La Parroquia San Juan, una de las
más populosas de la capital, está ubicada en el oeste de Caracas. Es
especialmente reconocida por ser la cuna del escritor, humorista y poeta Aquiles
Nazoa (1920-1976), quien la amó profundamente.
Nazoa nació en El Guarataro y algunos
de sus escritos se refieren a este barrio. Decía Aquiles que “las casas eran
serenísimas y profundas y olían a hierbabuena”. También cuenta que su niñez fue
pobre pero inmensamente feliz.
En este texto recogemos la mayor
cantidad de información disponible sobre la parroquia y algunos de los lugares
que la distinguen. Lamentablemente no existen cronistas que puedan contarnos más
sobre este sitio lleno de historia.
Contenido
- La Parroquia San Juan
- El Guarataro
- El Calvario
- Iglesia Nuestra Señora de Lourdes
- Maternidad Concepción Palacios
- Hospital Militar Doctor Carlos Arvelo
- Cárcel de El Obispo
La Parroquia San Juan
La Parroquia San Juan se crea
oficialmente el 22 de febrero de 1834 durante el mandato de José Antonio Páez (1790-1873),
con parte de lo que era la Parroquia de San Pablo. Sus dimensiones han cambiado
a lo largo de la historia. Ganó territorio durante el gobierno de Antonio Guzmán
Blanco (1829-1899) y en 1996 cedió una parte a El Paraíso.
Actualmente mide 3,8 kilómetros cuadrados y es la
séptima más pequeña de las 22 parroquias que tiene el Municipio Libertador. Sin
embargo, respecto al número de habitantes es la octava más poblada.
Considerando la relación entre su población y su superficie,
lo que quiere decir su densidad de población, se observa que San Juan tiene
28,028 habitantes por kilómetro cuadrado y es la cuarta del Distrito Capital en
base a este parámetro, lo cual la convierte en una de las parroquias más
populosas de Caracas.
En el siguiente cuadro detallamos las mencionadas
medidas por parroquia, tomando como base el censo de 2011.
PARROQUIA |
HABITANTES |
KM² |
DENSIDAD |
Candelaria |
66,486 |
1.23 |
54,054 |
23 de Enero |
77,344 |
2.31 |
33,482 |
Santa Teresa |
23,715 |
0.80 |
29,644 |
San Juan |
106,507 |
3.80 |
28,028 |
San Agustín |
38,476 |
1.59 |
24,199 |
La Pastora |
80,397 |
4.47 |
17,986 |
Catedral |
12,777 |
0.76 |
16,812 |
San José |
39,604 |
2.59 |
15,291 |
Santa Rosalía |
101,103 |
6.68 |
15,135 |
El Valle |
142,893 |
12.64 |
11,305 |
Altagracia |
47,922 |
4.47 |
10,721 |
El Paraíso |
109,622 |
10.79 |
10,160 |
La Vega |
123,863 |
12.64 |
9,799 |
San Pedro |
58,254 |
6.70 |
8,695 |
Antímano |
131,963 |
20.90 |
6,314 |
El Recreo |
112,809 |
18.10 |
6,233 |
Sucre (Catia) |
345,944 |
59.30 |
5,834 |
Caricuao |
138,659 |
24.80 |
5,591 |
Coche |
59,889 |
13.00 |
4,607 |
San Bernardino |
27,353 |
12.27 |
2,229 |
El Junquito |
50,470 |
52.52 |
961 |
Macanao |
47,851 |
131.40 |
364 |
TOTAL |
1,943,901 |
403.76 |
4,814 |
En cuanto a sus límites geográficos, éstos son:
- Norte: Parroquias Catedral y 23 de Enero
- Sur: Parroquia El Paraíso
- Este: Parroquia Santa Teresa
- Oeste: Parroquia El Paraíso
A pesar de no ser muy grande, la Parroquia San Juan
está compuesta por una considerable cantidad de urbanizaciones, barrios y
sectores, siendo los más representativos: Artigas, El Guarataro, La Línea, Los
Eucaliptos, Palo Grande y San Martín.
La historia de San Juan comienza en 1785, con la
solicitud al rey Carlos III por parte de los sacerdotes Capuchinos, para
construir una iglesia en honor a San Juan Bautista anexándole un hospicio destinado
a la caridad. El permiso fue concedido y la obra fue erigida, pero el terremoto
del año 1812 la destruyó.
Posteriormente se hizo una ermita más modesta y bastante
más tarde, en 1869, se inauguró la iglesia de estilo neoclásico que se puede
observar en la actualidad frente a la Plaza Capuchinos de la avenida San
Martín. Luego otro importante sismo más reciente, el de 1967, afectó las torres
y desde ese entonces no se tocan las campanas.
Por cierto que la plaza tuvo varios nombres a lo largo
del tiempo: Plaza del León desde 1776, Plaza Capuchinos a partir de 1785, Plaza
de Abril desde 1870, Plaza Zamora a partir de 1881, Plaza 19 de Abril desde
1959 y poco después Plaza Capuchinos nuevamente hasta el sol de hoy.
Cabe destacar que la Avenida San Martín, como hoy la
conocemos, fue inaugurada entre los años 1954 y 1955 por Marcos Pérez Jiménez (1914-2001),
ampliando la vía que ya existía. En diciembre de 1954 se estrena el tramo
comprendido entre las esquinas Angelitos y Alcabala, y en diciembre de 1955 el
que va desde Alcabala hasta La Quebradita.
Desde octubre de 1911, a raíz de un decreto de Juan Vicente Gómez (1857-1935), el tramo que corre desde la Esquina Alcabala, cercana a la
Maternidad Concepción Palacios, hasta Villa Arvelo, donde hoy está el Centro
Comercial Los Molinos, ya había tomado
el nombre de San Martín.
Antiguamente la vía era conocida como Camino Real de
La Vega y posteriormente como Carretera Occidental, ya que conectaba Caracas
con los Valles de Aragua pasando por Antímano, Las Adjuntas y Los Teques.
También fue llamada Camino de Antímano, Calle de San Juan y Calle del Triunfo.
A continuación haremos un recorrido por los sitios más
emblemáticos de esta importante y muy querida parroquia caraqueña.
El Guarataro
El Guarataro es el barrio más grande
y característico de San Juan. Sus habitantes son los propios representantes de
la parroquia y fueron los mayores exponentes de la Caracas de una época. Se
dice que en este barrio nació la música cañonera, muy de moda en los años de
1920, así como su hermana la Guasa[1].
También son típicos de San Juan el carato de arroz con
concha de naranja y los tambores que honran al santo negro. La fiesta se inicia
el 23 de junio con el tradicional velorio y se prolonga durante tres días. Esta
celebración es propia de los pueblos costeros aragüeños y mirandinos, pero en
Caracas la instauraron los guaratareños.
En los tiempos coloniales El Guarataro fue considerado
un arrabal, ya que estaba fuera del perímetro de Caracas que al oeste era
marcado por la quebrada Caroata, la cual actualmente corre embaulada por debajo
de El Silencio. Según los mapas del sector que se pueden ver en la WEB, hoy día
el barrio estaría delimitado de siguiente manera:
- Norte: Parroquia 23 de Enero
- Sur: Avenida San Martín
- Este: Avenida el Estanque y Estación del Metro Capuchinos
- Oeste: Avenida José Ángel Lamas y Barrio Los Eucaliptos
De acuerdo al Diccionario
Histórico del Español en Venezuela, “guarataro” proviene de guaratara. En
lengua caribe éste es el nombre de la piedra cuarzo o sílice con la que se
fabrican vidrios y espejos, que al parecer era muy abundante en toda zona. Por
esta razón existen calles, esquinas y barrios que se denominan “La Pedrera”.
El Guarataro es uno de los primeros barrios de
Caracas, gran receptor de migrantes venezolanos del interior del país, así como
de árabes, canarios, colombianos, dominicanos, martiniqueños, portugueses y trinitarios.
Una de las razones del porqué llegaban tantas personas es por la abundancia de
pensiones y casas de vecindad.
En el año 2007, un grupo de estudiantes de
arquitectura y estadística de Universidad Central de Venezuela desarrolló una
investigación junto con la Alcaldía del Municipio Libertador y determinó que
todavía existe una cantidad exacerbada de viviendas del tipo mencionado, las
cuales implican serios riesgos por sus condiciones.
Contribuyó a superpoblar el sector la inauguración del
Gran Ferrocarril de Venezuela, con su estación Palo Grande, por donde arribaba
la gente del centro del país. Y posteriormente con la reurbanización de El
Silencio[2],
ya que muchos se mudaron a El Guarataro por su cercanía. Esto colapsó los servicios y la inseguridad se
incrementó.
Conocido también como el
Ferrocarril Alemán, el Gran Ferrocarril de Venezuela funcionó entre los años
1894-1966. La estación central de Caracas estaba en Caño Amarillo, muy cerca de
la Villa Santa Inés, residencia de Joaquín Crespo (1841-1898). Allí se
encontraba con el Ferrocarril de La Guaira.
Luego seguía para la estación Palo Grande, ubicada a un costado de la Plaza Italia. Este ferrocarril fue una obra de gran envergadura, que significó hacer 86 túneles, 182 viaductos y 212 puentes. En uno de los laterales de la mencionada plaza, a partir de 1922 se comenzará a construir la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes.
La obra relacionada con el tren fue comenzada en el tercer
gobierno de Antonio Guzmán Blanco y se inauguró en el segundo período
presidencial de Joaquín Crespo. El Gran Ferrocarril de Venezuela cubría 23
estaciones desde Caño Amarillo (Caracas), hasta San Blas (Valencia), pasando
por Antímano, Las Adjuntas, Macarao, Los Teques y Maracay.
A pesar de las inmigraciones, hasta más o menos los
años de 1970 El Guarataro fue un lugar bastante tranquilo. Por otra parte, nunca
existieron los problemas de falta de agua y tanta basura acumulada como en la
actualidad, así como tampoco los azotes de bandas delictivas que últimamente el
sector está confrontando.
Existían casas hermosas en El Guarataro, que todavía
se conservan en la parte de abajo del barrio. Tienen la típica construcción
colonial con un patio interno rodeado de las habitaciones, paredes de bahareque
y techos de tejas. Dicen que una de las más bonitas era de la de Tomás Masa, quien
fue uno de los últimos cocheros de la ciudad.
Otras figuras conocidas del Guarataro, además Aquiles
Nazoa, son los cantantes Alfredo Sadel, Héctor Cabrera y José Luis Rodríguez,
la insigne bailarina Yolanda Moreno y el periodista Oscar Yanes. Aunque algunos
no hayan nacido propiamente en el barrio, se criaron en él o al menos
estudiaron en su escuela.
También vivió en El Guarataro Pompeyo Márquez (1922-2017)[3],
aunque era de Ciudad Bolívar, así como muchos otros destacados personajes de la
política, el periodismo y el deporte. Y no podemos olvidar a Ismaelito, patrono
de la Corte Malandra, quien murió el 2 de junio de 1963 a causa de una puñalada
por una pelea en el 23 de Enero.
El Calvario
El Calvario es el nombre por el
que todos los caraqueños hacen referencia al que fue bautizado Parque Ezequiel
Zamora en el año 2010. Mide 17 hectáreas y está ubicado entre las parroquias
San Juan y Catedral. Su altura sobre el nivel del mar es de 958 metros,
mientras que El Silencio tiene una altitud de 912 metros.
Tendríamos entonces una colina de 46 metros de altura,
lo que permite disfrutar de una vista privilegiada de la ciudad, especialmente
de las parroquias circundantes: San Juan, Catedral, 23 de Enero, La Pastora,
San José y Santa Teresa. Adicionalmente, es un pulmón vegetal para la zona y un
sitio ideal de esparcimiento.
Inicialmente, cuando este espacio fue inaugurado el 3
de abril de 1883, se llamó Paseo Guzmán Blanco en honor al presidente de la
época, quien lo construyó en su segundo período de gobierno conocido como el Quinquenio
(1879-1884). Luego, durante la primera presidencia Joaquín Crespo entre
los años 1884-1886 se hicieron varias reformas.
En ese momento pasó a llamarse Paseo de la
Independencia y las novedades más relevantes fueron la Capilla de Lourdes y el
Arco de la Federación. Pero todo el
mundo siguió refiriéndose a este lugar como El Calvario, que era el nombre del
cerro desde los tiempos de la Colonia, cuando constituía el límite oeste de la
ciudad.
Se dice que los españoles denominaban Calvario a
cualquier elevación que tuvieran cerca, en alusión a la crucifixión de Cristo.
En el caso de Caracas, parece ser que la idea proviene de Juan de Bohórquez,
obispo de Venezuela entre 1613 y 1619. En aquellos tiempos se hacían
peregrinaciones religiosas con velas hasta la colina.
En Semana Santa, el Viernes de Concilio salía la
procesión desde la Iglesia de San Jacinto de los padres dominicos y se rememoraba
el Vía Crucis pasando por El Calvario. Se llegaba a la ermita de El Calvario
subiendo por la Calle de la Amargura, la cual se alcanzaba después de recorrer
nueve cuadras.
Luego se caminaban otras seis manzanas para tomar la
Calle del Perdón, por donde se regresaba a la iglesia. La Calle del Perdón hoy
se conoce como Avenida Este 2, la cual pasa por el sur de la actual Plaza Bolívar y
lleva hasta la Esquina de San Jacinto. Era una procesión larguísima, que
comenzaba a pleno sol y terminaba en la noche.
La Ermita de El
Calvario estaba dedicada a la Virgen de Valvanera, conocida también como Virgen
del Roble y patrona de La Rioja (España). Según cuentan, cuando Antonio Guzmán
Blanco construyó su paseo la derribó y en este lugar ubicó su propia estatua, que
popularmente recibió el apodo de “El Mangazón”.
De acuerdo a los entendidos, el sobrenombre obedeció a
lo descomunal de la escultura, que medía 18 metros y se divisaba desde todos
los alrededores de El Calvario. Los estudiosos de la personalidad de Antonio
Guzmán Blanco, quien se hacía llamar “El Ilustre Americano”, concuerdan en que
éste padecía de megalomanía.
Ésta es una patología que se caracteriza por delirios
de poder y de grandeza, así como por la necesidad de constante adulación. En
Guzmán Blanco, esta condición es muy evidente, lo cual no le resta mérito en
cuanto a sus dotes intelectuales y su visión moderna. Guzmán Blanco le dio un
giro de 180° al país y su legado fue impresionante.
“El Mangazón” ya no se puede ver en El Calvario, porque
cuando Guzmán Blanco terminó su último período de gobierno en 1888 y se marchó
a París, la estatua fue derribada y partida en pedazos, al igual que otra que
era llamada “El Saludante” y estaba frente al Capitolio, así como la de su
padre en la Plaza San Jacinto.
El Ilustre Americano era muy aficionado a las
esculturas y en El Calvario se colocaron varias, entre ellas las de Cervantes,
Teresa de la Parra y Guaicaipuro. También existió una de Cristóbal Colón
instalada en el año 1894 durante el segundo mandato de Crespo, pero desapareció
en 2009 y nunca se supo de su paradero.
La idea de Antonio Guzmán Blanco era hacer una especie
de jardín botánico al estilo europeo, para lo cual contrató a un grupo de
paisajistas franceses. También creó un importante reservorio de agua, desde
donde luego se distribuía a toda la ciudad. A tal fin construyó un acueducto
desde el río Macarao, ubicado a más o menos 20 km.
Las majestuosas escalinatas blancas, que tienen 110
peldaños, se levantaron en el período 1882-1888 y la Capilla de Nuestra Señora
de Lourdes, que es diferente a la Iglesia del mismo nombre de la avenida San
Martín, fue inaugurada por Joaquín Crespo el 27 de abril de 1885 cumpliendo una
promesa de su esposa Jacinta Parejo.
La capilla de El Calvario es de estilo neogótico y fue
restaurada en el año 1982 después de permanecer muchos años cerrada. Existe una
leyenda sobre esta iglesia, que según dicen fue el motivo de su abandono.
Cuentan que el cura de la ermita se enamoró perdidamente de una muchacha, tuvo
relaciones con ella en la iglesia y luego se ahorcó en el mismo lugar.
En cuanto al Arco de la Federación, conmemora la
Guerra Federal (1859-1863) y se inauguró en 1895. Emula al Arco del Triunfo
francés y mide 22 metros de alto por 17 metros de ancho. Se ubica al norte de
El Calvario, que limita con el sector Caño Amarillo donde vivía Joaquín Crespo,
punto en el cual se abrió otra entrada hacia el paseo.
El parque cuenta con seis hermosas plazas: Simón
Bolívar, Ezequiel Zamora, Agustín Codazzi, Miguel de Cervantes, Teresa de la
Parra y La Estrella, además de los exóticos espacios denominados El Gazebo y El
Parnaso. Por otra parte, en sus caminerías todavía se pueden apreciar los mosaicos europeos y la
cerámica sevillana.
Iglesia Nuestra Señora de Lourdes
La iglesia Nuestra Señora de
Lourdes, ubicada en la Esquina Palo Grande de la Avenida San Martín, es una de
las siete iglesias de estilo neogótico que existen en Venezuela y la más
imponente de todas. Fue construida entre los años 1922-1936 por los sacerdotes
franceses de la congregación Hijos de María Inmaculada.
Estos curas llegan a Venezuela en el año 1903, a raíz
de que el 1° de julio de 1901 en Francia se había decretado la prohibición de
las congregaciones religiosas. Se hospedan en la Casa de las Hermanas de San
José de Tarbes, trasladadas desde la Parroquia San Juan al Paraíso en 1902, y
poco más tarde fundan el colegio francés.
Con apoyo de la Alianza Francesa de Caracas, el
Colegio de los Padres Franceses comienza en la esquina de Piñango en 1903, para
luego, en 1907, ser mudado a la esquina de Mijares a una edificación más
adecuada. En 1920 la institución deja de funcionar por disposiciones francesas
y los padres se van a la Parroquia San Juan.
Compran una humilde casa, casi en ruinas, en la
esquina de Palo Grande, la cual era la última cuadra habitada de la zona para
la época. Deciden erigir una capilla, que llevaría el nombre de Inmaculada
Concepción, frente a la Plaza Italia que ya existía. Es a partir de 1957 que la
iglesia comienza a llamarse Nuestra Señora de Lourdes.
Pero los sacerdotes no contaban con recursos, ni con
apoyo financiero, por lo que tuvieron que ingeniárselas para conseguir el
dinero. Una de las cualidades del templo es que se levantó sólo con la
contribución de los feligreses, quienes aportaban un centavo semanal para la
obra, además de participar en los bazares y rifas.
La iglesia fue diseñada por el padre Augusto Pavageau,
que sin saber nada de arquitectura hizo un estudio profundo de la obra de
Eugene-Emmanuel Viollet-le-Duc, un renombrado arquitecto del neogótico francés,
famoso por la restauración de la Catedral Nuestra Señora de París y otras
edificaciones importantes.
El templo tiene 38 m. de altura y cuenta con tres
naves: una central y dos laterales. Presenta un gran rosetón en su fachada y
dos torres muy ornamentadas que terminan en pináculos con agujas. Internamente
está adornado con grandes arcos ojivales y 25 espectaculares vitrales traídos
de Francia. Su altar mayor es de mármol italiano.
En la actualidad la iglesia presenta algunas grietas,
sufridas a consecuencia del terremoto de 1967. También ha sido afectada por
algunas filtraciones, por lo cual se ven manchas de humedad en algunas de sus
paredes. Por otra parte, en su entorno externo, que es la Plaza Italia, se
observa deterioro y abandono.
Maternidad Concepción Palacios
Una gran cantidad de caraqueños son sanjuaneros aunque no vivan en la parroquia, ya que en la Maternidad Concepción Palacios se registra un alto porcentaje de nacimientos de todo el Distrito Capital. Para el año 2006 aquí habían nacido 1.5 millones de niños, contando desde que la institución comenzó a funcionar en 1939.
En el año 1972 vieron la luz por primera vez 47.757 criaturas
en la Concepción Palacios, lo cual la ubicó como la maternidad más prolífica del
mundo. Sin embargo, según informaciones disponibles, el número de partos ha
bajado considerablemente debido a la crisis hospitalaria que sufre el país.
La institución se localiza en plena avenida San Martín.
Eleazar López Contreras (1883-1973) la inauguró el 17 de diciembre de 1938, aunque el
primer alumbramiento atendido ocurrió el 7 de enero del año siguiente. Su
nombre recuerda a la madre del Libertador Simón Bolívar, María de la Concepción
Palacios y Blanco.
Inicialmente fue una edificación de dos pisos, que
todavía existe, aunque ahora tiene tres ya que fue necesario ampliarla en 1946.
Iba a ser construida en La Pastora, pero sorpresivamente apareció un decreto de
López Contreras donde se ordenaba su obra en el lugar que hoy ocupa.
Según algunas fuentes, en esos predios hubo un
balneario de aguas termales, sin embargo no existe ningún historiador ni cronista
que lo confirme. El decreto presidencial se refiere a “la avenida San Martín,
en los terrenos comprendidos entre la calle de la entrada a los depósitos de
aseo urbano, la casa N° 361 y el río Guaire”.
La creación de la Casa de la Maternidad Concepción
Palacios, el cual es su nombre oficial, tuvo gran importancia en una ciudad que
comenzaba a crecer. Para el momento existían muy pocas camas destinadas a las
mujeres parturientas. Apenas unas cuantas entre el Hospital Vargas y la Cruz Roja Venezolana.
También estaba el Instituto Simón Rodríguez, un centro
municipal especializado en atención materna ubicado en El Conde, que
desapareció antes de 1945 cuando comenzó el proyecto de construcción de la Avenida Bolívar. Muchas mujeres daban a luz en su casa, lo cual implicaba
riesgos si algo no iba bien.
La “maternidad vieja”, como fue denominada después, contaba con 3.402 m² de construcción. La edificación tenía un gran patio central rodeado de amplios pasillos. A cada lado se ubicaban tres salas de hospitalización con doce camas cada una. En el segundo piso se replicaba el diseño, por lo que en total se contaba con 144 camas.
En la planta de
abajo también estaban las salas de partos y dos quirófanos, y el sótano cubría las
consultas y el área de ingreso, así como la cocina, lavandería, lencería,
farmacia y morgue. Pero pronto la capacidad del hospital se volvió insuficiente
y en la etapa perejimenista se planifica la “maternidad nueva”.
El nuevo edificio tiene ocho pisos y una capacidad de 496 camas. Con las camas de la antigua edificación, incluyendo el tercer piso que se hizo en 1946, el total disponible llegó a ser 711 camas, convirtiéndose en una de las maternidades más grandes del mundo.
La “maternidad nueva” comenzó a funcionar en 1958. Fue
concebida para ofrecer todas las especialidades y servicios de calidad para el
parto y la salud integral de la madre y el bebé. Adicionalmente, en 1988 se inaugura
otro edificio para consultas externas y en 2010 se crea el anexo Negra Matea
que agregó más especialidades.
Existe un informe de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) del 22 de febrero de 2022, referente a otro informe del
año 2019 donde se otorgaron medidas cautelares a las pacientes de la Maternidad
Concepción Palacios. En esta oportunidad se habían detectado fallas que ponían
en riesgo la vida de la madre y del niño.
Por ejemplo, ninguno de los cuatro ascensores
funcionaba y las pacientes usaban el de la basura, no había disponibilidad de
productos de limpieza para desinfectar las áreas, la mayoría de los baños
estaban clausurados por falta de agua, y de once pabellones de cirugía casi
todos se habían cerrado porque no se podía esterilizar los instrumentos.
Por otra parte, el 75% de las camas estaban
inoperativas, las mujeres tenían que llevar hasta las gasas si se iban a
hospitalizar y la comida era escasa. Apenas les deban arroz con zanahoria una
vez al día y no tenían servicio los fines de semanas. Todos estos problemas se
estaban reflejando en un incremento de mortalidad materna y neonatos.
Para el año 2022 la CIDH no había obtenido respuesta
de la institución y al parecer las condiciones no habían mejorado. No hay
información más reciente al respecto pero, por otras fuentes menos formales,
luce que no se han producido cambios. Además, la falta de recursos de los hospitales no es exclusiva de la Maternidad
Concepción Palacios.
Hospital Militar Doctor Carlos Arvelo
Este impresionante complejo
hospitalario se localiza en la urbanización San Martín, sobre la avenida José
Ángel Lamas. Está compuesto por dos grandes torres, de once y quince pisos respectivamente,
conectadas por otro edificio con un helipuerto en su terraza. Posee alrededor
de 14 escaleras internas y más de 20 ascensores.
Fue construido entre los años 1954 y 1959. Cuenta con
una capacidad estimada de 1.200 camas, 48 especialidades y todos los servicios.
Según opiniones autorizadas, su unidad de cuidados intensivos es, o al menos fue, la más moderna de
Latinoamérica. Presta atención gratuita a los militares y sus familiares, y provee algunos
estudios a bajo costo para los no afiliados.
En los terrenos que se destinaron al Hospital Militar anteriormente
estaba ubicado el Cuartel de Caballería Ambrosio Plaza, de gran significación
para la historia política del Siglo XX y donde por cierto se entregó el
presidente Isaías Medina Angarita cuando le dieron el golpe de estado el 18 de
octubre de 1945.
Anteriormente el Hospital Militar de Caracas estaba en
la esquina de Poleo. En este lugar comenzó a funcionar durante la presidencia
de López Contreras, quien en 1937 ordena remodelar edificaciones viejas que en
dicha esquina existían. Se inaugura en
mayo de 1938 con el nombre de Hospital Militar Naval Antonio José de Sucre.
Este edificio es demolido en el año 1957 por refacciones
urbanas y trasladado al piso 6 del Hospital Universitario de Caracas hasta que
estuvo terminado el actual Hospital Militar, que originalmente se llamó
Hospital Central de las Fuerzas Armadas. Posteriormente, en 1974, se decide darle el
nombre del primer médico militar de la historia de Venezuela.
Pero la historia del Hospital Militar comienza en
1867, cuando se le asigna un local en la Planicie de Catia, que posteriormente
pasó a ocupar el Asilo de Enajenados de Caracas. Luego Juan Vicente Gómez compró el Hospital Linares en 1910 y el Hospital Militar fue trasladado para esta nueva sede, que
es donde actualmente funciona la Cruz Roja Venezolana.
El Hospital Militar estuvo en el antiguo Hospital
Linares, ubicado entre las esquinas de Paradero y Cervecería de la Parroquia La Candelaria hasta que fue mudado para la Esquina de Poleo. En ese momento Eleazar
López Contreras remodela y acondiciona el edificio para cederlo a la Cruz Roja.
En el Hospital Militar actual se han dado varios escapes
de película por parte de presos políticos, que según informaciones son
recluidos en el piso 6 o 7 del ala norte. Uno de ellos es el caso de Teodoro
Petkoff (1932-2018)[4],
quien hablaba de una sala de presos en el piso 7, lo cual coincide con lo que
se sabe de otros traslados de reclusos.
En los tiempos de Rómulo Betancourt (1908-1981), Teodoro era
guerrillero. Fue capturado en Baruta en 1963 y llevado al Cuartel San Carlos,
donde ingirió sangre de vaca para vomitarla y así ser ingresado en el Hospital
Militar. Se fugó descendiendo a través de un cordón de nylon hasta la planta
baja donde su esposa lo esperaba en un carro.
En junio de 2020 se escapó de igual manera, bajando en
rapel pero del piso 6 según dijo, el sargento de la Guardia Nacional Darwin
Balaguera. Cuenta que lo ayudaron a huir
sus compañeros de la Operación Aurora. Había participado en la toma del
Batallón de Infantería de Selva en el estado Bolívar, donde fue herido en una
pierna.
También existe un piso, que es nueve del ala sur,
destinado a personalidades importantes. En él estuvo hospitalizado el presidente Hugo Rafael
Chávez Frías (1954-2013) luego de su regreso de La Habana el 18 de febrero de
2013, después de permanecer allí durante 72 días. Pero nadie logró verlo y existen
rumores acerca de su muerte.
Sólo una enfermera declaró que Chávez no llegó en
camilla ni en silla de ruedas, sino caminando. Los periodistas asediaban el lugar y recurrían a
estrategias para entrar al hospital, pero estaba prohibido su ingreso.
Igualmente, muy pocas personas de la institución tuvieron acceso al presidente,
quien oficialmente falleció el 5 de marzo a las 4:25 p.m.
Cárcel de El Obispo
La Cárcel de El Obispo, de diseño
pentagonal, fue ideada por el ingeniero Gustavo Wallis (1897-1979). Se terminó en
1930 durante el mandato de Juan Vicente Gómez pero, por alguna extraña razón,
no fue del agrado del dictador y nunca la destinó a presidio, sino que la usó
como depósito del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Toma su nombre del cerro El Obispo, que es la cumbre
del Barrio El Guarataro. A su vez, esta elevación es llamada así por el jesuita
catalán Mariano Martí (1721-1792), quien fue obispo de la provincia de
Venezuela en el período 1770-1792 y tenía una hermosa casa en este lugar, muy
cerca de donde se erigió la cárcel.
La prisión se pone en funcionamiento en junio de 1936
durante el gobierno de Eleazar López Contreras, luego de derrumbada La Rotunda.
En esa época la Cárcel de El Obispo era un paraíso comparada con lo que fue
después, durante la dictadura perejimenista, cuando se convirtió en un penal maloliente
y represivo.
Los presos que la inauguraron, como es el caso de
Gonzalo Barrios (1902-1993)[5],
hasta la recordaban con cariño. Contaban que recibían sus diarios en la mañana
y el alcaide de la prisión les brindaba cafecito. Tenían visitas y buena comida
que les llevaban sus familiares, y podían tomar el sol en la azotea durante una
hora diaria.
El Obispo tomó fama en la época de Pérez Jiménez
(1914-2001). Sobre todo por algunos reclusos que vivieron allí sus últimos momentos,
tales como Nereo Pacheco, torturador de La Rotunda; Eloy Tarazona, guardaespaldas
de Gómez; y Rafael Simón Urbina, quien secuestró y fue protagonista del magnicidio de Carlos Delgado Chalbaud.
Adicionalmente, el presidio recibió a numerosos intelectuales, así como a periodistas por publicar artículos que no eran del agrado de la dictadura, sobre todo en el período 1952-1957. Entre
ellos Oscar Yanes, director de La Esfera y muchos redactores del diario
Últimas Noticias y de la revista Élite.
También estuvo allí la escritora, política y luchadora
social Ana Luisa Llovera (1908-1999)[6],
quien fue encerrada junto a 68 prostitutas, ya que El Obispo era donde iban a
parar las “mujeres de la mala vida” cuando las arrestaban por algún motivo. En
esta ocasión se detuvo a Llovera por reaccionar ante el piropo vulgar de un
policía.
Uno de los últimos presos políticos de El Obispo fue
el abogado, escritor y político Américo Martín (1938-2022)[7]. Justamente
el 23 de enero de 1958, día de la huida de Marcos Pérez Jiménez en la “Vaca
Sagrada”, estaba de guardia en la escalera de cuerdas que los presos habían
fabricado para llegar hasta la alta ventanilla de la celda.
Contaba Américo que, para el momento, existían 200
reclusos distribuidos entre siete pabellones, lo cual da un promedio de más o
menos 29 en cada uno. No tenían derecho a recibir visitas ni a leer periódicos y
sólo se les permitía comprar algunas cosas en una pequeña cantina que había en el penal.
Desde el improvisado mirador, el entonces muy joven Américo
pudo ver el movimiento y el tiroteo en los barrios aledaños, percatándose así
de que algo grave estaba aconteciendo. Al poco rato, la cárcel fue invadida por
un grupo de estudiantes y gente del pueblo con banderas que sacó a los presos en
hombros.
La Cárcel de El Obispo fue demolida en 1959. El
trabajo comenzó el 8 de enero, cuando el abogado y profesor Edgar Sanabria
(1911-1989), presidente de la junta provisional de gobierno para el momento,
inició el acto simbólicamente con piqueta en mano. En la actualidad, donde
estaba la prisión hay un preescolar y una biblioteca.
Referencias:
-Comisión Interamericana de Derechos Humanos (27/2/2022). Resolución 11/2022 (seguimiento).
Disponible en https://www.oas.org/es/cidh/decisiones/mc/2022/res_11-22_mc_150-19_ve_es.pdf
-Correo del Orinoco (20/1/2013). El día de la caída de la dictadura estaba en una cárcel de Caracas. Disponible en http://www.correodelorinoco.gob.ve/americo-martin-sostiene-que-unica-insurreccion-civico-militar-venezuela-fue-23-enero/
-Correo del Orinoco (18/10/2018). Ser de San Juan no es cualquier cosa. Disponible en http://www.correodelorinoco.gob.ve/ser-de-san-juan-no-es-cualquier-cosa/
-Diario Contraste (20/6/2020). Sargento
Darwin Balaguera contó cómo escapó del Hospital Militar. Disponible en https://www.diariocontraste.com/2020/06/sargento-darwin-balaguera-conto-como-escapo-del-hospital-militar-video/
-Escalona, R. (Dr.) Revista de la Sociedad Venezolana de la Historia de
la Medicina (2006). Los antiguos
hospitales de Caracas. Disponible en https://revista.svhm.org.ve/ediciones/2006/1-2/art-3/
-Fundación Arquitectura y Ciudad (1/12/2013). 1988. Anexo de Consulta Externa de la Maternidad Concepción Palacios. Disponible en https://fundaayc.com/tag/maternidad-concepcion-palacios/
-Galindo, V. (S/F). Los Hijos de María Inmaculada en Venezuela: un poco
de historia. Disponible en https://www.incarnationweb.org/Region-Venezuela-330.html?lang=es
-Gall, N. (31/1/2021). Revista
Trópico Absoluto. Teodoro Petkoff. La crisis de un revolucionario profesional.
Disponible en https://tropicoabsoluto.com/2021/01/31/teodoro-petkoff-la-crisis-de-un-revolucionario-profesional-parte-i-anos-de-insurreccion/
-Institutional Assets and
Monuments of Venezuela (S/F). Centenarias del Guarataro: la Iglesia Nuestra Señora
de Lourdes y la Plaza Italia.
Disponible en https://iamvenezuela.com/2023/04/centenarias-del-guarataro-la-iglesia-nuestra-senora-de-lourdes-y-la-plaza-italia/
-Llovera, Ana (28/3/2023). “El Obispo” y la piqueta de la libertad. Disponible en https://camaradecaracas.com/la-camara-caracas-y-sus-historias/ocurrio-aqui/el-obispo-y-la-piqueta-de-la-libertad/
-Moya, F. (2017). La Caracas que
conocí. Caracas: Fundación Editorial el perro y la rana.
-Nazoa, A. (1983). El niño que yo
era. En Obras Completas Volumen III. Prosa Tomo I. (pp.45-48). Caracas:
Universidad Central de Venezuela. Ediciones del Rectorado.
-Nazoa, A. (1983). Aquellas Casas.
En Obras Completas Papeles Líricos Volumen II. (pp.194-198). Caracas:
Universidad Central de Venezuela. Ediciones del Rectorado.
-Nazoa, A. (1983). Pequeña
historia de los vehículos. En Obras Completas Prosa Tomo I. (pp.108-110).
Caracas: Universidad Central de Venezuela. Ediciones del Rectorado.
-Núñez, E. (2004). La ciudad de
los techos rojos. Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana, C.A.
-Padrón, M. (2008). El Guarataro
como caso de espacio en disputa. Disponible en https://trienal.fau.ucv.ve/2008/documentos/hp/HP-6.pdf
-Rutas Ecopatrimoniales (23/1/2018). Ruta
#6. Paseo El Calvario: El ego de dos presidentes. Disponible en https://rutasecopatrimoniales.blogspot.com/2018/01/ruta-6-paseo-el-calvario-el-ego-de-dos.html
[1] La Guasa es un estilo de
merengue cañonero o rucaneado que se distingue por sus letras humorísticas.
[2] Cuando se reurbaniza El
Silencio en los años de 1940, del total de 331 casas 42 eran prostíbulos, 32
expendios de licor y 49 casas de vecindad.
[3] Político militante del
Partido Comunista Venezolano hasta el creación del partido Movimiento al
Socialismo (MAS) en 1971, del que fue fundador. Guerrillero desde 1962 hasta la
pacificación de Rafael Caldera (1916-2009) en 1969. En 1998 abandona el MAS y
pasa a formar parte del partido Un Nuevo Tiempo opositor a Hugo Chávez.
[4] Político y economista.
Guerrillero desde el año 1962 hasta la pacificación durante el primer gobierno
de Rafael Caldera en 1969. Militante comunista desde muy joven hasta el año
1971 en que funda el partido Movimiento al Socialismo (MAS) junto a otros, al que luego
renuncia en 1998.
[5] Abogado y político. Fue uno
de los fundadores del partido Acción Democrática junto a Rómulo Betancourt (1908-1981) y otros destacado personajes de la política.
[6] Fue la primera mujer
reportera de un diario (Últimas Noticias) y la primera mujer en asumir la
presidencia de la Asociación Venezolana de Periodistas.
[7] Para esa época era militante
de la Juventud de Acción Democrática y tenía 20 años. Fue fundador del partido
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en 1960 y guerrillero desde 1962
hasta la pacificación ocurrida en el primer gobierno de Rafael Caldera. Cuando
murió, militaba en el partido opositor Un Nuevo Tiempo.
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