Antonio Guzmán Blanco, se levanta una segunda Rotunda, denominada Rotunda Nueva o Rotunda Norte, que se comunicaba con la primera a través de angostos pasadizos.

La Rotunda ocupaba 1.100 m² en total. Fue derrumbada en el año 1936, una vez que Juan Vicente Gómez muere en 1935 y Eleazar López Contreras asume la presidencia. Entonces se construye la Plaza de La Concordia. Pero esta plaza que diseñó el arquitecto Carlos Villanueva (1900-1975) no es la misma que vemos hoy día, ya que cuando Diego Arria (1938) fue gobernador del Distrito Federal en el período 1974-1977 la demolió totalmente.


Antigua Plaza La Concordia 

El espacio original era mucho más grande. De estilo neoclásico, limitaba con las esquinas Hospital al noroeste, Hoyo al noreste, Cárcel al suroeste y Castán al sureste. Pero el Gobernador tomó toda el área del este y construyó un centro comercial y un edificio de viviendas, además de un estacionamiento subterráneo. También eliminó todas las áreas verdes y el pabellón circular con columnas dóricas que estaba ubicado en el centro de la plaza.

Nereo Pacheco

A pesar de que sólo fue cabo de prisiones durante el período 1913-1920, Nereo Pacheco (1866-1941), nacido en Guarenas, es el represor más famoso de La Rotunda. Peluquero de profesión, este personaje era un reo común que esperaba por el veredicto de un juicio, el cual se le seguía por haber asesinado a su concubina. Lo nombraron alcalde de la cárcel a cambio de que torturara a los reclusos y los fuera liquidando de a poco, poniéndoles arsénico y vidrio molido en las comidas.


Nereo Pacheco

Le habían prometido que, si la sentencia no le era favorable, le darían dinero y lo enviarían con otro nombre a Trinidad o Curazao, por lo cual Nereo se preocupaba de que su trabajo fuera impecable, además de que lo disfrutaba. Sabía tocar el arpa y acostumbraba a dar conciertos de joropo cuando un preso salía de La Rotunda enrollado en la cortina de su celda. Lo llevaban al Hospital Vargas y allí los médicos afectos al régimen certificaban que había fallecido mientras era atendido.

Pero sucedió que uno de los presos, llamado Rafael Ricardo Revenga, al que Nereo había maltratado como a los demás, se emparentó con los Gómez y quedó libre. Una dama de su entorno familiar contrajo matrimonio con uno de los hijos de Juan Vicente Gómez. Un buen día de finales de marzo de 1920, vinieron a buscar a Nereo y se lo llevaron para el Castillo Libertador de Puerto Cabello, donde se le acabó el joropo y pagó condena hasta 1926.

Posteriormente regresó a Caracas y al parecer vivió tranquilo hasta la muerte del Benemérito, cuando se le acusó por los crímenes cometidos y, después de un juicio, fue enviado a la Cárcel del Obispo en diciembre de 1936. Cuentan que al ser detenido lloró, pataleó y hasta se orinó en los pantalones, lo cual certifica que los torturadores son los máximos cobardes cuando les llega su hora.

Nereo murió en el Hospital Vargas el 15 de septiembre de 1942, a causa de diabetes. Al día siguiente se inauguraba el diario Últimas Noticias, fundado por Francisco José (Kotepa) Delgado (1907-1998). Kotepa fue un destacado político, escritor y humorista, representante de la Generación del 28, quien estuvo preso en La Rotunda y en el Castillo Libertador de Puerto Cabello. El periódico se inició en una casa alquilada, que se ubicaba entre las esquinas Ibarra y Pelota.

El 16 de septiembre se supo que Nereo Pacheco había fallecido. Últimas Noticias envió a sus reporteros, pero no los dejaron pasar para fotografiar al torturador. Entonces a Kotepa se le ocurrió la idea de que el ilustrador del diario se hiciera pasar por familiar del difunto y lo dibujara disimuladamente, por lo cual en el periódico apareció la noticia con el respectivo retrato. 

Eloy Tarazona

Otro de los personajes conocidos de la época fue Eloy Tarazona (1880-1953), apodado el Indio por su tez morena y ojos achinados. La anécdota más increíble que se puede contar sobre Tarazona es acerca de su muerte, que sucedió en la Cárcel del Obispo, ya en tiempos de Pérez Jiménez. La historia de este penal, que estuvo ubicado en  la parte alta del barrio El Guarataro, aunque no es muy conocida está llena de cuentos muy curiosos.


Juan Vicente Gómez y Eloy Tarazona 

Tarazona nació en Colombia y desde los tiempos en los que Gómez vivía en La Mulera se convirtió en su guardaespaldas. Cuentan que fue el hombre que recibió la mayor confianza del Benemérito durante toda la vida, que dormía en la puerta del cuarto del dictador y que probaba su comida para prevenir un envenenamiento. Otra parte de la historia del Indio es su participación en las torturas de La Rotunda, según contaban los presos.

Al fallecer  Gómez y ser elegido Eleazar López Contreras como sustituto, éste se entera de que uno de los primos del Benemérito, llamado Eustoquio Gómez, y Eloy Tarazona, estaban en un complot para eliminarlo y tomar el poder. Apresa al Indio y Eustoquio muere al poco tiempo en extrañas circunstancias. Posteriormente Tarazona es expulsado a Colombia y se le expropian todos sus bienes, que eran cuantiosos.

Cuando Pérez Jiménez se convierte en mandatario, el Indio vuelve al país convencido de que puede recuperar sus propiedades, lo cual es alentado por el gobierno de Venezuela. Pero al llegar lo detienen y lo someten a terribles torturas en la Cárcel El Obispo. Desde la muerte de Gómez circulaba el rumor de que existía un tesoro con esmeraldas, oro y morocotas, que Tarazona había enterrado por órdenes del dictador.

En las sesiones de tortura Eloy había dado diferentes direcciones y se había excavado sin suerte en diversos lugares del Parque Nacional Henry Pittier, que para aquellos tiempos se llamaba Rancho Grande. Sucedió que en esta época vino a Venezuela el mentalista, clarividente y experto en hipnosis español Fassman, quien se presentó en el Teatro Nacional de Caracas. Las crónicas dicen que fue en el otoño de 1953, por lo que debe haber sucedido entre los meses de septiembre y octubre.

Fassman fue contratado por el gobierno de Pérez Jiménez para someter al Indio a hipnosis y que así confesara dónde estaban los baúles con las morocotas. Pero Eloy decía que el espíritu de Gómez le impedía develar el secreto. A finales de 1953 Tarazona enloqueció y murió ese mismo año de inanición. No se sabe si porque se negó a alimentarse o porque le suspendieron la comida. El tesoro nunca apareció, por lo que es posible que siga escondido en algún lugar de la geografía venezolana. 

Juan Crisóstomo Gómez

Mejor conocido como Don Juancho o Juanchito, Juan Crisóstomo Gómez (1860-1923) hermano del Benemérito, era el gobernador del Distrito Federal desde 1915. En 1922 además fue designado Primer Vicepresidente, mientras que la segunda Vicepresidencia estaba ocupada por José Vicente Gómez Bello, también llamado Vicentico, hijo de Juan Vicente Gómez con Dionisia, su primera pareja.


Juan Crisóstomo Gómez 


De acuerdo al censo de 1920, el Distrito Federal contaba con 107.236 habitantes. Esta entidad estaba conformada por los municipios Libertador y Vargas. El Municipio Libertador comprendía las parroquias: Catedral, Altagracia, La Candelaria, La Pastora, San José, San Juan, Santa Rosalía y Santa Teresa, además de las foráneas: El Recreo, El Valle, Macarao y Antímano. Por su parte, el Municipio Vargas estaba dividido en tres parroquias: La Guaira, Maiquetía y Macuto.

Cuentan que el Gobernador era diferente al resto de los Gómez, ya que estaba interesado en otros asuntos, aunque dicen que en muchos casos indicaba a quien debían a torturar, según la rabia que le tuviera. Ciertamente Juanchito estaba más pendiente de ir a la moda, con trajes finos europeos y perfume francés. Le gustaba acudir a las mesas de las familias aristocráticas que lo adulaban, así como asistir a las tertulias, óperas y obras de teatro con sus amigos.

Don Juancho amaneció el 1 de julio de 1923 asesinado de múltiples puñaladas en su habitación del Palacio de Miraflores, que como es de imaginar estaba fuertemente custodiado.  Sin lugar a dudas, el homicida debía ser una persona muy cercana, que tuviera acceso y confianza. Este crimen se convirtió en un gran misterio y nunca se supo la causa, ni qué fue exactamente lo sucedido.  Extrañamente nadie vio ni escuchó nada.  

Dicen las fuentes que el hecho se detectó cuando los empleados de servicio echaron de menos que Juancho no se levantara, como siempre de madrugada, y acudiera a la cocina a tomarse su café. Al ir a su habitación encontraron que la puerta estaba cerrada, cosa que tampoco era habitual. Entonces le avisaron a Tarazona que abrió la puerta y se encontró con la dantesca escena. Al Indio le tocó informar de la noticia a Juan Vicente Gómez.

El dictador, apenas se enteró de lo ocurrido, ordenó enterrar a Juancho sin permitir una autopsia. Se hizo una ceremonia en el Salón Sol del Perú de Miraflores, que está muy cerca de la habitación donde dormía Juancho, y luego se pasó a la inhumación en el Cementerio General del Sur. Acto seguido comenzaron las torturas más atroces. Muchos militares que esa noche tenían guardia, y civiles que estaban de servicio, fueron asesinados para que no hablaran.

Históricamente se han manejado varias hipótesis acerca de este magnicidio: causas pasionales, motivos políticos, venganza, o una mezcla de las anteriores lo que parece ser más cierto. Desde el año 1921, cuando Gómez se enfermó de la próstata, había muchas discusiones acerca de quién sería el sucesor, lo cual dividió a la familia. Unos apoyaban a Juancho y otros a José Vicente.

Por otra parte, Juanchito había impedido el casamiento de una hija de Dionisia -la primera pareja de Gómez- concebida en un matrimonio anterior. La novia, que ya contaba con algunos años, se iba a desposar con un primo de los Gómez. Cuando el prometido rompió la relación a consecuencia de la cizaña que le sembró Juancho, la mujer se suicidó, ante lo cual la madre juró venganza.

Cuentan que esa noche el Gobernador había asistido a una función en el teatro Olimpia, acompañado de su amigo y supuestamente amante Vito Modesto Franklin, quien al parecer pasaba bastante tiempo en su habitación de Miraflores. Algunos afirman que a Juanchito le atraía Vito por lo extravagante e irreverente y le encantaba aparecer en todos los lugares públicos con él. No se sabe si Juancho estaba al tanto de lo que la gente murmuraba.

Según se supo, el autor material del homicidio fue un joven oficial llamado Isidro Barrientos, quien ocupaba el cargo de Capitán de la Guardia de Miraflores. Se piensa que Isidro había sido amante de Juancho y fue desplazado. También están los que afirman que Isidro y Juancho no fueron amantes sino rivales, y que el segundo le había quitado el marido al primero, aunque se desconoce quién puede haber sido la manzana de la discordia.

A Isidro lo torturaron salvajemente, hasta que declaró que él había matado al Gobernador, por lo cual existen dudas sobre si realmente cometió el delito. Luego lo enviaron a La Rotunda y más tarde lo sacaron para ajusticiarlo. Poco tiempo después el Benemérito destituyó a su hijo mayor, quien era el segundo Vicepresidente, y a Dionisia la expulsó del país enviándola a Francia. Dicen que Barrientos en sus confesiones aseguró que había sido incitado al crimen por estas dos personas.

Vito Modesto Franklin Montes

Vito Modesto Franklin, mejor conocido como Duque de Rocanegras, fue un famosísimo personaje de la década de 1920. Era habitué de la Plaza Bolívar, donde todos los días acudía después de las diez de la mañana, cuando salía de su casa ubicada en la Esquina de Glorieta. Vito era la elegancia personificada. Vestía traje de levita de diversos colores, guantes, corbata de seda, sombrero de copa y en las noches de gala llevaba una rosa en el ojal.

Vito Modesto Franklin - Duque de Rocanegras


Además usaba peluca y se maquillaba el rostro con polvo de arroz. Por esta época ya rondaba los sesenta años aunque aparentaba cuarenta. Su parecido con Oscar Wilde era notorio. De este dandy caraqueño proviene  el vocablo vitoquear, que quiere decir presumir o arreglarse en demasía. Mucho se hablaba sobre Vito, quien tenía una historia algo turbia y además, según se murmuraba, era el amante del Gobernador del Distrito Federal, hermano de Juan Vicente Gómez.  

Ciertamente Juancho y Vito eran vistos juntos con frecuencia. El Duque ostentaba joyas costosas, tenía un carro último modelo y se compró el teatro Olimpia, el cual quedaba de Reducto a Glorieta muy cerca de su residencia. Este hecho llamaba especialmente la atención, porque Vito procedía de una familia muy humilde y sólo se había desempeñado como caletero del Puerto de La Guaira, ciudad donde nació en el año 1860.

Desde muy joven solía frecuentar los bajos fondos, sobre todo los lupanares y sitios de juego de un barrio cercano al puerto. Debido a un grave incidente en uno de estos locales de mala muerte, estuvo preso por tres años en la cárcel de Maiquetía. Posteriormente logró viajar a Europa y regresó ya sobre los años de 1920 haciendo gala de un refinado vocabulario, al que había incorporado palabras en inglés, francés e italiano.    

Según cuentan, el título nobiliario le fue otorgado en unos carnavales, cuando el humorista satírico Leoncio Martínez (Leo) del periódico Fantoche, tuvo la idea de darle el nombramiento. Por su teatro pasaron reconocidas estrellas femeninas del cuplé a las que solía cortejar, ya que al parecer Vito no era gay, sino que aprovechaba sus encantos como fuente de ingresos. El teatro Olimpia además recibió a ilustres visitantes, entre ellos Enrique de Borbón, primo del rey Alfonso XIII de España.

Este último retó a Vito a un duelo, debido a un impasse relacionado con la cantante Carmen Flores. Se citaron en El Calvario pero al final Enrique no apareció. Al evento acudió media Caracas y, ante la inasistencia del Borbón, el Duque de Rocanegras fue cargado en hombros hasta la Plaza Bolívar. En 1930 Vito sufrió un terrible percance y perdió una pierna, para morir ocho años después  

El tren Caracas-La Guaira

El ferrocarril partía de la estación Caño Amarillo y llegaba a la que estaba muy cerca del puerto de La Guaira. El sistema fue inaugurado el 25 de julio de 1883 por Antonio Guzmán Blanco (1829-1899) para celebrar el centenario del natalicio de Simón Bolívar. Al año siguiente Joaquín Crespo (1841-1898) se compró buena parte de los terrenos aledaños y construyó su casa, la cual se llama Villa Santa Inés y actualmente es Patrimonio Cultural de Caracas.


Ferrocarril Caracas-La Guaira 

El tren era a vapor y recorría 37 kilómetros en aproximadamente dos horas. Posteriormente, cuando en 1927 se inaugura el nuevo ferrocarril que funcionaba con electricidad, el viaje se reduce a 75 minutos. Este medio de transporte estuvo funcionando hasta 1951, ya que un fenómeno meteorológico parecido a la Tragedia de Vargas del año 1999 destruyó el tendido eléctrico.

El evento tuvo lugar entre los días 15 y 17 de febrero de 1951. En esa oportunidad el río Naiguatá se desbordó llevándose al mar numerosas casas y vidas. El gobierno de Germán Suárez Flamerich, que era un simulacro y estaba realmente dirigido por Marcos Pérez Jiménez, no tuvo interés en recuperarlo. Para esa época ya estaban construyendo la Autopista Caracas-La Guaira que fue inaugurada el 2 de diciembre de 1953.

Antes de 1883, el trayecto desde La Guaira a Caracas se cubría en doce horas. Se usaban carros tirados por caballos, los cuales eran conocidos como Coches Delfino por el nombre de su dueño. La entrada a Caracas se hacía por el Camino de Catia, que luego se convirtió en la Avenida Sucre. Los  pasajeros salían del Hotel Neptuno, ubicado en la subida del barrio Muchinga, diagonal a la Casa Guipuzcoana de La  Guaira, y llegaban al Hotel La France, en la Esquina de La Bolsa, muy cerca de la Plaza Bolívar de Caracas.

El barrio Muchinga era la típica zona portuaria llena de casas de juegos y burdeles, que se alimentaban de los marineros y caleteros buscando diversión. Los habitantes de Muchinga permanecieron por generaciones y generaciones en estas calles estrechas y empinadas, al pie del Ávila y frente al mar, hasta que el barrio fue clausurado en 1949. Subiendo el cerro se accede al Camino de los Españoles, que comienza a partir del Castillo San Carlos y llega hasta Puerta Caracas en La Pastora.  

En Muchinga se ambientó el film La Balandra Isabel llegó esta tarde, inspirada en la novela de Guillermo Meneses (1911-1978), quien fuera esposo de Sofía Imber. La película se estrenó en 1950 y al año siguiente ganó un premio Cannes a la mejor fotografía. En el barrio Muchinga también se filmaron otros largometrajes, aunque menos reconocidos. Recientemente en este lugar se han descubierto antiguas bóvedas enterradas, cuando se estaba excavando para construir una plaza.

Balneario Macuto

El Balneario Macuto se inaugura el 10 de febrero de 1877, algunos años antes de que existiera el tren. Antonio Guzmán Blanco, impresionado con las modas europeas, quiso tener su Biarritz venezolano, que es como muchos empezaron a llamar a los baños de Macuto. Posteriormente lo reinaugura el 25 de enero de 1885. Como medida de decoro, se hicieron dos playas que estaban divididas por un muro de piedra: una para mujeres y otra para hombres.

Cerca de Macuto, Guzmán Blanco se compró un gran lote de terreno y construyó La Guzmania como casa de vacaciones, la cual le dio nombre a la urbanización. Mucha gente importante no se quiso quedar atrás y también levantó su mansión en la zona. Entre ellos Joaquín Crespo, que erigió La Crespera como regalo para su esposa Jacinta. Esta lujosa mansión actualmente es una escuela de música pero está sumamente deteriorada, aunque corrió con mejor suerte que La Guzmania, casi destruida por la crecida del río Macuto en 1999.

La Crespera - Macuto

En la época de Gómez, Macuto fue un exclusivo lugar de veraneo donde acudía la crema y nata de la sociedad caraqueña. El Benemérito se compró la Crespera y La Guzmania, además de que se hizo otras dos casas, llamadas La Azuleja y Quinta 13, una contigua a la otra. Estas últimas se ubican en el sector de Las Quince Letras y dicen que fueron saqueadas al caer la dictadura. A partir de 1951 ambas funcionaron como sede de la Escuela Náutica y posteriormente del Instituto Universitario de la Marina Mercante.

Pero la gran obra de Juan Vicente Gómez fue el Hotel Miramar, una joya histórica hoy totalmente abandonada.  Este hotel fue diseñado por el arquitecto Alejandro Chataing, quien ganó la licitación con el seudónimo de Miramar. Inaugurado en 1928, fue el primer hotel de lujo del litoral. Tenía piscinas, canchas, un ascensor que fue toda una novedad para la época, parques, terrazas con mesas y vista al mar, casino y hasta un grupo musical privado llamado The Famous Billys Orchestra.  


Hotel Miramar - Macuto 

Gómez adoraba Macuto y cuando no estaba en Maracay o en la capital pasaba temporadas en algunas de sus casas o en el Hotel Miramar. Se comentaba que la brisa del litoral le cambiaba el carácter y muchas mujeres acudían a pedir clemencia para sus hijos o maridos presos. Entre ellas la esposa de Román Delgado Chalbaud, que de paso era su comadre. Pero Gómez no perdonaba una traición y dijo que Chalbaud sería el último en salir de La Rotunda.   

Todo el mundo viajaba en tren, ya que el primer carro llegó a Venezuela en 1904 y para el año 1919 apenas había seiscientos vehículos en toda Caracas. Las familias generalmente se alojaban en las pensiones de primera categoría atendidas por sus propios dueños. Eran construcciones coloniales que se ubicaban a lo largo del Paseo Macuto, el cual estaba lleno de mesas y permanecía amenizado con música y gente consumiendo hasta altas horas de la noche.

A principios de agosto de 1948, un torrencial aguacero que duró varios días, y la crecida del río Macuto, destruyeron el balneario y las casas, arrastrando también a la gente hacia el mar. Posteriormente, a partir de los años cincuenta, comenzaron a aparecer clubes privados de playas y hoteles de lujo hacia los lados de Caraballeda, lo que hizo perder el interés en rescatar el Balneario Macuto.   

Hipódromo El Paraíso

Otro de los distinguidos lugares de la época fue el Hipódromo El Paraíso, donde no sólo se iba a ver las carreras de caballos o apostar, sino que además contaba con un lujoso local, llamado el Pabellón de El Paraíso. En este gran salón se hacían grandes bailes y se presentaban los artistas internacionales más renombrados, además de tener fama por sus exquisitos platos y contar con dos reconocidos grupos musicales cuyos nombres eran Las Estrellas Melódicas y Ralph and His Orchestra.


Pabellón del Hipódromo El Paraíso

Juan Vicente Gómez era asiduo visitante y entusiasta de las carreras de caballos, así como también en el mencionado local se realizaban los grandes eventos oficiales. El Pabellón del Hipódromo fue construido a instancias del Benemérito a principios de la década de 1930. Desde el año 1910 el dictador se había apropiado del negocio de las carreras, donde además participaban los caballos criados en su hacienda de Maracay.

El famoso salón de fiestas estaba donde hoy se encuentra el liceo Edoardo Crema, que anteriormente fue el Liceo Aplicación, muy cerca del Instituto Pedagógico de la Avenida Páez de El Paraíso. En cuanto al hipódromo, ocupaba el espacio que actualmente corresponde al Parque Naciones Unidas. Este estadio de carreras fue construido sobre los terrenos de una hacienda llamada El Paraíso e inaugurado el 8 de febrero de 1908, cuando Cipriano Castro aún gobernaba el país.  

La urbanización de El Paraíso comienza a desarrollarse con Castro, que en 1903 construye la mansión Villa Zoila en honor a su esposa, la cual en la actualidad es un museo militar. El hipódromo de El Paraíso dejó de funcionar en 1959, al inaugurarse La Rinconada. Anteriormente, desde 1896 hasta 1900, había existido el Hipódromo de Sabana Grande en la urbanización Las Delicias, estrenado en la presidencia de Joaquín Crespo quien era un apasionado de la hípica.

El Hipódromo de Sabana Grande abarcaba una gran extensión. Sólo la pista tenía 1.250 metros de largo que iban de norte a sur, por lo que gran parte de las casas y edificios que fueron construidos posteriormente están sobre este terreno. Dicen que las caballerizas se ubicaban frente a la Iglesia El Recreo.  En aquellos tiempos Sabana Grande era un lugar bastante alejado de Caracas, al que se llegaba en el tren que salía de la Estación Quebrada Honda, ubicada donde está la actual Mezquita.

Es ferrocarril finalizaba su recorrido en los Valles del Tuy, pasando por Petare. En el tramo de Sabana Grande circulaba por la Calle de La Línea, que actualmente es la Avenida Libertador. Paraba en muchas estaciones. Una donde mucha gente se bajaba era en Los Dos Caminos, porque allí estaba la Panadería Sucre, fundada en 1912, famosa por sus golfeados. Gómez la visitó personalmente para comprobar si de verdad eran tan deliciosos, quedando gratamente sorprendido.

El centro de Caracas

Aunque las clases privilegiadas tenían muchas opciones para divertirse, la vida social se concentraba en el centro de Caracas. Tanto mujeres como hombres iban siempre elegantemente vestidos, ya fuera para asistir a las retretas de los jueves y los domingos o acudir a los bailes. Ir al teatro exigía una etiqueta especial: los caballeros usaban smoking de color oscuro, mientras que las damas seguían la moda europea y se engalanaban con plumas y largos collares de perlas.    

La Plaza Bolívar y sus contornos eran muy concurridos. En los alrededores existieron famosos hoteles tales como el Klindt, situado en la acera norte frente a la plaza y para cuyos huéspedes se reservaba el último vagón del tren Caracas-La Guaira. Este hotel ocupaba buena parte de la cuadra. Tenía un patio central lleno de plantas y tres pisos con hermosas escaleras. Fue demolido en 1967 y el terreno se convirtió en un estacionamiento para funcionarios del gobierno, lo cual se mantiene hasta el sol de hoy.


Hotel Klindt - Plaza Bolívar - Caracas 

También el Majestic es inolvidable. Estaba ubicado frente al Teatro Municipal y fue donde se alojó Gardel cuando vino a Caracas en 1935. En el Majestic trabajó Aquiles Nazoa como botones y Aldemaro Romero tocó el piano. El hotel poseía cinco pisos y cuando se inauguró en 1930 era uno de los edificios más altos de Caracas. Fue demolido en el año 1949 para permitir las construcciones del Centro Simón Bolívar.


Hotel Majestic Caracas 

Otro de los lugares favoritos del público era La Atarraya, que quedaba en la plaza San Jacinto y existió como restaurante hasta el año 2018 cuando fue expropiado por la Alcaldía de Caracas. También estaba el Bar Iberia, que se situaba en la esquina de La Torre, diagonal a la Catedral, donde tocaba un reconocido conjunto musical, llamado Los Cañoneros de Caracas, que amenizaba el local desde que abría. Este grupo, además, llevaba serenatas a los vecinos cuando alguno estaba de cumpleaños o tenía cualquier otra celebración en su casa. 


Restaurante La Atarraya - Plaza San Jacinto - Caracas 

En esta misma esquina de La Torre, frente a la Catedral hacia el norte, se puede apreciar un edificio que se ha mantenido intacto. Aquí existió un hotel, llamado Madrid, donde estaba la famosísima sala de baile Roof Garden, la cual abría a las 9:00 p.m. y cerraba a las 4:00 a.m. En este local estuvo tocando la banda Mingo And His Wopee Kids hasta el año 1937 y posteriormente Luis Frómeta con el grupo Billo´s Happy Boys.

Otro lugar muy visitado era la Cervecería Strich, que se localizaba en la planta baja del Hotel Klindt, frente a la Plaza Bolívar. En este bar vendían una deliciosa cerveza artesanal que era envasada en barriles de madera. Además estaba La India, una reconocida heladería ubicada entre las esquinas de Las Gradillas y Sociedad que también servía bebidas alcohólicas, al igual que la heladería La Francia en la Esquina de Las Monjas. 

Durante muchísimos años fue una tradición reunirse en la Plaza Bolívar el 31 de diciembre a esperar el cañonazo. Éste provenía del Cuartel San Carlos y era emitido a través de una pieza de artillería pesada que llamaban La Cochina. A partir del siglo XX se produjo un cambio y el cañonazo pasó a ser responsabilidad de la Academia Militar de Venezuela en La Planicie, hoy mejor conocida como Cuartel de la Montaña.

Juan Vicente Gómez muere en diciembre de 1935 marcando el final de un largo período de dictadura. La dinámica del país cambia y comienzan a desarrollarse las urbanizaciones. Surgen los clubes privados y más tarde los centros comerciales, lo cual hace que el centro de Caracas pierda relevancia. El desarrollo destruye obras importantes y la Plaza Bolívar queda, en gran medida, únicamente para las celebraciones patrias.

viernes, 7 de julio de 2023

El magnicidio de Carlos Delgado Chalbaud

Todavía muchos pueden recordar los acontecimientos de aquel lunes 13 del mes de noviembre de 1950. Ese día ocurre un impactante magnicidio, con el asesinato del Teniente Coronel Carlos Delgado Chalbaud, Presidente de la Junta Militar de Gobierno.

Los autores materiales pagaron largas condenas. Pero nunca se aclararon las causas del homicidio ni se supo si hubo un autor intelectual. No obstante, de acuerdo a las declaraciones y a las circunstancias, las sospechas siempre recayeron sobre un individuo en particular. 

Amaneciendo el día siguiente, otra noticia estremecía al país. Rafael Simón Urbina, el cabecilla que dirigió el secuestro del Presidente, fue ultimado por la Seguridad Nacional. Según la versión oficial, intentó escapar de un vehículo que lo trasladaba a la Cárcel Modelo. 

 

 Carlos Delgado Chalbaud 1949 

  

La Junta Militar de Gobierno 

El país, que según el censo de ese mismo año contaba con un poco más de cinco millones de habitantes, estaba gobernado por una Junta conformada por los tenientes coroneles:

  • Carlos Delgado Chalbaud (1909-1950) nacido en Caracas.
  • Marcos Pérez Jiménez (1914-2001) oriundo del Táchira.
  • Luis Felipe Llovera Páez (1913-1977) nacido en Ciudad Bolívar.

El 24 de noviembre se cumplían dos años del golpe de estado al presidente Rómulo Gallegos (1884-1969), perpetrado por estos tres oficiales que conformaban el Alto Mando Militar durante su mandato. 

Carlos Delgado Chalbaud era el Ministro de la Defensa, además de ser muy cercano a Gallegos. En 1935 Rómulo lo había acogido en su casa de Barcelona (España) cuando Carlos era un joven ingeniero recién graduado. 

Dice Pérez Jiménez en el libro "Habla el General" (1983), que el golpe obedeció al descontento de las Fuerzas Armadas, lo que estaba por generar un alzamiento, así como al sectarismo y a la ineficacia del gobierno.  

Al parecer, lo que realmente sucedió fue que Pérez Jiménez se enemistó con Rómulo Betancourt. En consecuencia, le pidieron a Rómulo Gallegos que lo expulsara del país, pero lógicamente era una petición absurda que éste no podía aceptar y por tal razón lo derrocaron. 

Delgado Chalbaud no estuvo de acuerdo con la insurrección. Según Pérez Jiménez tuvieron que presionarlo: "A Delgado Chalbaud le dijimos: o usted asume la dirección del movimiento o nos veremos obligados a apartarlo".

En boca del andino, esto se podría traducir como: "Acepta o va preso". Por tal razón Delgado Chalbaud decide traicionar la confianza de Gallegos. Es nombrado Presidente de la Junta por ser el militar más relevante, pero según cuentan no era muy del agrado de los otros dos. 

Aquel año de 1950, en Caracas corría el rumor de que, al cumplirse el segundo aniversario del golpe a Gallegos, Delgado Chalbaud decretaría amnistía general. Además restituiría las garantías, para luego ir a elecciones lanzándose como candidato a la presidencia.  

También se decía que el Presidente de la Junta había pactado con Jóvito Villalba de URD, quien apoyaría su candidatura. Copei y URD eran los únicos partidos que existían, ya que Acción Democrática y el Partido Comunista habían sido proscritos. 

Perfil de Carlos Delgado Chalbaud

Conocer algunas facetas de quien fue Presidente de Venezuela por dos años, marcados por un golpe de estado y su trágica muerte, resulta interesante. Este período fue el preludio de una época que muchos de quienes lo vivieron recuerdan con nostalgia y otros con terror. 

 Niñez y juventud 

Carlos Delgado Chalbaud nació el 20 de enero, en una casa ubicada entre las esquinas de Velásquez y Santa Rosalía, en la parroquia del mismo nombre. Por cierto, a pocas cuadras de La Rotunda, donde su padre, Román Delgado Chalbaud (1882-1929), pasaría 14 años con pesados grillos.

Contaba sólo con cuatro años cuando Román, natural de Mérida y gomecista, cayó en desgracia por oponerse a la reelección de Juan Vicente Gómez (1857-1935).  Gómez también era andino y fue el padrino de Carlos por la amistad que para aquel entonces unía a Juan Vicente y a Román. 

Román ocupó importantes cargos militares y tenía mucho dinero. Había sido Comandante de la Armada Venezolana y luego fundó una empresa, llamada Compañía Anónima de Navegación, que dominaba todo el transporte fluvial y marítimo que se hacía en Venezuela. Juan Vicente Gómez era su socio. 

Según una entrevista realizada a la hermana de Carlos, cuando éste tiene 11 años emigran a París huyendo de Gómez que chantajeaba permanentemente a la madre. En 1927 se produce una amnistía general y Román sale de la cárcel para ir a reunirse con su familia. 

Pero concibe una desafortunada idea: invadir a Venezuela desde Cumaná. El plan se lleva a cabo el 11 de agosto de 1929. Román llega en el Falke a las costas orientales, con 200 hombres que ha logrado contratar en Europa y unos cuantos patriotas enemigos de Juan Vicente Gómez. 

Carlos también venía en la expedición. Para ese entonces había cumplido 20 años y afortunadamente no lo dejan desembarcar. Román Delgado Chalbaud muere en combate. Carlos, junto a otros, entre ellos José Rafael Pocaterra, levan anclas y regresan derrotados. 

Todos estos acontecimientos marcaron para siempre el carácter de Carlos Delgado Chalbaud. 

Formación y vida profesional

Carlos era un hombre muy culto. Hablaba varios idiomas, era asiduo a la buena literatura y acostumbraba a escuchar música clásica. Cuentan que su compositor favorito era Beethoven y una de sus óperas predilectas La Traviata de Giuseppe Verdi. Además, solía silbar las canciones de Édith Piaf. 

Al año siguiente de fallecer Gómez la familia vuelve a Venezuela. Carlos viene con su título de ingeniero obtenido en 1933 en París. Se presenta ante López Contreras y solicita ingresar a la Fuerzas Armadas, pero el presidente le otorga una beca para que regrese a Francia y curse estudios militares.

Llega nuevamente en 1940 e ingresa al ejército como capitán asimilado en Ingeniería Militar. Por su acento, cultura distinguida y costumbres afrancesadas, además de no haberse criado en el país, muchos militares lo miran recelosos considerándolo un extranjero. En secreto se referían a Carlos como "el paracaidista". 

Apariencia física, vida privada y familia

Gustaba de la cocina francesa y dicen que era un maestro en soufflés. Tomaba mucho café y fumaba bastante. Aparte de ser guapo, alto y de figura atlética, poseía una voz ronca que cautivaba a las damas. Se comenta que tuvo al menos tres amantes, entre ellas la famosa pintora Teresa Dagnino.  

Era delgado, rubio y muy blanco, parecido a la familia de los Velutini, de la que provenía por parte de la madre, Luisa Elena Gómez Velutini (1890-1984). Como se sabe, esta familia de origen italiano, muy ligada al sector banquero, es una de las más aristocráticas de Venezuela. 

Su esposa fue Lucía Devine (nombrada en ciertas fuentes Levine) nacida en el año 1912. Realmente se llamaba Ludbow Berliant y nadie sabe por qué se cambió el nombre. Era rumana, descendía de una familia judía y cuando se conocieron militaba en el partido comunista. Lucía y Carlos se casaron en París el 21 de febrero de 1933.


 Lucía Devine 1946 


Lucía se graduó de enfermera en Francia. No era muy querida en Venezuela y al morir Delgado Chalbaud la tildaron de loca. Se empeñó en clarificar la muerte de su marido, convirtiéndose en una pesadilla para la dictadura. 

Según escribe Rómulo Betancourt en su libro "Venezuela Política y Petróleo", editado por primera vez en 1956, a Lucía le dieron casa por cárcel y luego tuvo que exiliarse. 

Otras fuentes afirman que a Lucía no le permitieron asistir a a los funerales de su esposo a pesar de la intermediación de algunos embajadores extranjeros. Dicen que su casa estaba celosamente vigilada por la Seguridad Nacional y que se registraba a todo el que entraba o salía de ella. 

Está comprobado que se marchó a Londres con su hija, desde donde escribió una famosa carta de fecha 20/2/1954 acusando a Pérez Jiménez de ser el autor intelectual del magnicidio. Esta misiva tuvo mucha relevancia, ya que fue publicada por distintos medios internaciones. 

Lucía falleció en París en fecha desconocida. Según fuentes fidedignas se suicidó. En el libro "Habla el General" (p. 115), Marcos Pérez Jiménez menciona su muerte con palabras que dejan mucho qué pensar:

"Esta señora estaba empeñada en que Pérez Jiménez era el autor del asesinato. Por cierto, a esa señora le ocurrió lo que me había vaticinado Pedro Estrada: a lo mejor esta señora aparece muerta. Y resulta que se murió en París en un apartamento y vinieron a descubrir el cadáver diez o veinte días después por la fetidez que despedía. Murió sola. Nadie supo de su muerte".

Pedro Estrada vivía en París desde 1958, año en que el alto mando militar le exige al dictador que lo saque de Venezuela. Francia le había dado asilo para que organizara su policía política. Lo que el ex-director de la Seguridad Nacional le dice a Marcos Pérez Jiménez, conociendo al personaje, es altamente sospechoso. Curiosamente, no hay comentarios al respecto. 

Elena, la única hija de Carlos y de Lucía, nace en París en 1936, donde también se suicida en 1995. Cuando matan a Delgado Chalbaud tiene sólo 14 años. Sus restos reposan en el Cementerio General del Sur de Caracas, junto a los de su padre. Virginia Betancourt, hija de Rómulo, hizo las gestiones para traerlos ya que eran muy amigas.  

Carlos tenía otros dos hijos de una pareja anterior llamada Juliet Jorneau, una mujer militante de la derecha francesa, con quien no se casó y que según algunas fuentes también se suicidó. 

Los niños fueron dos mellizos nacidos en el año 1929, que se llamaron Carlos Román y Román Carlos. Fueron criados por Elena, la hermana de Carlos. Sus descendientes son los actuales promotores de la Fundación Delgado Chalbaud de Caracas. 

Personalidad

Sobre la personalidad de Carlos Delgado Chalbaud hay versiones, al igual que para todo este capítulo de la historia del que no se recuerda mucho. 

Dice Rómulo Betancourt que Carlos era "introvertido, tímido y temperamental". Además, afirma que no era muy ético y hace referencia al golpe del 24 de noviembre de 1948 a Gallegos. Evidentemente Betancourt habla resentido por la conducta de Delgado Chalbaud en esa fecha. 

Sigue diciendo que Carlos era muy inteligente y hábil para maniobrar estrategias. Aristócrata, incapaz de acercarse a las masas a las que "tenía alergia", sólo se rodeaba de los que pertenecían a su clase. También comenta Rómulo que, en la época previa a su muerte, Delgado Chalbaud hablaba abiertamente sobre la necesidad de ir a elecciones. 

Otras fuentes concuerdan en que padecía de una gran timidez y por esta razón detestaba las fiestas. Era de temperamento nervioso, muy sobrio y nada ostentoso. Igualmente, en línea con Rómulo, dicen que sabía salir con mucha elegancia de las situaciones difíciles, además de no estar interesado en enriquecerse y ser demócrata convencido. 

Algunos opinan que era un individuo contradictorio, como en efecto se puede verificar. Pero se debe considerar que las situaciones lo llevaron a tomar decisiones con las que probablemente no estuvo muy a gusto. Lo cierto es que su vida estuvo marcada por la desgracia, y su asesinato lo ratifica.   

Rafael Simón Urbina 

Rafael Simón Urbina dirigió la operación que acabó con la vida de Carlos Delgado Chalbaud, hecho que todavía sigue rodeado de misterio. Es un personaje legendario, que fue muy respetado por su valentía y por sus hazañas. 

Poco se ha escrito sobre Urbina, líder del famoso asalto al Cuartel Ámsterdam de Curazao. Lamentablemente su historia quedó marcada por el magnicidio del 13 de noviembre de 1950, el cual opacó toda su trayectoria revolucionaria. 

Quién fue Rafael Simón Urbina 

Urbina nació en Puerto Cumarebo, en el estado Falcón, el 28 de octubre de 1897. Era doce años mayor que Delgado Chalbaud y murió el mismo día, a manos de la Seguridad Nacional que en aquella época estaba dirigida por Jorge Maldonado Parilli. Este funcionario era mejor conocido por su segundo apellido. 


                                                                   Rafael Simón Urbina 

En la Seguridad Nacional ya existía la tortura, los ajusticiamientos y las  desapariciones forzadas. Pero nada que ver con la época de Pedro Estrada que fue quien sustituyó a Parilli en 1951, ya que este último era muy blando para el gusto del gobierno. 

Al poco tiempo de nacido, Rafael Simón queda huérfano de madre. En 1901 muere el padre, Antonio Urbina, que estaba preso en el Castillo Libertador de Puerto Cabello. Eran tiempos de dictadura y gobernaba Cipriano Castro. 

Rafael Simón pierde a su padre a los cuatros años, justamente la misma edad que tenía Carlos cuando Román Delgado Chalbaud ingresó a La Rotunda. Urbina es criado por unos tíos que eran guerrilleros y siendo casi un niño lo involucran en sus actividades 

Rafael Simón Urbina escribió un libro autobiográfico que se titula 'Victoria, dolor y tragedia' (1936). El prólogo es de Jorge Luciani, quien dice: 

"Urbina constituye el arquetipo del venezolano independiente criado bajo la tiranía, en regiones donde se rinde culto exagerado al valor personal (...) La venganza ocupa muchas veces el puesto de la justicia".

Juan Vicente Gómez asume el mando del país en 1908. Siendo muy joven, Urbina arma su grupo guerrillero y combate al ejército gomecista desde la serranía de Falcón. Por  esta razón sale muchas veces del país, huyendo o deportado. Sus principales destinos fueron Barranquilla, Santo Domingo, Costa Rica y Curazao. 

Asalto a Curazao   

En Curazao hay un grupo de comunistas exiliados, entre los más conocidos Gustavo Machado y Miguel Otero Silva que era un estudiante de apenas 21 años. Según cuenta Urbina en su libro, se pretendía que los venezolanos obreros de la Shell de Curazao participaran en un movimiento. 

El caso es que eran todos falconianos y, según Rafael Simón, sólo él era capaz de organizarlos por el respeto que le tenían. Urbina llega a la isla el 1 de junio. Allí también estaba Rómulo Betancourt, al que profesaba una gran antipatía, retribuida con creces. 

Rafael Simón diseña la estrategia y el 8 de junio un camión con 250 trabajadores de la Shell choca a propósito contra el Fuerte Ámsterdam, donde se adueñan de todas las armas. De paso apresan al gobernador Luis Alberto Fruytier y se lo llevan como rehén.

Luego en el puerto toman el Vapor Maracaibo, que era propiedad norteamericana, y se dirigen a La Vela de Coro. El 9 de junio de 1929 un grupo desembarca, pero no tienen éxito. Rafael Simón se conoce la sierra como la palma de su mano y gracias a ello logran esconderse y huir por tierra a Barranquilla. 

Posteriormente Urbina se enemista con Machado y por ende con todos los comunistas. Según narra, a él le echaron la culpa de que la intentona fracasara, pero sin embargo, ante la resonancia internacional, Machado quiso ser el héroe y llevarse los laureles. 

Esta acción tiene lugar unos meses antes de que Román Chalbaud hiciera el desembarco en Cumaná que le costó la vida. Los comunistas no veían con buenos ojos a Chalbaud, porque pensaban que sólo actuaba guiado por ansias de poder y debido a rencillas personales con Gómez. 

Vida azarosa y relación con Delgado Chalbaud 

Luego de estar exiliado en Panamá, Urbina regresa a Caracas en 1936, año siguiente de la muerte de Gómez. Al igual que Carlos Delgado Chalbaud, trabajará para el gobierno de Eleazar López Contreras y luego con el de Isaías Medina Angarita. 

Pero en 1945 sobreviene el golpe de estado a Medina Angarita, el cual fue perpetrado por Pérez Jiménez y Carlos Delgado Chalbaud, en unión de Rómulo Betancourt y su partido Acción Democrática. 

Urbina combate en defensa del gobierno de Medina. Cuando éste cae se refugia en la embajada de Haití. Más tarde se va para Santo Domingo, donde mandaba el dictador Leónidas Trujillo, enemigo de Rómulo, con la idea de planificar una invasión a Venezuela. 

En este acontecer, cuando asume Rómulo Betancourt como presidente de la Junta Cívico Militar, Rafael Simón es despojado de todas sus propiedades en Caracas. Pasados tres años, luego del golpe a Gallegos, cuando ya Román Delgado Chalbaud era presidente de la Junta Militar, Urbina vuelve 

Un personaje fundamental para la estabilidad económica de Urbina fue Antonio Aranguren (1868-1954), hombre muy rico al que Cipriano Castro le había otorgado una concesión petrolera válida por 50 años. Aranguren financió los intentos de invasiones de Urbina desde 1931 y además era su compadre. 

Algunos señalan que Aranguren también puso dinero para la expedición del Falke, pero eso no es cierto según la mejor fuente, que es el libro de Pocaterra "Memorias de un venezolano en la decadencia". El autor, aparte de ser amigo de Román y estar con él en La Rotunda, venía en el Falke. 

De acuerdo a Pocaterra, la invasión de Román Delgado Chalbaud a Cumaná fue costeada con su propio dinero. Este hecho también anula la teoría de que Rafael Simón Urbina y Carlos Delgado Chalbaud eran amigos desde años atrás a través de Aranguren. 

Jairo Bracho Palma, que hizo una profunda investigación sobre la vida de Urbina, asegura que éste no tuvo ningún contacto con Román Delgado Chalbaud y que a Carlos lo conoció personalmente en diciembre de 1948, cuando Aranguren los presentó. 

Otra tesis negada es que Carlos y Rafael Simón hayan sido compadres. Ciertamente el último de los hijos que Urbina conoció, quien nació a finales de 1949, se llama Carlos. Pero Urbina detestaba a Delgado Chalbaud y, además, el día del magnicidio en ningún momento se dirigió el uno al otro haciendo referencia a este vínculo. 

Rafael Simón reclamaba la devolución de los bienes que le habían arrebatado en el golpe de 1945 y acusaba a Carlos de no hacer nada al respecto. Al parecer, el problema radicaba en que Urbina no se ocupaba de realizar los trámites necesarios. 

Bracho Palma cuenta dos ilustrativas anécdotas acerca de la relación entre Rafael Simón y Carlos. 

Urbina hizo una gran fiesta en la casa de Aranguren de San Bernardino, con motivo del bautizo de un hijo, la cual aconteció en enero de 1949. Cuando Carlos se estaba retirando, Urbina comenzó a criticarlo en tono alto, sin importarle que hubiera mucha gente escuchando.

La otra se refiere a una discusión que ocurrió en Miraflores. Al parecer, durante una visita de Urbina, Delgado Chalbaud se exaltó y lo mandó al carajo, exigiéndole que abandonara su oficina. Dicen que Rafael Simón salió gritando a toda voz: "ese carajo me lo vas a pagar". 

Matrimonio y familia 

En uno de sus viajes a Costa Rica, Urbina conoce a una muchacha nicaragüense que sería su esposa para toda la vida y quien también resultará implicada en el asesinato de Carlos Delgado Chalbaud. Se llamaba María Isabel Caldera y tenía 18 años, lo que quiere decir que Rafael Simón le llevaba diecinueve. 

Se casaron el día 6 de febrero de 1934 y empezaron a nacer hijos para un total de diez. Cuando matan a Urbina, María Isabel estaba en avanzado estado de gravidez, según se desprende de sus propias declaraciones durante el proceso que se le siguió.  Al parecer, la criatura nació en la cárcel y fue varón. 

De acuerdo a lo que dice Bracho Palma, ella era "callada, obediente y apasionada por las venganzas", lo cual permite entender por qué se  dejó involucrar en los hechos del 13 de noviembre de 1950. Esto destrozó su vida y la de su familia, ya que abandonó la cárcel en 1958. 

Al igual que ocurrió con Lucia de Delgado Chalbaud, María Isabel de Urbina despareció de la historia después de la fatídica fecha de los asesinatos y no hay ninguna información acerca de ella. Se sabe que fue condenada a doce años y medio de prisión en la Cárcel Modelo, pero salió al caer la dictadura. 

Varios de los hijos de Rafael Simón están vivos y residen en Caracas. Casi todos llegaron a ser profesionales y ocuparon cargos importantes en prestigiosas empresas del país. Únicamente ellos y los más allegados sabrán lo que ocurrió con María Isabel después de que recobró la libertad transcurridos más de siete años. 

Apariencia y personalidad 

Según Bracho Palma, Urbina era alto y de contextura fuerte. Este autor lo describe como "soberbio, violento, vengativo y autoritario". Siempre en busca de una aventura y de un enemigo al que combatir.  

Las declaraciones de María Isabel dejan entrever que Urbina tenía mal genio. En su juicio afirma que, en varias ocasiones, había aconsejado a su marido que se retirara de la política, porque su carácter explosivo no era compatible con esa actividad. 

Bracho Palma dice que Urbina padecía de trastorno bipolar y que transitaba de la euforia a la tristeza velozmente. Asegura que en sus momentos depresivos solía pensar en el suicidio y que tenía delirios persecutorios debido a dos atentados que había sufrido.

Al parecer, con sus amigos era desprendido, dicharachero y excelente anfitrión, pero implacable con sus enemigos y rudo en el hogar. Su compadre Antonio Aranguren afirmaba que nunca le escuchó decir una mentira, y para Betancourt era homofóbico enfermizo, irritable y amargado.   

13 de noviembre de 1950

Aunque ya todo el mundo estaba al tanto de la noticia, se esperaba la comunicación oficial del gobierno. A la una de la tarde sale al aire la cadena nacional de radio, ya que no existía la televisión. Ésta se inicia en nuestro país en enero de 1953 con el canal TVN (Canal 5). Marcos Pérez Jiménez, en su carácter de Ministro de la Defensa dirige al país estas palabras:

"Cumplo con el doloroso deber de informar a la Nación que en la mañana de hoy fue cometido un hecho alevoso y criminal...".

Según declaraciones de Lucía Devine, la viuda, su esposo falleció justamente a la una de la tarde en el Hospital Militar, llamado en esa época Hospital Militar Naval Antonio José de Sucre. Delgado Chalbaud ingresó a la once de la mañana, aún con vida, luego de ser trasladado en un auto particular desde Las Mercedes.

El Hospital Militar Naval Antonio José de Sucre estaba ubicado en la Esquina de Poleo de la Parroquia Altagracia, hasta que se inauguro en 1960 el actual Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo de San Martín. La vieja sede fue demolida debido a reformas que se hicieron en la zona. 


Hospital Militar Naval Antonio José de Sucre

El 13 de noviembre de 1950 se suspendieron todas las garantías y muchos hogares fueron allanados sin tener nada que ver con el asunto. Había toque de queda y Caracas estaba tomada por las fuerzas policiales y militares, que patrullaban las calles y avenidas aterrorizando a la población con las sirenas.

La situación era especialmente crítica en Altamira, donde se ubicaba la Embajada de Nicaragua en la que Rafael Simón se había refugiado. Allí también estaban María Isabel y todos sus hijos. La embajada estaba rodeada y se exigía la entrega de Urbina, que estaba gravemente herido. Según consta en los expedientes, éste sufrió varios desmayos a consecuencia de la pérdida de sangre. 

Finalmente, Rafael Simón se pone a disposición de las autoridades un poco antes de las cuatro de la tarde, luego de que Hernán Gabaldón, quien era Prefecto de Caracas, le asegurara responder por su vida. Fue revisado por un médico y se lo llevaron a la Cárcel de El Obispo

Este penal se localizaba en el cerro del mismo nombre del Barrio El Guarataro, en la Parroquia San Juan. Se construyó en 1930 en los tiempos de Gómez, pero comenzó a  funcionar en 1936 con López Contreras luego de desaparecer La Rotunda. Posteriormente se demolió en 1959. 

Aproximadamente a las once de la noche, según las declaraciones de los funcionarios de El Obispo, se presenta una comisión de la Seguridad Nacional para trasladar a Urbina a la Cárcel Modelo. Contaron los custodios que tuvieron que sacar al reo en brazos porque no podía caminar. 

Posteriormente, cerca de las doce, Urbina es asesinado. De acuerdo a la partida de defunción, firmada por médicos del Hospital Vargas de Caracas, la causa de su muerte fue fractura de cráneo ocasionada por el proyectil de un arma de fuego. Se dijo que Urbina trató de escapar y hubo un forcejeo, lo cual es imposible dado que estaba impedido de movilizarse. 

Nadie se hubiera atrevido a cometer este homicidio sin la autorización de Marcos Pérez Jiménez, ya que Rafael Simón era el único que sabía cuál iba a ser el desenlace del secuestro. Incluso, el mismo Pérez Jiménez llegó a confesar en una entrevista que él mandó a matar a Urbina. 

Los hechos 

Unos días antes del 13 de noviembre llega, procedente del Estado Falcón, un grupo de veinte hombres. Se hospedan en el piso alto de la quinta Luzant, en la calle Santa María de la urbanización El Bosque, donde vivía Rafael Simón Urbina. 

Esta casa era de Antonio Aranguren y todavía existe. Está totalmente abandonada y vale la pena verla antes de que la derrumben. Queda a pocos metros del Asia Gourmet Market. 


La casa abandonada de El Bosque

El lunes 13 de noviembre, día señalado para el plan, amanecen todos borrachos y se dirigen a realizar la hazaña que luego los llevará a la Cárcel Modelo, donde cumplirán largos años de condena. 

Carlos Delgado Chalbaud sale de su residencia, la Quinta Lois, a las nueve y cinco de la mañana. La casa estaba ubicada entre Puente Chapellín y el Country Club. En ese lugar actualmente se encuentra un edificio de viviendas. 

Se dirige a Miraflores con su edecán Carlos Bacalao Lara. El chofer, al volante del Cadillac Imperial modelo 1947, toma la ruta que baja hacia el barrio Chapellín, mientras que Carlos va distraído revisando los periódicos del día. 

Vehículo de Carlos Delgado Chalbaud

Transcurridos unos minutos, al llegar a una curva, varios carros se atraviesan en la vía y trasladan a Carlos, al edecán y al motorizado escolta, a unos de los vehículos. Toman la vía que baja del Country y llegan hasta la avenida Francisco de Miranda que se llamaba Carretera del Este. 

Se dirigen a Las Mercedes, específicamente a la calle La Cinta, donde estaba la quinta Maritza propiedad de Antonio Aranguren. En aquella época la zona era un lugar descampado con muy pocas casas. Hoy está poblada de lujosos edificios residenciales, uno de ellos es donde acribillaron a balazos a Delgado Chalbaud. 

Pero sucedió que, con la borrachera, a uno de los hombres se le dispara el revólver sin querer, destrozándole un tobillo a Urbina. Delgado Chalbaud intenta auxiliarlo con un pañuelo, se arma un forcejeo y comienzan a dispararle a Carlos hasta que lo dejan desangrándose en el suelo. Sus últimas palabras fueron: "No sean cobardes, así no se mata a los hombres".

El edecán, que también estaba herido, logra arrastrarse hasta una vivienda vecina y pide que llamen a Miraflores. A Urbina, que sangra copiosamente por la herida, lo trasladan a la casa de su amigo Franco Quijano y posteriormente a la Embajada de Nicaragua.

Luego los secuestradores huyen y comienzan a ser perseguidos. Los van capturando poco a poco mediante operaciones de inteligencia.  María Isabel fue acusada de tocar la bocina de su auto para avisar que Delgado Chalbaud pasaba.

Las declaraciones  

En el libro "¿Quién duda que dos y dos son cuatro?" (1952), del periodista Carlos Luis Barrera, se recogen los testimonios de los involucrados y relacionados con el magnicidio de Carlos Delgado Chalbaud. A continuación se reproducen los más relevantes. 

María Isabel de Urbina declara:

"La noche antes, mi esposo me dijo: cuando vayas hacia donde Franco Quijano, vas a pasar por donde el señor Rivero Vásquez y le dices que el hombre está preso, para que se lo comunique al Teniente Coronel Marcos Pérez Jiménez".

Rivero Vásquez, quien vivía en Los Palos Grandes, fue un empresario propietario de Conservas Cubagua, muy cercano a la Junta Militar de Gobierno. De acuerdo a lo que dice María Isabel, este señor sería el canal de comunicación entre Rafael Simón Urbina y Marcos Pérez Jiménez. 

En cuanto a Franco Quijano, era un abogado de origen colombiano y nacionalizado venezolano, muy amigo de Rafael Simón y compadre. También muy cercano al gobierno y experto en trácalas electorales desde la época de Eleazar López Contreras, con las que hizo mucho dinero. 

Sigue narrando María Isabel lo que le dijo Urbina cuando estaban en la embajada de Nicaragua: 

"Cuando tú me dejaste en casa del Dr. Tejera, era porque iba a hacer preso al Comandante Delgado".   
"Lo hirieron gravemente sin que yo pudiera evitarlo". 

"Me explicó también que dos carros habían simulado un choque, entonces el Comandante había parado su auto y en ese momento lo hizo preso".

María Isabel escribió una nota dictada por Rafael Simón, para que el motorizado se la entregara a Pérez Jiménez:

"Desde que llegué al país siempre deseé que Ud. fuera el presidente. El Comandante Delgado Chalbaud está gravemente herido y yo también me encuentro mal herido en la Embajada de Nicaragua, donde le pido protección".

Cuenta y opina María Isabel: 

"Mi esposo sacó la pistola que cargaba, la cual era una pistola grande, cacha blanca que no le conocía, pues él siempre usaba un revólver parecido al que usan los policías. Me dijo que se la había dado el Comandante Pérez Jiménez recién llegado al país, el 9 de diciembre de 1948. Mi esposo me mostró también por esos días un permiso de porte de armas expedido por el Ministerio de la Defensa Nacional, autorizándole en ese mismo permiso para hacer detenciones".

"Nunca he creído que mi esposo hiciera semejante atentado sin haber una finalidad. Estoy casi segura de que a él lo engañaron". 

El motorizado hace referencia a Carlos Mijares, quien era el conductor del carro que los llevó hasta la quinta Maritza: 

"Vi que el negrito chófer hizo varios disparos en dirección a mi Comandante, que se llevó las manos al estómago, dobló las rodillas y cayó boca abajo, con la cabeza hacia la entrada del patio". 

El edecán de Carlos Delgado Chalbaud, Teniente de Navío Carlos Bacalao Lara, hace las siguientes declaraciones:

"En el camino Urbina le dijo a Delgado Chalbaud: vamos a un lugar y allí hablaremos. Usted no será más Presidente ni Comandante. Pérez Jiménez está en cuenta de todo esto".

 "Al disparársele el arma a Díaz, Domingo Urbina y Carlos Mijares se bajaron del carro. La reacción de Rafael Simón Urbina la expresó con estas palabras: me han malogrado coño, pero sigamos adelante (...). El proyectil le había destrozado parcialmente la tibia y el peroné. Pie y tobillo le bailaban de un lado a otro al tratar de asentar el pie en el suelo".

Domingo Urbina, primo de Rafael Simón, declara:

"Me dijo (Rafael Simón) que había que tratar con mucho cuidado al Comandante Delgado Chalbaud y que no debíamos matarlo, porque si lo matábamos fallaba todo el plan. Esto se lo dije en Coro a los muchachos y también en Caracas, cuando estaban en su casa, hospedados en el tercer piso".

"También me dijo Rafael Simón, en esa misma oportunidad, que si tenía éxito el plan, él iba conseguir con Pérez Jiménez a Falcón, Zulia y Lara, y que yo me acomodaría con él". 

"Yo le hice ver a Rafael Simón que me extrañaba que el Comandante Pérez Jiménez necesitara de civiles para el plan, teniendo el ejército a su disposición. Él me contesto que, como estaba tan reciente el golpe de noviembre, no le convendría dar otro golpe militar". 

Lucía de Delgado Chalbaud hace una larguísima declaración indicando quiénes eran los enemigos de su esposo, entre los que estaba Rivero Vásquez. Afirma que no confiaba en el edecán, Carlos Bacalao Lara, ni en el motorizado que custodiaba el vehículo de Carlos. Pero lo más relevante es lo que cuenta acerca de la falta de interés en salvar la vida del Presidente:

"Al llegar frente a esa quinta me bajé del carro y corrí por una rampa de piso negro, deteniéndome al lado del Comandante Llovera Páez, en quien fijé la atención en ese momento. El Comandante Llovera Páez estaba parado en la rampa de piso negro y yo le pregunté: ¿dónde está mi marido?, ¿por qué no se trajo un doctor o una ambulancia? Y él me contestó señalando el arco de una puerta que estaba al final de la rampa: allí está su marido, llévelo al Hospital Militar que allá están avisados".

 Conclusiones

Todas las evidencias indican que Pérez Jiménez y Llovera Páez estuvieron implicados en los sucesos del 13 de noviembre de 1950. Al parecer la intención no fue matar a Delgado Chalbaud, sino sacarlo del gobierno, vistas sus intenciones de volver a la democracia. 

Pero el plan salió mal debido a un fatal accidente, que le quitó el control de la operación a Urbina y ocasionó la muerte de Carlos Delgado Chalbaud. La pregunta es, de qué manera se las habría ingeniado Pérez Jiménez para no aparecer como partícipe del golpe.

Dicen algunos que estuvieron cerca de los acontecimientos, que la idea era hacer firmar la renuncia al Presidente y luego propiciar un caos para que los militares pidieran la reestructuración de la Junta. De esta manera Delgado Chalbaud quedaba excluido. 

Urbina era la persona perfecta para lograr el objetivo. No sólo por su capacidad de organización para este tipo de operaciones, sino porque ante cualquier circunstancia adversa existía la evidencia de que detestaba a Carlos. Pasaría como un tema de ajuste de cuentas personales, como en efecto se quiso hacer ver. 

Otra duda es por qué asesinan a Urbina sin permitirle que declarara, siendo el cabecilla del secuestro. Cabe pensar que su muerte sí era parte del programa, independientemente de cual fuera el resultado, para evitar testimonios adversos. 

Parecería que tanto Carlos Delgado Chalbaud como Rafael Simón Urbina fueron víctimas de las ambiciones de Pérez Jiménez, y de su complejo de salvador de la Patria como lo tienen todos los dictadores. 

Referencias:

-Arráiz, R. (2022). Carlos Delgado-Chalbaud Gómez: el hombre-enigma. La Gran Aldea. https://lagranaldea.com/2022/10/09/carlos-delgado-chalbaud-gomez-el-hombre-enigma/

-Barrera, C. (1952). ¿Quién duda que dos y dos son cuatro?  Santiago de Chile: Imprenta Roma.

-Betancourt, R. (2007). Venezuela, Política y Petróleo. Caracas: Fundación Rómulo Gallegos. 

-Blanco, A. (1983). Habla el General. Caracas: Ediciones UCV. 

-Bracho Palma, J. (2020). El magnicidio de Delgado Chalbaud. La intrahistoria de una infamia. Fistina Lente. http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2020/11/el-magnicidio-de-carlos-delgado.html

-El Estímulo (2015). Los testigos del asesinato de Delgado Chalbaud.  https://elestimulo.com/venezuela/2015-11-13/los-testigos-del-asesinato-%E2%80%A8de-delgado-chalbaud/

-Sierra, M.  (2019). El último secreto de Delgado Chalbaud Eneltapete. https://revista.eneltapete.com/eneltapete/notas/646/el-ultimo-secreto-de-delgado-chalbaud

-Urbina, R. (1946). Victoria, Dolor y Tragedia. República Dominicana: Ediciones Luis Sánchez Andújar.  


 


 





   






                                                                










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