martes, 31 de octubre de 2023

Curiosidades y misterios de Caracas

 

En Caracas han sucedido hechos insólitos y existen misterios de los que poco se sabe, o se han quedado en el olvido. Los personajes extraños y los pasadizos secretos son parte de la cultura popular. Por otra parte, hay fantasmas que  merodean los lugares que menos imaginamos.  
Contenido 
-El cráneo de Bolívar
-El presidente al que le robaron las camisas
-Un médico misterioso
-El palacio embrujado
-Un castillo con pasadizos secretos 

El cráneo de Bolívar

Los restos de Simón Bolívar han dado mucho de qué hablar, especialmente desde el año 1947, cuando el doctor y profesor de Anatomía de la Universidad Central de Venezuela José Izquierdo (1887-1975), se dirige al entonces presidente de la Asamblea Nacional, Andrés Eloy Blanco (1896-1955), para informarle de un sorprendente hallazgo.

El ilustre médico había sido convocado a la cripta de los Bolívar en la Catedral de Caracas con la finalidad de organizar los huesos de las personas allí enterradas, ya que ante la profanación de algunos nichos se habían mezclado los restos. Para ese entonces el Libertador ya estaba en el Panteón Nacional, porque había sido trasladado el 28 de octubre de 1876.


Capilla de la Santísima Trinidad. Catedral de Caracas. Mausoleo de la Familia Bolívar

Izquierdo había encontrado en un rincón la base de un cráneo con señales de haber sido autopsiado y aseguraba que el Libertador era el único miembro de la familia que había pasado por este proceso. Proponía entonces exhumar nuevamente los restos de Simón Bolívar, pero el presidente Rómulo Betancourt (1908-1981) no quiso proceder.

A pesar de que el Dr. Izquierdo, brillante catedrático, era un profesional muy respetado, sus recomendaciones no fueron tomadas en cuenta. En consecuencia hizo una denuncia, que se publicó en todos los diarios, y posteriormente escribió un libro titulado “El cráneo del Libertador Simón Bolívar” (1947).

El cráneo que Izquierdo había observado con evidencias de ser autopsiado cuadraba, según su apreciación, con las características de Bolívar. Suponía que el nicho podría haber sido violentado entre los años de 1843 y 1876, antes de que los restos fueran llevados al Panteón Nacional.  

Los restos del Libertador llegaron a Venezuela procedentes de Santa Marta el 13 de diciembre de 1842. Después de lavados, reconstruidos algunos huesos con cera y barnizado el esqueleto, fueron depositados en la Capilla de la Santísima Trinidad de la Catedral de Caracas el 23 de diciembre del mismo año.

Algo que poca gente conoce es que el corazón de Bolívar nunca vino a Venezuela. Cuando murió en Colombia se le practicó una autopsia y embalsamaron su cuerpo, pero el corazón fue colocado en otra urna que enterraron en la Catedral de Santa Marta, la cual se perdió. Al repatriar los restos no pudieron traer el corazón. 

En Venezuela, todo el proceso de exhumación estuvo cuidadosamente supervisado por el ilustrísimo Dr. José María Vargas (1786-1854), quien también era especialista en Anatomía. Para esa época estaban en la cripta de los Bolívar sus padres, su hermana María Antonia que acababa de morir en octubre, y su esposa María Teresa del Toro.

Además descansaban allí los restos de las esclavas Hipólita (su nodriza) y Matea (su aya), así como los de su edecán Diego Ibarra. Su otra hermana, Juana Nepomucena, aún no había fallecido y asistió a la ceremonia. Nunca estuvo su único hermano varón, Juan Vicente, quien pereció en un naufragio en el año 1811.

Posteriormente, los restos de Simón Bolívar fueron exhumados durante los gobiernos de Isaías Medina Angarita (1897-1953) y de Rafael Caldera (1916-2009), en los años de 1942 y 1972 respectivamente, encontrándose que todo estaba en orden y que el esqueleto estaba completo.

En julio de 2010, sorpresivamente, se anunció que se haría otra exhumación del cadáver de Simón Bolívar, la cual estuvo a cargo de un equipo de 50 especialistas, liderados por un experto en genética español. Se pretendía confirmar que los restos pertenecían al Libertador, así como la causa real de su muerte. 

Se sospechaba que podría haber sido envenado con arsénico, debido a ciertos datos que aparecían en el informe de su médico de cabecera en Colombia. En el reporte oficial de la exhumación del año 2010 se anunció que, efectivamente, había rastros de arsénico en los huesos. Adicionalmente, se comprobó la filiación genética con su hermana María Antonia.

Curiosamente, no se encontró coincidencia del ADN materno con su otra hermana, Juana Nepomucena, quien murió en 1847. Existe entonces una alta probabilidad de que ella no fuera hija de la madre del Libertador. Pero, lo más sorprendente, fue el resultado de la tomografía del cráneo de Simón Bolívar con un software especial, para determinar cómo era su rostro.

En la nueva imagen del Bolívar que se presentó, éste muestra las características de un hombre mestizo, que no tendría nada de particular porque así somos mayoritariamente los venezolanos. Pero muchos pintores retrataron al Libertador a lo largo de su vida y en ninguno de los cuadros aparece con estas facciones. 

 

Rostros de Simón Bolívar

El pintor que Bolívar consideraba como el que había hecho su mejor reproducción era el peruano José Gil de Castro, que lo retrata con los típicos rasgos de los peninsulares o blancos criollos. Por otra parte, el padre de Simón descendía de vascos y la madre de castellanos. Y, por otra parte, nunca se ha justificado de dónde podría provenir la mezcla racial.

Asumiendo que no haya existido manipulación de la tomografía, ni de la reconstrucción del rostro del Libertador, y considerando que la computadora haya funcionado bien, cabe preguntarse si realmente el cráneo que está en la urna es el de Simón Bolívar, ya que hay poco parecido entre la nueva imagen y la de todos sus retratistas.   

El presidente al que le robaron las camisas   

Diógenes Escalante (1879-1964) no llegó a ser presidente, pero iba a serlo debido a que había consenso de todos los partidos para las elecciones de 1946. Era seguro que el Congreso lo elegiría como mandatario. En esa época, siendo presidente Isaías Medina Angarita (1897-1953), las elecciones directas todavía no existían. 


Diógenes Escalante 1944

Escalante, al igual que su familia, era gomecista. Su tío, Calixto Escalante, fue gobernador del Distrito Federal en los años 1902-1903 y Diógenes fundó y dirigió el periódico El Nuevo Diario, vocero del régimen de Juan Vicente Gómez (1857-1935). Posteriormente se fue a París, donde estudió Ciencias Políticas.

Luego ocupó importantes cargos diplomáticos durante la dictadura de Gómez, así como en las presidencias de López Contreras (1883-1973) y Medina Angarita. En el gobierno de López Contreras fue Ministro de Relaciones Interiores y Secretario personal de éste, ya que se conocían desde la niñez puesto que ambos nacieron en Queniquea (Táchira).

En el año 1945, cuando fue convocado para que se presentara como candidato a la presidencia de los Estados Unidos de Venezuela, Escalante tenía nueve años viviendo en los Estados Unidos de América y era embajador. Llegó el 17 de agosto y subió desde Maiquetía acompañado por más de tres mil autos de personas que lo aclamaban.

A continuación se aloja en la suite presidencial del Hotel Ávila de San Bernardino, que para aquel entonces era muy lujoso y moderno ya que había sido inaugurado en 1942. A raíz de una entrevista que le hiciera Ramón J. Velásquez (1916-2014), quien en ese entonces era periodista de Últimas Noticias, lo contrata como asesor.

Cuenta Velásquez que cuando llegaba al hotel en las mañanas ya Diógenes estaba de punta en blanco. Escalante era un individuo sumamente organizado y muy preocupado acerca de su apariencia personal. Luego, durante todo el día era permanentemente asediado por políticos y periodistas, lo cual le causaba  bastante angustia.

El 2 de septiembre se produce el primer episodio de desvarío, cuando Escalante acompaña a un visitante muy conocido hasta la puerta. Luego, el futuro presidente le pregunta a Velásquez que quién era el que se había ido. Al día siguiente llama el edecán del Presidente de la República, ya que estaban esperando a Diógenes para un desayuno y no había llegado.

Velásquez se lo comunica a Escalante y éste asevera que no puede asistir porque le habían robado todas las camisas. Cuando el periodista le dice que allí estaban sus camisas afirma que esas no eran y que se las habían cambiado. Velásquez transmite el mensaje a Miraflores y luego llama muy preocupado Isaías Medina Angarita.

Medina Angarita pregunta que quiénes estaban en la suite. Cuando Velásquez le informa que únicamente Diógenes y él, pide que no deje entrar a más nadie. Al poco rato llega la Casa Militar y traslada a Velásquez a Miraflores. Lo atiende el propio Presidente, le solicita que no comente nada y le dice que enviará a un doctor.

También hay otro capítulo narrado por Arturo Uslar Pietri, secretario personal de Medina Angarita. Diógenes Escalante lo llama y le ruega que vaya urgentemente al hotel porque le han robado tres mil pañuelos que tenía en un cajón. Pronto el tema sobre los extraños comportamientos de Diógenes trasciende y se decide hacerle un chequeo médico.

Es llevado a la casa de la familia de su esposa, los Álamo Ibarra, en Campo Alegre. Allí una junta de doctores lo evalúa y llegan a la conclusión de que Diógenes sufre de esquizofrenia, lo cual seguramente era una condición preexistente pero se desencadena a raíz del excesivo estrés. Algunos allegados sospechaban que hubiera sido envenenado.

A los pocos días el presidente de los Estados Unidos de América, Harry Truman (1884-1953), quien era amigo personal de Escalante, envía un avión para llevarlo a Washington y hacer un diagnóstico de la situación. Dicen que Diógenes nunca se recuperó y estuvo internado en un hospital psiquiátrico de EE.UU. hasta su muerte.

Mucho se ha escrito sobre este sonado caso. El periodista Óscar Yanes (1927-2013) hizo una interesante reseña. En 2008 Francisco Suniaga (1954) publicó su famosa novela titulada “El pasajero de Truman” y en 2011 el dramaturgo Javier Vidal (1953) estrenó una obra de teatro llamada “Diógenes y las camisas voladoras”.

El político Gumersindo Rodríguez (1933-2015) dijo estas recordadas palabras: “En Venezuela los que nacen para presidente se vuelven locos y los locos llegan a ser presidentes”. La “locura” de Escalante cambió la historia, ya que el 18 de octubre de 1945 se produce el golpe de Estado a Isaías Medina Angarita.

Un médico misterioso

Muchas leyendas se han tejido alrededor del médico alemán Gottfried August Knoche (1813-1901), popularmente conocido como Dr. Knoche y también por el apodo de “Vampiro de Galipán”. Los vecinos de la montaña sentían mucho temor de acercarse a sus predios, los cuales estaban custodiados por la momia de un soldado.


Dr. Knoche

Para muchos, el Dr. Knoche era una especie de Frankenstein. Y ciertamente fue un personaje misterioso, con una afición un poco rara. Quienes visitaron su laboratorio cuando él vivía quedaron aterrados. La Sra. Gross, esposa de un representante de la Casa Blohm, escribió que adornaban la sala momias casi vivientes de todas las edades.

Se dice que el Dr. Knoche llegó al país en mayo o junio de 1845[1]. Estaba recién graduado y aparentemente decidió emigrar a Venezuela atraído por las descripciones del geógrafo y naturalista Alexander von Humboldt (1769-1859) o quizás por la demanda de médicos que hablarán el idioma por parte de la colonia alemana.

En La Guaira, donde Knoche fija su residencia, vivía un grupo importante de alemanes relacionados con la Casa Blohm. La Colonia Tovar se había fundado en 1843 y, en el mismo año que llegó el médico, el presidente Carlos Soublette había inaugurado la primera Carretera Caracas-La Guaira en el mes de enero.

A esta vía se accedía por Maiquetía y la entrada a Caracas se hacía por el Camino de Catia, que luego se convirtió en la Avenida Sucre. Sólo era transitada por carruajes tirados por cinco caballos. Partían del Barrio Muchinga en Maiquetía y llegaban a la Esquina de la Bolsa, cerca de la Plaza Bolívar, después de doce horas de viaje.

Posteriormente Knoch trae a su esposa. Según algunas fuentes viene acompañada de las jóvenes Josephine y Amalie, que luego se convirtieron en las enfermeras y asistentes del médico. Pero, según otras, ellas habían llegado con su padre, Damian Weimann, en 1843. Luego el progenitor se fue del país y las habría dejado al cuidado de la familia Knoche.

El Dr. Knoche sólo tuvo dos hijos: Anna, que según su lápida nació en 1840, de donde se deduce que llegó con la madre siendo muy pequeña, y un hijo llamado Oswaldo, también médico, que se fue a vivir a Puerto Cabello. Éste no se encuentra en el panteón familiar y se desconoce la fecha de su nacimiento.

Knoche comienza a ejercer como médico privado, así como también trabajaba en el Hospital San Juan de Dios, que aparentemente era el único que existía para entonces. El nosocomio había quedado en un estado lamentable a consecuencia del terremoto de 1812 y según dicen fue refundado entre los años 1854 y 1856.

Actualmente, sobre parte del terreno que ocupaba el hospital se encuentra la Unidad Educativa La Guaira, en pleno casco central entre las esquinas de San Juan de Dios y Punto Fijo, al lado de la Catedral San Pedro Apóstol. La escuela fue inaugurada en 1955 y ex alumnos comentan que había un salón embrujado.

El Dr. Knoche fue un médico destacado. Especialmente tuvo un excelente desempeño en la lucha contra la epidemia del cólera. Era muy apreciado por las personas de bajos recursos, ya que en su consulta privada nunca les cobraba. También se sabe que, de noche, sacaba los cadáveres no reclamados de la morgue del hospital y a lomo de mula se los llevaba para su laboratorio de Galipán.

Había comprado la Hacienda Buena Vista, también conocida como Bella Vista o Caricari, la cual queda en el Cerro el Palmar, justo debajo de El Picacho. Se hizo una hermosa casa estilo Selva Negra, como las que se pueden ver en la Colonia Tovar, y aparte construyó un laboratorio y un mausoleo.

Luego de morir la enfermera Amalie en 1926, el lugar fue saqueado y se perdieron los cuerpos momificados de la familia. Aunque el sitio no está demasiado conservado y las momias son de mentira, vale la pena ver cómo era el panteón familiar. Éste tiene seis tumbas y su escalera lateral conduce a una terraza desde donde se aprecia una vista espectacular. 

Antes de fallecer, Knoche preparó la dosis para él mismo así como para Amalie. Nunca reveló el secreto, por lo que se desconoce la fórmula, aunque se sabe que la base era cloruro de aluminio, que el Doctor inyectaba en la arteria carótida. Este método evitaba la tradicional extracción de vísceras y el efecto resultaba en una calidad impresionante.

Se comenta que en Caracas fue famosa la momificación del periodista Tomás Lander (1787-1845) quien fuera fundador del periódico El Venezolano junto con Antonio Leocadio Guzmán (1801-1884), padre de Antonio Guzmán Blanco (1829-1899). Lander fue momificado por el Dr. Knoche y luego pasó 38 años cuidando la puerta de su casa.

Cuando muere Tomás Lander y es sometido al tratamiento del Dr. Knoche, lo sientan en un escritorio cerca del portal de su residencia, con anteojos, vestido elegantemente de negro y pluma en mano. Vivían en la Esquina de la Pedrera, hoy Avenida Baralt. Los vecinos evitaban pasar por allí, aunque algunos curiosos no resistían la tentación de asomarse.

Sucedió que un día llegó una visita que no sabía del caso y salió muy molesta porque aquel señor maleducado no le había devuelto el saludo. Lander murió a finales de 1845 y estuvo en la sala de su vivienda hasta abril de 1884, cuando es trasladado al Panteón Nacional. 

El palacio embrujado

El Palacio de Miraflores, construido entre los años 1884-1897 según el diseño del arquitecto Giuseppe Orsi de Mombello, es una verdadera joya. Tiene estilo neoclásico y cuenta con espectaculares salones, fuentes y jardines. Pero no se puede visitar ni tomar fotografías ya que es zona militar.


Palacio de Miraflores

Frente al Palacio de Miraflores, por la Avenida Urdaneta, hay otro edificio histórico. Es el Palacio Blanco, donde se ubican las oficinas militares. Éste fue diseñado por el arquitecto Luis Malaussena (1900-1962) e inaugurado el 2 de diciembre de 1956 por Marcos Pérez Jiménez (1914-2001).

Dicen que Miraflores es uno de los sitios más misteriosos de Caracas, no sólo por los secretos que encierra, sino por todos los episodios que allí han transcurrido y lo que se oye, comenzando por los pasos de Misia Jacinta, la esposa de Joaquín Crespo, el presidente que hizo esta casona para destinarla a su vivienda familiar.  

Miraflores tiene varios pasadizos ocultos. Se conoce que Crespo hizo uno hasta Caño Amarillo, donde estaba su otra residencia, y cuando el golpe de Estado a Carlos Andrés Pérez, el 4 de febrero de 1992, se sabe que éste escapó por un túnel que da hacia la parte de atrás y así pudo llegar a Venevisión.

Por otro lado, un militar retirado de la Guardia Nacional Bolivariana relevó no hace tanto que existen tres túneles que comunican a Miraflores con el Palacio Blanco, los cuales al mismo tiempo se interconectan entre sí. Seguramente existen otros cuantos más, sobre los que no se tiene información.

Uno de los casos más macabros de la historia de Miraflores es el asesinato de Juancho Gómez, hermano del dictador Juan Vicente, la noche del 30 de junio de 1923, así como las terribles torturas que después se llevaron a cabo en los sótanos. Dicen que hasta los años de 1950 existieron cadenas e instrumentos de suplicio en estos subterráneos.

Cuentan que por las noches se escuchan lamentos que provienen de los bajos del Palacio y risas por los pasillos. Igualmente, algunos afirman haber visto fantasmas rondando por los jardines. Quizás por esta razón muchos mandatarios no fueron partidarios de dormir en Miraflores.

Juan Vicente Gómez, cuando estaba en Caracas, generalmente pernoctaba en la casa de su hermana que estaba cerca. A Pérez Jiménez no le agradaba Miraflores, le hizo muchos cambios y hasta estuvo a punto de derrumbar la edificación. Igualmente, hay muchos otros presidentes que siempre evitaron quedarse de noche en este lugar marcado por la tragedia.  

El primer mandatario que habitó y despachó desde el Palacio de Miraflores fue Cipriano Castro (1858-1924), luego de que en el terremoto de 1900 se tirara desde un balcón de la Casa Amarilla, con un paraguas a modo de paracaídas, fracturándose un pie. Existe la creencia de que los presidentes que han vivido en Miraflores no han terminado bien. 

Un castillo con pasadizos secretos

Pocos conocen sobre de esta construcción misteriosa, ubicada en la Parroquia de San José de Caracas. Se localiza en la parte de atrás de la Escuela de Medicina José María Vargas, entre las esquinas Ánima Sola y León, cerca del Barrio Cotiza. La edificación fue erigida en 1930 por Jesús Güédexz del Castillo.


Castillo de San José

El señor Güédexz, un sociólogo venezolano que estudió en Alemania, en el año 1947 funda en Venezuela la logia conocida como Asociación Nacional Kristios Orcónicos Atlantes (AKOA), que todavía tiene por sede el castillo, siendo el guía espiritual actual Igtagmalk Güédexz del Castillo, uno de sus hijos.

Esta logia masónica cree que los atlantes llegaron a la Tierra hace miles de años, procedentes de Las Pléyades de Orión, para iniciar una civilización que luego sucumbió al ser castigada por los dioses debido a la soberbia. Ellos habitaban la Atlántida, el continente desaparecido.

Cuentan que el viejo Güédexz era un personaje místico, con una larga barba blanca en sus últimos años de vida. Tuvo dieciséis hijos de cinco esposas y los bautizó con nombres de dioses atlantes. Escribió numerosos manuscritos, los cuales se encuentran resguardados en cofres ubicados en los sótanos de la edificación.

Luego de fallecer el Sr. Jesús Güédexz, el castillo fue dividido en apartamentos, que habitan algunos de sus herederos, y la parte de abajo fue alquilada a una herrería. La planta alta se destinó a un consultorio popular regido por la Dra. Elba de Güédexz, esposa del Sr. Jesús, donde desde que ella murió funciona un grupo de rescate.

Lo misterioso del lugar es que tiene una gran cantidad de pisos subterráneos y, de acuerdo al testimonio de un visitante, al final se llega a un sótano con una reja que impide el paso hacia un recinto. Es la entrada a un túnel que según dice alguien que vive allí conduce hasta muy lejos, desconociéndose hasta dónde y la finalidad de esta vía de escape.

Un reportaje de la revista Exceso de agosto de 1990 denominó al castillo “Zigurat de San José” por su arquitectura y la cantidad de niveles con que cuenta. Esta casona, que tiene un pozo manantial en su planta baja, siempre ha sido un enigma para los vecinos del lugar y se le atribuye la presencia de brujos y fantasmas.

Referencias:

-Bruni Celli, B. (2011). La verdad sobre el cráneo del Libertador. Disponible en https://venelib-antao.blogspot.com/2011/01/la-verdad-sobre-el-craneo-del.html

-Criminalística (2011). Resultado de la exhumación de Simón Bolívar:”Son los restos del Libertador”. Disponible en https://www.criminalistica.net/forense/index.php?option=com_content&view=article&id=1408:resultados-de-la-exhumacion-de-simon-bolivar-qson-los-restos-del-libertadorq&catid=37&Itemid=129

-Jiménez, R (S/F). El drama de Diógenes Escalante. Disponible en https://revista.eneltapete.com/eneltapete/notas/3582/el-drama-de-diogenes-escalante

-Lapanterarosa (2017). Dr. Knoche. Leyenda venezolana. Disponible en https://steemit.com/spanish/@lapanterarosa/dr-knoche-leyenda-venezolana

-Las maravillas de San José y sus alrededores (2007). El Castillo de San José. Disponible en https://sanjose7wonders.blogspot.com/2007/10/el-castillo-de-san-jos.html

-Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina (2016). La figura de Gottfried Knoche (1813-1901) en su verdadera dimensión histórica. Disponible en https://revista.svhm.org.ve/ediciones/2016/2/art-13/

-Urbipedia (S/F). Palacio de Miraflores. Disponible en https://www.urbipedia.org/hoja/Palacio_de_Miraflores



[1] Algunas fuentes dicen que llegó en 1840.

lunes, 23 de octubre de 2023

Parroquia San Juan y sus lugares emblemáticos

 

Plaza Capuchinos

La Parroquia San Juan, una de las más populosas de la capital, está ubicada en el oeste de Caracas. Es especialmente reconocida por ser la cuna del escritor, humorista y poeta Aquiles Nazoa (1920-1976), quien la amó profundamente.

Nazoa nació en El Guarataro y algunos de sus escritos se refieren a este barrio. Decía Aquiles que “las casas eran serenísimas y profundas y olían a hierbabuena”. También cuenta que su niñez fue pobre pero inmensamente feliz.

En este texto recogemos la mayor cantidad de información disponible sobre la parroquia y algunos de los lugares que la distinguen. Lamentablemente no existen cronistas que puedan contarnos más sobre este sitio lleno de historia.

Contenido

  1. La Parroquia San Juan
  2. El Guarataro
  3. El Calvario
  4. Iglesia Nuestra Señora de Lourdes
  5. Maternidad Concepción Palacios
  6. Hospital Militar Doctor Carlos Arvelo
  7. Cárcel de El Obispo 

La Parroquia San Juan

La Parroquia San Juan se crea oficialmente el 22 de febrero de 1834 durante el mandato de José Antonio Páez (1790-1873), con parte de lo que era la Parroquia de San Pablo. Sus dimensiones han cambiado a lo largo de la historia. Ganó territorio durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco (1829-1899) y en 1996 cedió una parte a El Paraíso.

Actualmente mide 3,8 kilómetros cuadrados y es la séptima más pequeña de las 22 parroquias que tiene el Municipio Libertador. Sin embargo, respecto al número de habitantes es la octava más poblada.

Considerando la relación entre su población y su superficie, lo que quiere decir su densidad de población, se observa que San Juan tiene 28,028 habitantes por kilómetro cuadrado y es la cuarta del Distrito Capital en base a este parámetro, lo cual la convierte en una de las parroquias más populosas de Caracas.

En el siguiente cuadro detallamos las mencionadas medidas por parroquia, tomando como base el censo de 2011.

PARROQUIA

HABITANTES

KM²

DENSIDAD

Candelaria

66,486

1.23

54,054

23 de Enero

77,344

2.31

33,482

Santa Teresa

23,715

0.80

29,644

San Juan

106,507

3.80

28,028

San Agustín

38,476

1.59

24,199

La Pastora

80,397

4.47

17,986

Catedral

12,777

0.76

16,812

San José

39,604

2.59

15,291

Santa Rosalía

101,103

6.68

15,135

El Valle

142,893

12.64

11,305

Altagracia

47,922

4.47

10,721

El Paraíso

109,622

10.79

10,160

La Vega

123,863

12.64

9,799

San Pedro

58,254

6.70

8,695

Antímano

131,963

20.90

6,314

El Recreo

112,809

18.10

6,233

Sucre (Catia)

345,944

59.30

5,834

Caricuao

138,659

24.80

5,591

Coche

59,889

13.00

4,607

San Bernardino

27,353

12.27

2,229

El Junquito

50,470

52.52

961

Macanao

47,851

131.40

364

TOTAL

1,943,901

403.76

4,814

 

En cuanto a sus límites geográficos, éstos son:

  • Norte: Parroquias Catedral y 23 de Enero
  • Sur: Parroquia El Paraíso
  • Este: Parroquia Santa Teresa
  • Oeste: Parroquia El Paraíso

A pesar de no ser muy grande, la Parroquia San Juan está compuesta por una considerable cantidad de urbanizaciones, barrios y sectores, siendo los más representativos: Artigas, El Guarataro, La Línea, Los Eucaliptos, Palo Grande y San Martín.

La historia de San Juan comienza en 1785, con la solicitud al rey Carlos III por parte de los sacerdotes Capuchinos, para construir una iglesia en honor a San Juan Bautista anexándole un hospicio destinado a la caridad. El permiso fue concedido y la obra fue erigida, pero el terremoto del año 1812 la destruyó.

Posteriormente se hizo una ermita más modesta y bastante más tarde, en 1869, se inauguró la iglesia de estilo neoclásico que se puede observar en la actualidad frente a la Plaza Capuchinos de la avenida San Martín. Luego otro importante sismo más reciente, el de 1967, afectó las torres y desde ese entonces no se tocan las campanas.

Por cierto que la plaza tuvo varios nombres a lo largo del tiempo: Plaza del León desde 1776, Plaza Capuchinos a partir de 1785, Plaza de Abril desde 1870, Plaza Zamora a partir de 1881, Plaza 19 de Abril desde 1959 y poco después Plaza Capuchinos nuevamente hasta el sol de hoy.

Cabe destacar que la Avenida San Martín, como hoy la conocemos, fue inaugurada entre los años 1954 y 1955 por Marcos Pérez Jiménez (1914-2001), ampliando la vía que ya existía. En diciembre de 1954 se estrena el tramo comprendido entre las esquinas Angelitos y Alcabala, y en diciembre de 1955 el que va desde Alcabala hasta La Quebradita.

Desde octubre de 1911, a raíz de un decreto de Juan Vicente Gómez (1857-1935), el tramo que corre desde la Esquina Alcabala, cercana a la Maternidad Concepción Palacios, hasta Villa Arvelo, donde hoy está el Centro Comercial  Los Molinos, ya había tomado el nombre de San Martín.

Antiguamente la vía era conocida como Camino Real de La Vega y posteriormente como Carretera Occidental, ya que conectaba Caracas con los Valles de Aragua pasando por Antímano, Las Adjuntas y Los Teques. También fue llamada Camino de Antímano, Calle de San Juan y Calle del Triunfo.

A continuación haremos un recorrido por los sitios más emblemáticos de esta importante y muy querida parroquia caraqueña.

El Guarataro

El Guarataro es el barrio más grande y característico de San Juan. Sus habitantes son los propios representantes de la parroquia y fueron los mayores exponentes de la Caracas de una época. Se dice que en este barrio nació la música cañonera, muy de moda en los años de 1920, así como su hermana la Guasa[1].



También son típicos de San Juan el carato de arroz con concha de naranja y los tambores que honran al santo negro. La fiesta se inicia el 23 de junio con el tradicional velorio y se prolonga durante tres días. Esta celebración es propia de los pueblos costeros aragüeños y mirandinos, pero en Caracas la instauraron los guaratareños.

En los tiempos coloniales El Guarataro fue considerado un arrabal, ya que estaba fuera del perímetro de Caracas que al oeste era marcado por la quebrada Caroata, la cual actualmente corre embaulada por debajo de El Silencio. Según los mapas del sector que se pueden ver en la WEB, hoy día el barrio estaría delimitado de siguiente manera:

  • Norte: Parroquia 23 de Enero
  • Sur: Avenida San Martín
  • Este: Avenida el Estanque y Estación del Metro Capuchinos
  • Oeste: Avenida José Ángel Lamas y Barrio Los Eucaliptos 

De acuerdo al Diccionario Histórico del Español en Venezuela, “guarataro” proviene de guaratara. En lengua caribe éste es el nombre de la piedra cuarzo o sílice con la que se fabrican vidrios y espejos, que al parecer era muy abundante en toda zona. Por esta razón existen calles, esquinas y barrios que se denominan “La Pedrera”.

El Guarataro es uno de los primeros barrios de Caracas, gran receptor de migrantes venezolanos del interior del país, así como de árabes, canarios, colombianos, dominicanos, martiniqueños, portugueses y trinitarios. Una de las razones del porqué llegaban tantas personas es por la abundancia de pensiones y casas de vecindad.

En el año 2007, un grupo de estudiantes de arquitectura y estadística de Universidad Central de Venezuela desarrolló una investigación junto con la Alcaldía del Municipio Libertador y determinó que todavía existe una cantidad exacerbada de viviendas del tipo mencionado, las cuales implican serios riesgos por sus condiciones. 

Contribuyó a superpoblar el sector la inauguración del Gran Ferrocarril de Venezuela, con su estación Palo Grande, por donde arribaba la gente del centro del país. Y posteriormente con la reurbanización de El Silencio[2], ya que muchos se mudaron a El Guarataro por su cercanía.  Esto colapsó los servicios y la inseguridad se incrementó.


Estación de Tren Palo Grande. Avenida San Martín

Conocido también como el Ferrocarril Alemán, el Gran Ferrocarril de Venezuela funcionó entre los años 1894-1966. La estación central de Caracas estaba en Caño Amarillo, muy cerca de la Villa Santa Inés, residencia de Joaquín Crespo (1841-1898). Allí se encontraba con el Ferrocarril de La Guaira.

Luego seguía para la estación Palo Grande, ubicada a un costado de la Plaza Italia. Este ferrocarril fue una obra de gran envergadura, que significó hacer 86 túneles, 182 viaductos y 212 puentes. En uno de los laterales de la mencionada plaza, a partir de 1922 se comenzará a construir la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes. 

La obra relacionada con el tren fue comenzada en el tercer gobierno de Antonio Guzmán Blanco y se inauguró en el segundo período presidencial de Joaquín Crespo. El Gran Ferrocarril de Venezuela cubría 23 estaciones desde Caño Amarillo (Caracas), hasta San Blas (Valencia), pasando por Antímano, Las Adjuntas, Macarao, Los Teques y Maracay.

A pesar de las inmigraciones, hasta más o menos los años de 1970 El Guarataro fue un lugar bastante tranquilo. Por otra parte, nunca existieron los problemas de falta de agua y tanta basura acumulada como en la actualidad, así como tampoco los azotes de bandas delictivas que últimamente el sector está confrontando.

Existían casas hermosas en El Guarataro, que todavía se conservan en la parte de abajo del barrio. Tienen la típica construcción colonial con un patio interno rodeado de las habitaciones, paredes de bahareque y techos de tejas. Dicen que una de las más bonitas era de la de Tomás Masa, quien fue uno de los últimos cocheros de la ciudad.

Otras figuras conocidas del Guarataro, además Aquiles Nazoa, son los cantantes Alfredo Sadel, Héctor Cabrera y José Luis Rodríguez, la insigne bailarina Yolanda Moreno y el periodista Oscar Yanes. Aunque algunos no hayan nacido propiamente en el barrio, se criaron en él o al menos estudiaron en su escuela.

También vivió en El Guarataro Pompeyo Márquez (1922-2017)[3], aunque era de Ciudad Bolívar, así como muchos otros destacados personajes de la política, el periodismo y el deporte. Y no podemos olvidar a Ismaelito, patrono de la Corte Malandra, quien murió el 2 de junio de 1963 a causa de una puñalada por una pelea en el 23 de Enero.

El Calvario

El Calvario es el nombre por el que todos los caraqueños hacen referencia al que fue bautizado Parque Ezequiel Zamora en el año 2010. Mide 17 hectáreas y está ubicado entre las parroquias San Juan y Catedral. Su altura sobre el nivel del mar es de 958 metros, mientras que El Silencio tiene una altitud de 912 metros.


El Calvario

Tendríamos entonces una colina de 46 metros de altura, lo que permite disfrutar de una vista privilegiada de la ciudad, especialmente de las parroquias circundantes: San Juan, Catedral, 23 de Enero, La Pastora, San José y Santa Teresa. Adicionalmente, es un pulmón vegetal para la zona y un sitio ideal de esparcimiento.

Inicialmente, cuando este espacio fue inaugurado el 3 de abril de 1883, se llamó Paseo Guzmán Blanco en honor al presidente de la época, quien lo construyó en su segundo período de gobierno conocido como el Quinquenio (1879-1884). Luego, durante la primera presidencia Joaquín Crespo entre los años 1884-1886 se hicieron varias reformas.

En ese momento pasó a llamarse Paseo de la Independencia y las novedades más relevantes fueron la Capilla de Lourdes y el Arco de la Federación.  Pero todo el mundo siguió refiriéndose a este lugar como El Calvario, que era el nombre del cerro desde los tiempos de la Colonia, cuando constituía el límite oeste de la ciudad.

Se dice que los españoles denominaban Calvario a cualquier elevación que tuvieran cerca, en alusión a la crucifixión de Cristo. En el caso de Caracas, parece ser que la idea proviene de Juan de Bohórquez, obispo de Venezuela entre 1613 y 1619. En aquellos tiempos se hacían peregrinaciones religiosas con velas hasta la colina.

En Semana Santa, el Viernes de Concilio salía la procesión desde la Iglesia de San Jacinto de los padres dominicos y se rememoraba el Vía Crucis pasando por El Calvario. Se llegaba a la ermita de El Calvario subiendo por la Calle de la Amargura, la cual se alcanzaba después de recorrer nueve cuadras.

Luego se caminaban otras seis manzanas para tomar la Calle del Perdón, por donde se regresaba a la iglesia. La Calle del Perdón hoy se conoce como Avenida Este 2, la cual pasa por el sur de la actual Plaza Bolívar y lleva hasta la Esquina de San Jacinto. Era una procesión larguísima, que comenzaba a pleno sol y terminaba en la noche.

La  Ermita de El Calvario estaba dedicada a la Virgen de Valvanera, conocida también como Virgen del Roble y patrona de La Rioja (España). Según cuentan, cuando Antonio Guzmán Blanco construyó su paseo la derribó y en este lugar ubicó su propia estatua, que popularmente recibió el apodo de “El Mangazón”.

De acuerdo a los entendidos, el sobrenombre obedeció a lo descomunal de la escultura, que medía 18 metros y se divisaba desde todos los alrededores de El Calvario. Los estudiosos de la personalidad de Antonio Guzmán Blanco, quien se hacía llamar “El Ilustre Americano”, concuerdan en que éste padecía de megalomanía.

Ésta es una patología que se caracteriza por delirios de poder y de grandeza, así como por la necesidad de constante adulación. En Guzmán Blanco, esta condición es muy evidente, lo cual no le resta mérito en cuanto a sus dotes intelectuales y su visión moderna. Guzmán Blanco le dio un giro de 180° al país y su legado fue impresionante.

“El Mangazón” ya no se puede ver en El Calvario, porque cuando Guzmán Blanco terminó su último período de gobierno en 1888 y se marchó a París, la estatua fue derribada y partida en pedazos, al igual que otra que era llamada “El Saludante” y estaba frente al Capitolio, así como la de su padre en la Plaza San Jacinto.

El Ilustre Americano era muy aficionado a las esculturas y en El Calvario se colocaron varias, entre ellas las de Cervantes, Teresa de la Parra y Guaicaipuro. También existió una de Cristóbal Colón instalada en el año 1894 durante el segundo mandato de Crespo, pero desapareció en 2009 y nunca se supo de su paradero.

La idea de Antonio Guzmán Blanco era hacer una especie de jardín botánico al estilo europeo, para lo cual contrató a un grupo de paisajistas franceses. También creó un importante reservorio de agua, desde donde luego se distribuía a toda la ciudad. A tal fin construyó un acueducto desde el río Macarao, ubicado a más o menos 20 km.

Las majestuosas escalinatas blancas, que tienen 110 peldaños, se levantaron en el período 1882-1888 y la Capilla de Nuestra Señora de Lourdes, que es diferente a la Iglesia del mismo nombre de la avenida San Martín, fue inaugurada por Joaquín Crespo el 27 de abril de 1885 cumpliendo una promesa de su esposa Jacinta Parejo.

La capilla de El Calvario es de estilo neogótico y fue restaurada en el año 1982 después de permanecer muchos años cerrada. Existe una leyenda sobre esta iglesia, que según dicen fue el motivo de su abandono. Cuentan que el cura de la ermita se enamoró perdidamente de una muchacha, tuvo relaciones con ella en la iglesia y luego se ahorcó en el mismo lugar. 

En cuanto al Arco de la Federación, conmemora la Guerra Federal (1859-1863) y se inauguró en 1895. Emula al Arco del Triunfo francés y mide 22 metros de alto por 17 metros de ancho. Se ubica al norte de El Calvario, que limita con el sector Caño Amarillo donde vivía Joaquín Crespo, punto en el cual se abrió otra entrada hacia el paseo.


Arco de la Federación

El parque cuenta con seis hermosas plazas: Simón Bolívar, Ezequiel Zamora, Agustín Codazzi, Miguel de Cervantes, Teresa de la Parra y La Estrella, además de los exóticos espacios denominados El Gazebo y El Parnaso. Por otra parte, en sus caminerías todavía se pueden apreciar los mosaicos europeos y la cerámica sevillana.

Iglesia Nuestra Señora de Lourdes

La iglesia Nuestra Señora de Lourdes, ubicada en la Esquina Palo Grande de la Avenida San Martín, es una de las siete iglesias de estilo neogótico que existen en Venezuela y la más imponente de todas. Fue construida entre los años 1922-1936 por los sacerdotes franceses de la congregación Hijos de María Inmaculada.


Iglesia Nuestra Señora de Lourdes 

Estos curas llegan a Venezuela en el año 1903, a raíz de que el 1° de julio de 1901 en Francia se había decretado la prohibición de las congregaciones religiosas. Se hospedan en la Casa de las Hermanas de San José de Tarbes, trasladadas desde la Parroquia San Juan al Paraíso en 1902, y poco más tarde fundan el colegio francés.

Con apoyo de la Alianza Francesa de Caracas, el Colegio de los Padres Franceses comienza en la esquina de Piñango en 1903, para luego, en 1907, ser mudado a la esquina de Mijares a una edificación más adecuada. En 1920 la institución deja de funcionar por disposiciones francesas y los padres se van a la Parroquia San Juan.

Compran una humilde casa, casi en ruinas, en la esquina de Palo Grande, la cual era la última cuadra habitada de la zona para la época. Deciden erigir una capilla, que llevaría el nombre de Inmaculada Concepción, frente a la Plaza Italia que ya existía. Es a partir de 1957 que la iglesia comienza a llamarse Nuestra Señora de Lourdes. 

Pero los sacerdotes no contaban con recursos, ni con apoyo financiero, por lo que tuvieron que ingeniárselas para conseguir el dinero. Una de las cualidades del templo es que se levantó sólo con la contribución de los feligreses, quienes aportaban un centavo semanal para la obra, además de participar en los bazares y rifas.

La iglesia fue diseñada por el padre Augusto Pavageau, que sin saber nada de arquitectura hizo un estudio profundo de la obra de Eugene-Emmanuel Viollet-le-Duc, un renombrado arquitecto del neogótico francés, famoso por la restauración de la Catedral Nuestra Señora de París y otras edificaciones importantes.

El templo tiene 38 m. de altura y cuenta con tres naves: una central y dos laterales. Presenta un gran rosetón en su fachada y dos torres muy ornamentadas que terminan en pináculos con agujas. Internamente está adornado con grandes arcos ojivales y 25 espectaculares vitrales traídos de Francia. Su altar mayor es de mármol italiano. 

En la actualidad la iglesia presenta algunas grietas, sufridas a consecuencia del terremoto de 1967. También ha sido afectada por algunas filtraciones, por lo cual se ven manchas de humedad en algunas de sus paredes. Por otra parte, en su entorno externo, que es la Plaza Italia, se observa deterioro y abandono.

Maternidad Concepción Palacios

Una gran cantidad de caraqueños son sanjuaneros aunque no vivan en la parroquia, ya que en la Maternidad Concepción Palacios se registra un alto porcentaje de nacimientos de todo el Distrito Capital. Para el año 2006 aquí habían nacido 1.5 millones de niños, contando desde que la institución comenzó a funcionar en 1939.  

Antigua Maternidad Concepción Palacios


En el año 1972 vieron la luz por primera vez 47.757 criaturas en la Concepción Palacios, lo cual la ubicó como la maternidad más prolífica del mundo. Sin embargo, según informaciones disponibles, el número de partos ha bajado considerablemente debido a la crisis hospitalaria que sufre el país.

La institución se localiza en plena avenida San Martín. Eleazar López Contreras (1883-1973) la inauguró el 17 de diciembre de 1938, aunque el primer alumbramiento atendido ocurrió el 7 de enero del año siguiente. Su nombre recuerda a la madre del Libertador Simón Bolívar, María de la Concepción Palacios y Blanco.

Inicialmente fue una edificación de dos pisos, que todavía existe, aunque ahora tiene tres ya que fue necesario ampliarla en 1946. Iba a ser construida en La Pastora, pero sorpresivamente apareció un decreto de López Contreras donde se ordenaba su obra en el lugar que hoy ocupa.

Según algunas fuentes, en esos predios hubo un balneario de aguas termales, sin embargo no existe ningún historiador ni cronista que lo confirme. El decreto presidencial se refiere a “la avenida San Martín, en los terrenos comprendidos entre la calle de la entrada a los depósitos de aseo urbano, la casa N° 361 y el río Guaire”.

La creación de la Casa de la Maternidad Concepción Palacios, el cual es su nombre oficial, tuvo gran importancia en una ciudad que comenzaba a crecer. Para el momento existían muy pocas camas destinadas a las mujeres parturientas. Apenas unas cuantas entre el Hospital Vargas y la Cruz Roja Venezolana.

También estaba el Instituto Simón Rodríguez, un centro municipal especializado en atención materna ubicado en El Conde, que desapareció antes de 1945 cuando comenzó el proyecto de construcción de la Avenida Bolívar. Muchas mujeres daban a luz en su casa, lo cual implicaba riesgos si algo no iba bien.

La “maternidad vieja”, como fue denominada después, contaba con 3.402 m² de construcción. La edificación tenía un gran patio central rodeado de amplios pasillos. A cada lado se ubicaban tres salas de hospitalización con doce camas cada una. En el segundo piso se replicaba el diseño, por lo que en total se contaba con 144 camas.

En la planta de abajo también estaban las salas de partos y dos quirófanos, y el sótano cubría las consultas y el área de ingreso, así como la cocina, lavandería, lencería, farmacia y morgue. Pero pronto la capacidad del hospital se volvió insuficiente y en la etapa perejimenista se planifica la “maternidad nueva”.

El nuevo edificio tiene ocho pisos y una capacidad de 496 camas. Con las camas de la antigua edificación, incluyendo el tercer piso que se hizo en 1946, el total disponible llegó a ser 711 camas, convirtiéndose en una de las maternidades más grandes del mundo. 

 

Nueva Maternidad Concepción Palacios

La “maternidad nueva” comenzó a funcionar en 1958. Fue concebida para ofrecer todas las especialidades y servicios de calidad para el parto y la salud integral de la madre y el bebé. Adicionalmente, en 1988 se inaugura otro edificio para consultas externas y en 2010 se crea el anexo Negra Matea que agregó más especialidades.

Existe un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) del 22 de febrero de 2022, referente a otro informe del año 2019 donde se otorgaron medidas cautelares a las pacientes de la Maternidad Concepción Palacios. En esta oportunidad se habían detectado fallas que ponían en riesgo la vida de la madre y del niño.

Por ejemplo, ninguno de los cuatro ascensores funcionaba y las pacientes usaban el de la basura, no había disponibilidad de productos de limpieza para desinfectar las áreas, la mayoría de los baños estaban clausurados por falta de agua, y de once pabellones de cirugía casi todos se habían cerrado porque no se podía esterilizar los instrumentos. 

Por otra parte, el 75% de las camas estaban inoperativas, las mujeres tenían que llevar hasta las gasas si se iban a hospitalizar y la comida era escasa. Apenas les deban arroz con zanahoria una vez al día y no tenían servicio los fines de semanas. Todos estos problemas se estaban reflejando en un incremento de mortalidad materna y neonatos. 

Para el año 2022 la CIDH no había obtenido respuesta de la institución y al parecer las condiciones no habían mejorado. No hay información más reciente al respecto pero, por otras fuentes menos formales, luce que no se han producido cambios. Además, la falta de recursos de los hospitales no es exclusiva de la Maternidad Concepción Palacios. 

Hospital Militar Doctor Carlos Arvelo

Este impresionante complejo hospitalario se localiza en la urbanización San Martín, sobre la avenida José Ángel Lamas. Está compuesto por dos grandes torres, de once y quince pisos respectivamente, conectadas por otro edificio con un helipuerto en su terraza. Posee alrededor de 14 escaleras internas y más de 20 ascensores.


Hospital Militar Doctor Carlos Arvelo 

Fue construido entre los años 1954 y 1959. Cuenta con una capacidad estimada de 1.200 camas, 48 especialidades y todos los servicios. Según opiniones autorizadas, su unidad de cuidados intensivos es, o al menos fue, la más moderna de Latinoamérica. Presta atención gratuita a los militares y sus familiares, y provee algunos estudios a bajo costo para los no afiliados.   

En los terrenos que se destinaron al Hospital Militar anteriormente estaba ubicado el Cuartel de Caballería Ambrosio Plaza, de gran significación para la historia política del Siglo XX y donde por cierto se entregó el presidente Isaías Medina Angarita cuando le dieron el golpe de estado el 18 de octubre de 1945.

Anteriormente el Hospital Militar de Caracas estaba en la esquina de Poleo. En este lugar comenzó a funcionar durante la presidencia de López Contreras, quien en 1937 ordena remodelar edificaciones viejas que en dicha esquina existían. Se inaugura  en mayo de 1938 con el nombre de Hospital Militar Naval Antonio José de Sucre.

Este edificio es demolido en el año 1957 por refacciones urbanas y trasladado al piso 6 del Hospital Universitario de Caracas hasta que estuvo terminado el actual Hospital Militar, que originalmente se llamó Hospital Central de las Fuerzas Armadas. Posteriormente, en 1974, se decide darle el nombre del primer médico militar de la historia de Venezuela.

Pero la historia del Hospital Militar comienza en 1867, cuando se le asigna un local en la Planicie de Catia, que posteriormente pasó a ocupar el Asilo de Enajenados de Caracas. Luego Juan Vicente Gómez compró el Hospital Linares en 1910 y el Hospital Militar fue trasladado para esta nueva sede, que es donde actualmente funciona la Cruz Roja Venezolana.

El Hospital Militar estuvo en el antiguo Hospital Linares, ubicado entre las esquinas de Paradero y Cervecería de la Parroquia La Candelaria hasta que fue mudado para la Esquina de Poleo. En ese momento Eleazar López Contreras remodela y acondiciona el edificio para cederlo a la Cruz Roja.

En el Hospital Militar actual se han dado varios escapes de película por parte de presos políticos, que según informaciones son recluidos en el piso 6 o 7 del ala norte. Uno de ellos es el caso de Teodoro Petkoff (1932-2018)[4], quien hablaba de una sala de presos en el piso 7, lo cual coincide con lo que se sabe de otros traslados de reclusos.

En los tiempos de Rómulo Betancourt (1908-1981), Teodoro era guerrillero. Fue capturado en Baruta en 1963 y llevado al Cuartel San Carlos, donde ingirió sangre de vaca para vomitarla y así ser ingresado en el Hospital Militar. Se fugó descendiendo a través de un cordón de nylon hasta la planta baja donde su esposa lo esperaba en un carro.

En junio de 2020 se escapó de igual manera, bajando en rapel pero del piso 6 según dijo, el sargento de la Guardia Nacional Darwin Balaguera. Cuenta que lo ayudaron a huir  sus compañeros de la Operación Aurora. Había participado en la toma del Batallón de Infantería de Selva en el estado Bolívar, donde fue herido en una pierna.

También existe un piso, que es nueve del ala sur, destinado a personalidades importantes. En él estuvo hospitalizado el presidente Hugo Rafael Chávez Frías (1954-2013) luego de su regreso de La Habana el 18 de febrero de 2013, después de permanecer allí durante 72 días. Pero nadie logró verlo y existen rumores acerca de su muerte.  

Sólo una enfermera declaró que Chávez no llegó en camilla ni en silla de ruedas, sino caminando. Los periodistas asediaban el lugar y recurrían a estrategias para entrar al hospital, pero estaba prohibido su ingreso. Igualmente, muy pocas personas de la institución tuvieron acceso al presidente, quien oficialmente falleció el 5 de marzo a las 4:25 p.m.

Cárcel de El Obispo

La Cárcel de El Obispo, de diseño pentagonal, fue ideada por el ingeniero Gustavo Wallis (1897-1979). Se terminó en 1930 durante el mandato de Juan Vicente Gómez pero, por alguna extraña razón, no fue del agrado del dictador y nunca la destinó a presidio, sino que la usó como depósito del Ministerio de Obras Públicas (MOP).


Cárcel de El Obispo

Toma su nombre del cerro El Obispo, que es la cumbre del Barrio El Guarataro. A su vez, esta elevación es llamada así por el jesuita catalán Mariano Martí (1721-1792), quien fue obispo de la provincia de Venezuela en el período 1770-1792 y tenía una hermosa casa en este lugar, muy cerca de donde se erigió la cárcel.

La prisión se pone en funcionamiento en junio de 1936 durante el gobierno de Eleazar López Contreras, luego de derrumbada La Rotunda. En esa época la Cárcel de El Obispo era un paraíso comparada con lo que fue después, durante la dictadura perejimenista, cuando se convirtió en un penal maloliente y represivo.  

Los presos que la inauguraron, como es el caso de Gonzalo Barrios (1902-1993)[5], hasta la recordaban con cariño. Contaban que recibían sus diarios en la mañana y el alcaide de la prisión les brindaba cafecito. Tenían visitas y buena comida que les llevaban sus familiares, y podían tomar el sol en la azotea durante una hora diaria.

El Obispo tomó fama en la época de Pérez Jiménez (1914-2001). Sobre todo por algunos reclusos que vivieron allí sus últimos momentos, tales como Nereo Pacheco, torturador de La Rotunda; Eloy Tarazona, guardaespaldas de Gómez; y Rafael Simón Urbina, quien secuestró y fue protagonista del magnicidio de Carlos Delgado Chalbaud.

Adicionalmente, el presidio recibió a numerosos intelectuales, así como a periodistas por publicar artículos que no eran del agrado de la dictadura, sobre todo en el período 1952-1957. Entre ellos Oscar Yanes, director de La Esfera y muchos redactores del diario Últimas Noticias y de la revista Élite.

También estuvo allí la escritora, política y luchadora social Ana Luisa Llovera (1908-1999)[6], quien fue encerrada junto a 68 prostitutas, ya que El Obispo era donde iban a parar las “mujeres de la mala vida” cuando las arrestaban por algún motivo. En esta ocasión se detuvo a Llovera por reaccionar ante el piropo vulgar de un policía. 

Uno de los últimos presos políticos de El Obispo fue el abogado, escritor y político Américo Martín (1938-2022)[7]. Justamente el 23 de enero de 1958, día de la huida de Marcos Pérez Jiménez en la “Vaca Sagrada”, estaba de guardia en la escalera de cuerdas que los presos habían fabricado para llegar hasta la alta ventanilla de la celda.

Contaba Américo que, para el momento, existían 200 reclusos distribuidos entre siete pabellones, lo cual da un promedio de más o menos 29 en cada uno. No tenían derecho a recibir visitas ni a leer periódicos y sólo se les permitía comprar algunas cosas en una pequeña cantina que había en el penal.

Desde el improvisado mirador, el entonces muy joven Américo pudo ver el movimiento y el tiroteo en los barrios aledaños, percatándose así de que algo grave estaba aconteciendo. Al poco rato, la cárcel fue invadida por un grupo de estudiantes y gente del pueblo con banderas que sacó a los presos en hombros.

La Cárcel de El Obispo fue demolida en 1959. El trabajo comenzó el 8 de enero, cuando el abogado y profesor Edgar Sanabria (1911-1989), presidente de la junta provisional de gobierno para el momento, inició el acto simbólicamente con piqueta en mano. En la actualidad, donde estaba la prisión hay un preescolar y una biblioteca.

Referencias:

-Comisión Interamericana de Derechos Humanos (27/2/2022). Resolución 11/2022 (seguimiento). Disponible en https://www.oas.org/es/cidh/decisiones/mc/2022/res_11-22_mc_150-19_ve_es.pdf

-Correo del Orinoco (20/1/2013). El día de la caída de la dictadura estaba en una cárcel de Caracas. Disponible en http://www.correodelorinoco.gob.ve/americo-martin-sostiene-que-unica-insurreccion-civico-militar-venezuela-fue-23-enero/

-Correo del Orinoco (18/10/2018). Ser de San Juan no es cualquier cosa. Disponible en http://www.correodelorinoco.gob.ve/ser-de-san-juan-no-es-cualquier-cosa/

-Diario Contraste (20/6/2020). Sargento Darwin Balaguera contó cómo escapó del Hospital Militar. Disponible en https://www.diariocontraste.com/2020/06/sargento-darwin-balaguera-conto-como-escapo-del-hospital-militar-video/

-Escalona, R. (Dr.) Revista de la Sociedad Venezolana de la Historia de la Medicina (2006). Los antiguos hospitales de Caracas. Disponible en https://revista.svhm.org.ve/ediciones/2006/1-2/art-3/

-Fundación Arquitectura y Ciudad (1/12/2013). 1988. Anexo de Consulta Externa de la Maternidad Concepción Palacios. Disponible en https://fundaayc.com/tag/maternidad-concepcion-palacios/

-Galindo, V. (S/F). Los Hijos de María Inmaculada en Venezuela: un poco de historia. Disponible en https://www.incarnationweb.org/Region-Venezuela-330.html?lang=es

-Gall, N. (31/1/2021). Revista Trópico Absoluto. Teodoro Petkoff. La crisis de un revolucionario profesional. Disponible en https://tropicoabsoluto.com/2021/01/31/teodoro-petkoff-la-crisis-de-un-revolucionario-profesional-parte-i-anos-de-insurreccion/

-Institutional Assets and Monuments of Venezuela (S/F). Centenarias del Guarataro: la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes y la Plaza Italia. Disponible en https://iamvenezuela.com/2023/04/centenarias-del-guarataro-la-iglesia-nuestra-senora-de-lourdes-y-la-plaza-italia/

-Llovera, Ana (28/3/2023). “El Obispo” y la piqueta de la libertad. Disponible en https://camaradecaracas.com/la-camara-caracas-y-sus-historias/ocurrio-aqui/el-obispo-y-la-piqueta-de-la-libertad/

-Moya, F. (2017). La Caracas que conocí. Caracas: Fundación Editorial el perro y la rana.

-Nazoa, A. (1983). El niño que yo era. En Obras Completas Volumen III. Prosa Tomo I. (pp.45-48). Caracas: Universidad Central de Venezuela. Ediciones del Rectorado.

-Nazoa, A. (1983). Aquellas Casas. En Obras Completas Papeles Líricos Volumen II. (pp.194-198). Caracas: Universidad Central de Venezuela. Ediciones del Rectorado.

-Nazoa, A. (1983). Pequeña historia de los vehículos. En Obras Completas Prosa Tomo I. (pp.108-110). Caracas: Universidad Central de Venezuela. Ediciones del Rectorado.

-Núñez, E. (2004). La ciudad de los techos rojos. Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana, C.A.

-Padrón, M. (2008). El Guarataro como caso de espacio en disputa. Disponible en https://trienal.fau.ucv.ve/2008/documentos/hp/HP-6.pdf

-Rutas Ecopatrimoniales (23/1/2018). Ruta #6. Paseo El Calvario: El ego de dos presidentes. Disponible en https://rutasecopatrimoniales.blogspot.com/2018/01/ruta-6-paseo-el-calvario-el-ego-de-dos.html



[1] La Guasa es un estilo de merengue cañonero o rucaneado que se distingue por sus letras humorísticas.

[2] Cuando se reurbaniza El Silencio en los años de 1940, del total de 331 casas 42 eran prostíbulos, 32 expendios de licor y 49 casas de vecindad.

[3] Político militante del Partido Comunista Venezolano hasta el creación del partido Movimiento al Socialismo (MAS) en 1971, del que fue fundador. Guerrillero desde 1962 hasta la pacificación de Rafael Caldera (1916-2009) en 1969. En 1998 abandona el MAS y pasa a formar parte del partido Un Nuevo Tiempo opositor a Hugo Chávez.  

[4] Político y economista. Guerrillero desde el año 1962 hasta la pacificación durante el primer gobierno de Rafael Caldera en 1969. Militante comunista desde muy joven hasta el año 1971 en que funda el partido Movimiento al Socialismo (MAS) junto a otros, al que luego renuncia en 1998.

[5] Abogado y político. Fue uno de los fundadores del partido Acción Democrática junto a Rómulo Betancourt (1908-1981) y otros destacado personajes de la política.

[6] Fue la primera mujer reportera de un diario (Últimas Noticias) y la primera mujer en asumir la presidencia de la Asociación Venezolana de Periodistas.

[7] Para esa época era militante de la Juventud de Acción Democrática y tenía 20 años. Fue fundador del partido Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en 1960 y guerrillero desde 1962 hasta la pacificación ocurrida en el primer gobierno de Rafael Caldera. Cuando murió, militaba en el partido opositor Un Nuevo Tiempo.

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