Mostrando entradas con la etiqueta Pandemias. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pandemias. Mostrar todas las entradas

martes, 13 de octubre de 2020

Las peores epidemias de Caracas entre los siglos XVII y XXI

 


Tanto el mundo, como nuestro país,  han  transitado por enfermedades terribles que han diezmado a las poblaciones. Ahora que las epidemias y las pandemias están de moda, es interesante revisar cuáles han sido las más graves de la historia.

Enfermedades, epidemias y pandemias

Todas las enfermedades son causadas por microorganismos, que pueden ser virus, bacterias o parásitos. En algunos casos es necesario un vector para su transmisión, que generalmente es un insecto y, adicionalmente, muchos microorganismos se alojan en ciertos animales que son llamados huéspedes, para luego entrar en contacto con los seres humanos a través de diferentes vías.

Las grandes epidemias padecidas por  Venezuela han provenido de diferentes fuentes de contagio. En su mayoría han sido pandemias, aunque no decretadas por ningún organismo internacional porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) nace en el año 1948. La OMS fue fundada específicamente el 7 de abril –cuando se celebra el Día Mundial de la Salud- y su sede principal está en Ginebra (Suiza).

Según la OMS, para que una epidemia sea considerada pandemia debe presentar tres características: que el agente que causa la enfermedad sea desconocido hasta el momento; que la epidemia se extienda por más de un continente; y que se produzcan contagios locales, es decir, sin necesariamente tener contacto con personas de otros países, aunque la fuente original provenga del extranjero.

Peste de la "Puntada" – Año 1658

No se sabe con exactitud cuál fue la causa de que, a tan sólo 17 años del gran terremoto de 1641, en menos de un mes hayan muerto 2 mil personas de una población estimada en 8 mil habitantes. Muchos autores hablan de que se debió a la peste bubónica, sin embargo esto no cuadra con el reporte del gobernador de aquellos tiempos, que escribe al rey Felipe IV diciéndole que se había desatado una gran epidemia, cuyo síntoma principal era una puntada en el costado.

Cabría sospechar, porque además la mayoría de los que murieron eran habitantes de una zona específica, que haya podido tratarse del mal de Chagas, ya que, por inflamarse el hígado y el bazo se pueden presentar dolores laterales en el cuerpo. Esta enfermedad es transmitida por el chipo, que se alimenta de sangre, pero el Trypanosoma Cruzi, causante del mal, es un parásito cuyos huéspedes principales son los roedores.

El chipo extrae sangre de su huésped infectado, comúnmente una rata pero también otros mamíferos, y aloja el parásito en su sistema excretor. Posteriormente pica a los seres humanos y, simultáneamente, deja sus heces fecales, donde está el Trypanosoma Cruzi, cerca de la picadura; luego, cuando la persona se rasca, el parásito se introduce en su torrente sanguíneo y el individuo se convierte en un nuevo huésped.

El flagelo de 1658 se desata exactamente un 25 de julio, aniversario de la fundación de Caracas y día del Apóstol Santiago,  en un lugar ubicado entre la quebrada Caroata y el Cerro del Calvario, que era conocido como el barrio del vicio por toda la gente de mal vivir que allí se alojaba: de los 331 domicilios que existían, cuatro de cada diez eran prostíbulos, casas de vecindad habitadas por delincuentes y personas de dudosa reputación, pensiones de mala muerte, o lugares donde se vendía licor.

Para colmo de los males, en Caracas sólo existía un hospital y estaba destinado a los hombres. Éste era el de San Pablo, que había sido construido en el año 1602 al lado de la iglesia del mismo nombre, la cual estaba donde hoy se encuentra el Teatro Municipal. Posteriormente, en el año 1691, es cuando se inaugura, al poniente del primero, el hospicio y hospital Nuestra Señora de la Caridad para mujeres. Por lo tanto, los enfermos apenas podían recurrir a las iglesias a buscar un poco de consuelo y pronto los cementerios estuvieron abarrotados.

Del barrio del vicio sólo quedaron las almas en pena que ahuyentaron a los transeúntes durante muchos años, así como el recuerdo y un silencio sepulcral  que le otorgó a la zona el nuevo nombre de El Silencio.

Fiebre Amarilla – Año 1696

Esta epidemia es célebre en la historia, ya que de ella proviene el milagro del Nazareno de San Pablo, que fue sacado en procesión para que acabara con tan terrible mal. Al pasar por una de las esquinas donde había un limonero, la imagen se enredó con las ramas y comenzaron a caer los limones al suelo, los cuales fueron el remedio para la cura. A este árbol se le puso el nombre de Limonero del Señor y la esquina fue bautizada Miracielos.

En aquella época, la imagen del Nazareno de San Pablo se encontraba en el templo de su mismo nombre que había sido inaugurado en el año 1580; luego fue destruido por el terremoto de 1641 y vuelto a construir. Posteriormente, es demolido en el año 1880 por Antonio Guzmán Blanco (1829-1899) para erigir el Teatro Municipal, y en 1881 se estrena la actual iglesia de Santa Teresa cuyo nombre se debe a su esposa.

Desde aquel entonces, la iglesia de Santa Teresa, que fue elevada al rango de basílica en 1974,  alberga al Nazareno de San Pablo, y en una de sus esquinas exteriores está sembrado un nieto del  Limonero del Señor. Todos los Miércoles Santos el Nazareno sale en procesión, adornado con miles de orquídeas y seguido de sus devotos vestidos con túnicas moradas. Se cuenta que José Antonio Páez (1790-1873) le debía un milagro al Nazareno y, aun siendo presidente, se vestía de morado y realizaba la peregrinación.

Aunque no existen datos muy específicos acerca del inicio de esta terrible epidemia de fiebre amarilla en Caracas, al parecer había comenzado en septiembre de 1695 cuando un barco procedente de Las Antillas atracó en La Guaira; pero los mayores estragos sucedieron al año siguiente y murieron más de 2 mil personas de un población total de 6 mil habitantes.

En octubre de 1696, el obispo informa al rey Carlos II –El Hechizado- que los muertos ya no cabían en los cementerios, ni en las iglesias de San Pablo, San Francisco y San Mauricio. Igualmente, le participa que ha construido una nueva ermita en honor a Santa Rosalía, por ser la protectora de las pestes.

La fiebre amarilla debe su nombre a las altas calenturas que produce y al color amarillento que toma la piel del enfermo. También es conocida como vómito negro, ya que es una enfermedad hemorrágica y la sangre se acumula en el estómago, para luego ser expulsada. Cuenta la historia que, durante esta epidemia de Caracas, el problema de los vómitos era de una gravedad tal, que no permitía que los moribundos tomaran la última comunión antes de partir.

Este padecimiento es producido por un virus que se aloja principalmente en los monos, por lo cual es una enfermedad endémica tropical, y es transmitida por vectores que son los mosquitos Aedes y Haemagogus. Los monos no viven comúnmente en las ciudades pero, cuando una personas viaja a las zonas selváticas, puede ser infectada y luego traer el agente patógeno a la ciudad. Entonces, los mencionados zancudos, al picar al portador chupan su sangre y luego van contaminando a los demás individuos.

Viruela – Año 1764

Venezuela estuvo fuertemente afectada por la viruela durante toda la década de 1760,  surgiendo ésta como rebrote de un mal que ya era endémico a nivel mundial. El año 1764 fue especialmente grave, quedando la ciudad desierta ya que la mayoría de los habitantes emigraron a los campos huyendo del contagio. En Caracas murieron 1.000 personas durante el año 1764, y se calcula que 8.000 en el transcurso de los diez años, de una población estimada en alrededor de 18 mil habitantes.

No se sabe a ciencia cierta cuál fue la causa de la epidemia de viruela de la década de 1760 en Caracas, pero se cree que la misma tuvo su origen en los muchos barcos que llegaban desde España, ya que en aquella época ese país estaba viviendo una de sus peores etapas del flagelo y fueron años de especial actividad comercial por parte de la Compañía Guipuzcoana.

La viruela fue declarada como erradicada oficialmente por la OMS en el año 1979, pero es una enfermedad antiquísima; según el análisis de las momias egipcias, el mal puede datar del 10.000 a.C. El virus de la viruela se llama Variola y, según los análisis realizados, se aloja en algunos animales domésticos, como por ejemplo el ganado bovino; para su transmisión no es necesario ningún vector, sino que se produce por contacto directo con estos animales, para posteriormente pasar de persona a persona.   

La vacuna contra la viruela se inventa a finales del siglo XVIII y se pone en circulación a inicios del siglo XIX, llegando a Venezuela en 1804 por iniciativa del rey Carlos IV. El nombre de vacuna justamente proviene del término vacuno, ya que las primeras inmunizaciones fueron creadas a partir del ganado de esta especie, al ser observado que muchas mujeres dedicadas al ordeño, al entrar en contacto con las ubres de las vacas, adquirían la enfermedad.

Se calcula que la viruela, que fue apodada como “el ángel del muerte”,  acabó con el 10% de la población mundial a lo largo de su historia; fue uno de los mayores flagelos conocidos por la humanidad, tanto por el altísimo número de muertes  como por sus terribles consecuencias: los que se salvaban quedaban con marcas para toda la vida, además de ciegos y estériles en su mayoría. La tasa de letalidad de la viruela estaba alrededor 30%, y lo más grave es que afectaba principalmente a los niños pequeños, además de ser altamente contagiosa. 

La situación de esta década en Venezuela fue terrible, ya que se trató de una epidemia muy larga con gravísimas consecuencias, para lo cual no había remedio, aparte de que la situación hospitalaria no había mejorado. Seguían funcionando los dos únicos hospitales antiguos, conocidos como San Pablo y Nuestra Señora de La Caridad, además de unos cuantos lugares de beneficencia organizados por iniciativa privada y otros que se habían creado en los espacios adyacentes a las iglesias. Pero estos recintos eran más bien de recogimiento para evitar el contagio, porque en ellos existía poco o ningún quehacer científico.

En estos años se realizaron numerosas procesiones para pedir por la erradicación del mal, pero los santos se demoraron bastante en responder. Como dato curioso, el gobernador mandó a talar todos los árboles de Caracas, porque, según su teoría, a ellos se debía la enfermedad.

Cólera – Año 1854

El año 1854 es muy particular en la historia de Venezuela, especialmente por dos acontecimientos: el 24 de marzo el decreto de la abolición de la esclavitud, y el 13 de julio la muerte del Dr. José María Vargas (1786-1854), quien fuera Presidente de la República, Rector de la Universidad de Caracas, médico y destacado investigador con innumerables aportes científicos. Bajo su regencia como rector de la Universidad, se inaugura la Facultad de Medicina, que significó un gran avance para el país.

Aquel año fue el último de la presidencia de José Gregorio Monagas, ya que en octubre hubo elecciones y fue sucedido por su hermano José Tadeo. Existía durante este período una férrea censura de prensa, por lo que, cuando llegó la epidemia del cólera, sólo el gran número de muertos hizo advertir a la gente que algo grave estaba pasando. El ingreso de la enfermedad fue detectado el 19 de septiembre, a bordo de un barco procedente de Trinidad que llegó a La Guaira.

Ante la gran cantidad de afectados, la sabiduría popular, aparte de sacar a  Santa Rosalía en procesión, recomendaba baños de ron con vinagre, mantener el vientre abrigado con una faja de lana y no exponerse al frío. Pero pronto se hizo evidente que se trataba de una gran catástrofe sanitaria, ya que en poco tiempo murieron casi 2 mil personas de una población que llegaba a más o menos 55 mil habitantes.

El cólera es una infección ocasionada por una bacteria llamada Vibrio Cholerae, que produce diarrea líquida abundante y sin dolor, la cual es ocasionada por el consumo de agua o alimentos contaminados. Se propaga por contacto directo con heces fecales de las personas infectadas, o cuando se riegan los cultivos con agua que contenga el Vibrio Cholerae, así como al consumir pescados, mariscos o moluscos que provengan de lugares invadidos por la bacteria.

La enfermedad que llegó a  Caracas provino de una pandemia que había estallado hacía algunos años en el mundo, al parecer originada en India, por abundancia de aguas insalubres -que son los hábitats de la bacteria- en contacto con aguas de consumo humano. Para la época, la atención sanitaria era tan precaria como en la epidemia anterior ya que, el Hospital Vargas de Caracas, que fue lo que hizo cambiar la situación médica en la ciudad, sería inaugurado en 1891. Ante la gran cantidad de fallecidos y la carencia de lugares en los cementerios, los cadáveres comenzaron a yacer abandonados en las calles y caminos.

Peste Bubónica – Año 1908

En el año 1908, el primer caso de peste bubónica detectado en Caracas fue proveniente de una embarcación  que venía de Trinidad y que atracó en el puerto de La Guaira. Esta enfermedad, que se mantuvo activa hasta el año 1919, también dejó un saldo terrible en la población de la ciudad; no sólo por las muertes, sino por todas las medidas represivas tomadas por el dictador Cipriano Castro (1858-1924). No existen datos sobre las defunciones, seguramente porque todo lo concerniente al tema fue tratado herméticamente y ni siquiera se hicieron estadísticas.

Los síntomas de la peste bubónica son espeluznantes, ya que se inflaman los ganglios del cuerpo, especialmente de las ingles, axilas y cuello, y luego revientan arrojando una purulencia maloliente. Adicionalmente, la fiebre puede llegar hasta los 42 grados, por lo que los pacientes corren serio riesgo de sufrir una meningitis. Esta terrible enfermedad se transmite por una bacteria llamada Yersinia Pestis, que se aloja en los roedores y cuyo vector es la pulga, la cual se alimenta de la sangre del roedor y luego pica a los humanos infectándolos.

Cuando comienza la epidemia, un destacado médico del Hospital Vargas advierte el problema, pero es acusado de crear zozobra en la población y por tal motivo es enviado a la cárcel de La Rotunda. Luego se nombra al bacteriólogo Rafael Rangel, también del Hospital Vargas, que al parecer era cercano al régimen, para que llevar a cabo las investigaciones y recomendara ciertas acciones; entre éstas estuvieron: quemar las casas de algunos enfermos, cerrar los mercados, fumigar con azufre y cazar a todas las ratas para analizarlas.

A finales de 1908, Juan Vicente Gómez (1857-1935) le da un golpe de Estado a su compadre Cipriano Castro y toma el poder. Algo grave fue que no respaldó al bacteriólogo, quien se había comprometido a devolver el dinero a las personas cuyas casas había ordenado quemar. Adicionalmente, lo tildó de partidario de Castro y de no haber actuado diligentemente, y le negó una beca para especializarse en Europa, por lo que el joven doctor terminó envenenándose.   

Gripe Española – Año 1918

Se dice que la gripe española es el evento más dramático en materia de salud que ha vivido la humanidad. Por sus efectos devastadores, esta pandemia ha sido comparada con la Segunda Guerra Mundial, ya que se estima que murieron aproximadamente 50 millones de personas en el mundo en el transcurso de tan sólo dos años, específicamente durante el período  1918-1920. Estados Unidos fue el país más afectado, ya sólo allí se produjeron 675.000 víctimas fatales, cuya cifra significaba más que los soldados perdidos en todas las guerras juntas.

A pesar de su nombre, esta epidemia no se originó en España sino en Estados Unidos; el primer paciente fue un cocinero de un campamento de entrenamiento militar, que en marzo de 1918 amaneció con fiebre, dolor de cabeza y de garganta, y malestar general. Tres meses después ya la gripe se evidenciaba en la mayoría de los países de todos los continentes.  Especialmente hizo estragos en España, ya que en sólo dos días sólo una tercera parte de los madrileños quedaba sana, y de ahí provino su apelativo, ya que realmente su denominación científica es  Influenza H1N1 1918 (la letra H significa Hemaglutinina y la letra N quiere decir Neuraminidasa).

Para aquel momento, el microorganismo que generó la enfermedad era totalmente desconocido, y siguió siendo un misterio hasta que un científico sueco estudió, en el año 1951, los tejidos de cadáveres congelados, para llegar a la conclusión de que el virus tenía las características de los que se alojan en las aves y cuyos efectos se conocen como gripe aviar. Esta investigación la llevó a cabo en un pequeño pueblo de Alaska, donde habían muerto 72 de los 80 adultos que existían, los cuales fueron enterrados en una fosa común y quedaron congelados.

La gripe española llega a Venezuela en octubre de 1918. Mandaba Juan Vicente Gómez y el país estaba sumido en el más profundo atraso. Las tres cuartas partes de la población era rural, únicamente un pequeño porcentaje de los venezolanos sabía leer y escribir,  y diferentes tipos de enfermedades hacían estragos por todas partes. La capital no se salvaba de esta situación,  aunque al existir el Hospital Vargas, que había sido fundado en 1891, el tema de salud había mejorado sustancialmente respecto a las décadas anteriores.

Cuando llegó la pandemia, se tomaron rápidamente todas las medidas preventivas: comenzó la cuarentena, se cerraron todos los sitios de espectáculos, las reuniones y las fiestas fueron eliminadas, se suspendió el libre tránsito, se anularon los besos como modo de saludo, se paralizaron los medios de transporte, se nombró una junta médica que fue presidida por el Dr. Razetti,  y además se prohibió hablar de la enfermedad por la prensa.

En Caracas colapsaron los hospitales y hubo que instalar algunos de emergencias en casas, había más de cien velorios diarios, se agotaron las urnas y los puestos en el cementerio, los muertos aparecían tirados en las quebradas, y el Hospital Vargas tuvo que habilitar un terreno destinado a fosa común, donde se enterraban los cuerpos sin féretro, que se llamó y se sigue llamando “la peste”.

El resultado de la pandemia fue una cifra oficial de 25.000 fallecidos a nivel nacional, pero se cree que realmente alcanzó a más del doble del número reconocido.  Considerando el dato oficial, equivaldría al 1% de la población de aquellos años que estaba sobre los 2.5 millones de habitantes.  

Gripe Porcina y Covid-19 – Siglo XXI

Las dos grandes epidemias que han marcado al presente siglo son la conocida como Gripe Porcina y recientemente el Covid-19, de dimensiones mucho mayores que la  anterior.

H1N1 o Gripe Porcina - Año 2009

Este virus apareció en abril de 2009, existiendo discrepancias en cuanto a si sucedió en California (Estados Unidos) o en México. Fue una nueva cepa del virus conocido como A (H1N1) -llamado comúnmente influenza-  y a la enfermedad también se le denominó gripe porcina por descubrirse que estaba relacionada con cerdos, como huéspedes del microorganismo responsable. Se determinó que los cerdos eran portadores y el ser humano se contaminaba, no al comer su carne, sino por estar en contacto con ellos, para luego contagiarse de persona a persona.

Pero no todos los virus de la familia H1N1 son tan perjudiciales, de hecho las gripes estacionales regulares también están dentro de esta categoría. El peligro del nuevo virus era  que la enfermedad comenzaba como un resfriado común y luego se complicaba a nivel respiratorio. Por otra parte, este virus nunca antes había sido identificado en personas o animales, fue designado como A (H1N1) pdm19 y todavía está en estudio.

La pandemia fue declarada por la OMS en junio de 2009, ya que el virus se había extendido a 74 países de diferentes continentes. Se estima que en un año se infectaron 60.8 millones de personas en todo el mundo, y el total de fallecidos puede haber llegado a los 500 mil. En Venezuela, el primer caso fue detectado el 28 de mayo, en un joven de San Antonio de Los Altos que había viajado a Panamá. En total se reportaron, a lo largo de toda la pandemia, 4.844 casos confirmados, con 166 fallecidos, por lo que la tasa de letalidad fue del 3%.

Covid-19 – Año 2020

La década de 2020 sorprende a la humanidad con la aparición de un nuevo y poderoso virus, bautizado como Covid-19, que significa: coronavirus disease, con el número 19 indicando el año en que fue detectado. Pero su nombre científico es SARS-Cov-2, por pertenecer a una familia ya conocida, aunque en una versión totalmente original. Esta gama de  virus, llamados coronavirus por su forma de corona, fueron descubiertos en el año 1968, siendo una de sus principales características que causan graves afecciones respiratorias.

No se ha determinado totalmente el origen del Covid-19 pero se sabe que, por ejemplo los murciélagos, son portadores naturales de los coronavirus. Para la transmisión de la enfermedad no es necesario ningún vector, sino que ocurre cuando los humanos entran en contacto con los animales y luego se transmiten la enfermedad entre sí. Según información disponible, los primeros contaminados estuvieron relacionados con el mercado de Wuhan en China, donde se venden diversos tipos de especies salvajes sin ningún tipo de control sanitario.  

El Covid-19 fue declarado como pandemia por la OMS el 11/3/2020 y hasta el 9 de octubre de 2020 se contabilizan 37 millones de personas contagiadas en todo el mundo y un millón de fallecidos. En Venezuela, a  la fecha mencionada, oficialmente se reportan algo más de 81 mil casos positivos y 678 fallecidos, lo que arroja un índice de letalidad del 1%. Aunque parecería que lo peor ya ha transcurrido y se habla de una pronta disponibilidad de vacunas, aún no se puede llegar a conclusiones sobre esta pandemia. 

Fuentes:

 -BBC News Mundo (16/3/2020). Coronavirus: por qué Covid-19 se llama así y cómo se nombran los virus y las enfermedades infecciosas. Recuperado el 11/10/2020 dehttps://www.bbc.com/mundo/noticias-51912089

 -Briceño-Iragorry, L. y González, M. (2017). La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas. Researchgate (Diciembre, 2017). Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/321889945_La_salud_publica_en_Venezuela_su_evolucion_historica_estado_actual_y_propuestas

 -Capilla de San Pablo El Ermitaño (s/f). Recuperado el 11/10/2020 de http://www.angelfire.com/ar/artereligioso/pablo.html

 -Caracas Cuéntame Caracas (s/f). Después de 27 días de una terrible epidemia, “sólo quedó El Silencio”. Recuperado el 11/10/2020 de https://caracascuentame.wordpress.com/2016/07/13/despues-de-27-dias-de-una-terrible-epidemia-solo-quedo-el-silencio/

 -CDC. Centro para el Control de Estudios y la Prevención de Enfermedades (11/6/2019). La Influenza más mortal: historia completa del descubrimiento y la reconstrucción del virus de la pandemia de 1918. Recuperado dehttps://espanol.cdc.gov/flu/pandemic-resources/reconstruction-1918-virus.html

 -CDC. Centro para el Control de Estudios y la Prevención de Enfermedades (17/12/2019). Pandemia H1N1 del 2009 (virus H1N1pdm09). Recuperado de https://espanol.cdc.gov/flu/pandemic-resources/2009-h1n1-pandemic.html#:~:text=En%20la%20primavera%20del%202009,y%20el%20resto%20del%20mundo

 -Chacín, L. (1927). La Peste Bubónica en Venezuela. Octava Conferencia Sanitaria Panamericana (20/10/1927). Recuperado de https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/13847/v7n1p252.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 -Denís, M. (s/f). Una aproximación a la epidemia de peste bubónica de 1908 de Venezuela. Elucabista.com. Recuperado el 12/10/2020 de https://elucabista.com/2020/04/10/eshistoria-una-aproximacion-a-la-epidemia-de-peste-bubonica-de-1908-en-venezuela/

 -Evolución Histórica de la Población (s/f). Recuperado el 12/10/2020 dehttp://ance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/CC.1979.a.2.pdf

 -Jaimes, A. (2020). Crónica de días inciertos II. Fundación Cultural Bordes (22/5/2020). Recuperado de https://www.bordes.com.ve/cronicas-de-dias-inciertos-ii/

 -Kabbabe, S. (2019). La Pandemia de Gripe Española de 1918. Prodavinci  (23/03/2019). Recuperado de https://prodavinci.com/la-pandemia-de-gripe-espanola-de-1918/

 -1658 – Cronología de Historia de Venezuela (s/f). Recuperado el 11/10/2020 de https://bibliofep.fundacionempresaspolar.org/_custom/static/cronologia_hv/zoom/s17/1658-1.html

 -1696 – Cronología de Historia de Venezuela (s/f). Recuperado el 11/10/2020 de https://bibliofep.fundacionempresaspolar.org/_custom/static/cronologia_hv/zoom/s17/1696-1.html

 -Organización Panamericana de la Salud (OPS). Recuperado de https://www.paho.org/es/topics

 -Perozo, L. (2020). Cuando el cólera azotó a Venezuela. El Impulso (29/3/2020). Recuperado de https://www.elimpulso.com/2020/03/29/cuando-el-colera-azoto-a-venezuela/

 -Ramírez, M. (2020). Venezuela entre peste y peste. La Gran Aldea (26/3/2020). Recuperado de https://lagranaldea.com/2020/03/26/venezuela-entre-peste-y-peste/#:~:text=Ese%20primer%20brote%20devastador%20de,de%20mil%20muertos%20en%20Caracas

-Rojas, R. (2020). El Nazareno de San Pablo y el limonero: cuando la fe derrotó a la peste. El Estímulo (29/3/2020). Recuperado de https://elestimulo.com/el-nazareno-de-san-pablo-y-el-limonero-cuando-la-fe-derroto-a-la-peste/

 -Straka, T. (2020). Pandemia y Memoria. Prodavinci (31/03/2020). Recuperado de https://prodavinci.com/pandemia-y-memoria/

 -Vidal, L. (2020). La Viruela en Venezuela. Epidemias y defensa durante el siglo  XIX.  Academia Nacional de Medicina (6/8/2020). Recuperado de https://academianacionaldemedicina.org/publicaciones/ld-la-viruela-en-venezuela-epidemias-y-defensa-durante-el-siglo-xix-dr-vidal-rodriguez-lemoine-entrada-06-08-2020/


Lo conocido y lo secreto de Marcos Pérez Jiménez

Marcos Pérez Jiménez en 1952   Marcos Pérez Jiménez no escribió ninguna autobiografía, pero fueron muchas las entrevistas que concedió cuand...