Rosalía es una parroquia llena de leyendas, aunque
se podría decir que más bien es una leyenda. Sobre esta rivera un poco olvidada
de Caracas hay cantidad de historias para contar y mucha gente ilustre que
destacar. Quizás ninguna otra parroquia ha dado tantos talentos.
En Santa Rosalía nacieron genios de diversos ámbitos tales como Francisco de Miranda (1750-1816), Antonio Pérez-Bonalde (1846-1892),
Rómulo Gallegos (1884-1969), Armando Reverón (1889-1954) y César Rengifo
(1915-1980), por mencionar sólo a unos cuantos.
Sirva este breve recuento histórico para rescatar algo
de la memoria de Santa Rosalía.
Contenido
- Breve historia de la parroquia
- Iglesia Santa Rosalía
- Algunas esquinas
- Puentes
- Casa del Santo Oficio y Palacio de Justicia
- Cementerio General del Sur
- Lincheros de Santa Rosalía
- Santa Rosalía en tiempos de Gómez
Breve historia de la parroquia
Esta parroquia se funda oficialmente el 5 de abril de
1795, con parte de lo que fue la Parroquia San Pablo que 81 años más tarde se
convertiría en la Parroquia Santa Teresa. Pero los orígenes de Santa Rosalía
datan de 1697, cuando el obispo Don Diego de Baños y Sotomayor promueve la creación
de una ermita.
La capilla se erige luego de que en 1696 se desatara
una terrible epidemia de fiebre amarilla, o vómito negro como también se le llamaba.
Los muertos no cabían en los cementerios y se enterraban en los campos. Debido
a que Santa Rosalía es la patrona de las enfermedades infecto-contagiosas, fue
invocada por la población.
La ermita estaba ubicada en un lugar despoblado y
lleno de arbustos, denominado la Sabana del Viento por la fuerte brisa del
noreste que allí soplaba. Este sitio se localizaba en los alrededores de lo que
actualmente es la Esquina del Viento, una cuadra al oeste de la Av. Fuerzas
Armadas y una cuadra al sur de la Av. Lecuna.
La zona cobra mayor auge cuando del 5 de julio de 1876
Guzmán Blanco inaugura el Puente Regeneración, mejor conocido como Puente
Hierro, el cual va a comunicar a Santa Rosalía con lo que hoy es El Paraíso, al otro lado del Guaire.
Este puente también unió el casco de Santa Rosalía con el sector llamado Las
Flores de Puente Hierro.
Hasta la década de 1950 Santa Rosalía era una zona de
casas coloniales, con portón, zaguán, recibidor, amplio patio central lleno de
árboles frutales, habitaciones en los pasillos de los costados, y un par de
grandes ventanas enrejadas, con postigos de madera, donde a veces se asomaban
las muchachas.
A partir de los años de 1960 se comenzaron a construir
edificios modernos, que se mezclaron con las viejas casonas. Actualmente aún
persiste este tipo de arquitectura, donde se observa una combinación de casas
coloniales con edificaciones que datan de la última mitad del siglo XX y algunas
más recientes.
Santa Rosalía fue una parroquia muy extensa. Hasta
1936 comprendía todo el territorio de la actual Parroquia San Agustín y hasta
el año 1994 la totalidad de lo que hoy es la Parroquia San Pedro, que abarca la
Ciudad Universitaria, el Paseo de Los Ilustres, la Plaza de Las Tres Gracias y
la Roca Tarpeya, entre otras zonas.
Actualmente Santa Rosalía posee una extensión de 6,68
Km², figurando en el décimo lugar de las 22 parroquias del Distrito Capital comenzando
por la más pequeña, pero el 37% de su territorio está ocupado por el Cementerio
General del Sur. Según el censo del año 2011 tiene 101.103 habitantes. Sus
límites son:
- Norte: Parroquias Catedral y Candelaria
- Sur: Parroquia El Valle
- Este: Parroquias San Agustín y San Pedro
- Oeste: Parroquias Santa Teresa, El Paraíso y La Vega
Iglesia Santa Rosalía
La Iglesia Santa Rosalía, ubicada entre las esquinas Santa
Rosalía y Candilito[1],
fue inaugurada en el año 1730, treinta y tres años después de construida la
capilla de la Sabana del Viento. La Esquina Santa Rosalía está a una cuadra de
la Avenida Lecuna bajando por la Esquina Velásquez, a tres cuadras al oeste de
la Av. Fuerzas Armadas.
La ermita original, erigida en 1697 para agradecer a
Santa Rosalía los favores ante la epidemia de la peste, fue la primera obra
religiosa importante de la zona. Según Requena, en 1708 esta capilla era de
tapias, estaba techada con tejas y no era tan pequeña. Tenía dos puertas, dos
ventanas, cinco altares y un campanario.
De acuerdo a Arístides Rojas, el viejo templo se había
deteriorado con el paso del tiempo, quizás por la humedad. Por otra parte,
estaba construido sobre el campo donde enterraron a los fallecidos víctimas de
la fiebre amarilla, lo que ponía una nota de acentuada lugubridad en el sitio.
Por estos motivos o por otros, se levanta una nueva
iglesia y también se decide hacer un pequeño convento para que fuera ocupado
por las Hermanas Carmelitas, quienes vienen procedentes de México instalándose
en 1732. Alrededor de este claustro existen curiosas leyendas que hablan de apariciones
y de sucesos extraños.
No se sabe por qué razón las monjas comenzaron a
sufrir alucinaciones y veían a hombres con barbas largas que trataban de abrir
sus celdas en la noche. Finalmente las hermanas deciden regresar a su país y
sólo una de ellas permaneció en Caracas. Vivió en una casa cercana a la
Catedral y luego se fue a la Esquina de Carmelitas[2].
Una posible causa de que el diablo se apoderara del
convento es que la piedra fundacional se colocó el 29 de septiembre de 1727,
día de San Miguel. Como es sabido, el Arcángel San Miguel peleó contra el
demonio, y quizás entonces este último se refugió entre aquellos cimientos.
En 1751 llega el gobernador Don Felipe de Ricardos
(1689-1761) y dispone que los regimientos que vienen con él, más los que ya residían
en Caracas, ocupen los espacios del convento que estaba abandonado. En 1756 se
desata otra vez la fiebre amarilla y ataca con furia a las tropas españolas, mientras
que no afecta a los nacidos en el país.
Más de uno vio a Santa Rosalía volar por los aires
envuelta en fuego. Los soldados clamaban misericordia, mientras que los vecinos,
que no podían dormir escuchando los gemidos de los moribundos, oraban para que la
Santa se apiadara de ellos. Sólo cuando Ricardos sacó a las milicias y se las
llevó para Catia cesó la enfermedad.
Al igual que el resto de las iglesias de Caracas, el
templo de Santa Rosalía fue refaccionado en varias oportunidades a consecuencia
de los movimientos telúricos. El Terremoto de Santa Úrsula, acontecido el 21 de
octubre de 1766, lo afectó levemente, pero quedó casi destruido el 26 de marzo
de 1812.
Luego del fatídico Jueves Santo de 1812, la iglesia se
terminó de reparar en 1818. Posteriormente, en el año 1900, cuando sobreviene
el Terremoto de San Narciso el 29 de
octubre, el templo se vuelve a dañar y se reinaugura en 1908. En cada refacción
la iglesia ha sufrido algunos cambios significativos.
Actualmente el templo de Santa Rosalía es de estilo
neoclásico. Tiene tres entradas de igual tamaño que dan acceso a tres naves,
con tres capillas en cada uno de sus laterales. El campanario es de cuatro
niveles y está ubicado en el costado derecho de la iglesia. También luce una
gran cúpula ovalada localizada en el mismo lado.
Algunas esquinas
Santa Rosalía tiene infinidad de esquinas con
cautivadoras historias relativas a su
nombre, de acuerdo a las personas que vivieron en ellas o debido a las
actividades que allí se realizaron. Existen muchas acerca de las cuales no se sabe
mucho y de entre todas hay seis que son o fueron especialmente conocidas.
Esquina El Tejar
El nombre de esta esquina proviene de una fábrica de
tejas que tenían los Frailes Dominicos en el sitio. En mayo de 1926 se inaugura,
en una vieja casona que había en dicha esquina, la primera emisora radial de
Caracas denominada AYRE. El día de su lanzamiento se instalaron potentes
cornetas en cada una de sus seis ventanas.
Entre los principales fundadores de la estación estuvieron el hijo mayor de Juan Vicente Gómez y su edecán, el Coronel Arturo Santana
(1884-1928). Posteriormente, en
1928, el dictador cierra la emisora y Santana muere al poco tiempo. Por
iniciativa de un ex empleado de AYRE, en 1930 aparece la Broadcasting Caracas,
que luego pasaría a llamarse Radio Caracas.
En los años de 1950 también funcionó en la Esquina de El
Tejar la emisora Radio Cultura, antecesora de YVKE Mundial. Esta esquina, que
estaba a una cuadra hacia el norte de la Esquina El Rosario, entre las actuales
avenidas Este 8 y Fuerzas Armadas, desapareció. Sobre ella actualmente se encuentra el
terminal del Nuevo Circo.
Esquina El Muerto
La historia de esta esquina tiene dos versiones un
poco distintas. Cuentan que, una mañana, un grupo de camilleros fue a recoger a
varios cadáveres que yacían tirados en la calle. Cuando los cuerpos estaban
apilados para llevarlos a enterrar, uno de ellos se incorporó asegurando que
estaba vivo, lo cual aterró a los socorristas.
Algunos dicen que esto ocurrió durante la Guerra
Federal (1859-1863) y otros afirman que la leyenda es anterior y que los hechos
acontecieron durante algunas de las epidemias o terremotos que azotaron a
Caracas, debido a que en el plano de la ciudad correspondiente a 1843 ya aparece
la esquina con este nombre.
La Esquina El Muerto fue muy famosa a mediados del siglo XX por
el restaurant Gallegos, fundado en 1947, que tenía fama de preparar las paellas
más deliciosas de la capital. El sitio sigue existiendo aunque ha perdido
relevancia. La esquina se localiza a una cuadra hacia el oeste de la Av.
Fuerzas Armadas y a dos cuadras al sur de la Av. Lecuna.
Esquina Gobernador
Se llama así porque en ella vivió, en una casona
amarilla, el General Brigadier Don Pedro Carbonell Pinto Vigo y Correa
(1720-1805), quien era natural de Málaga (España) y fue Gobernador de la
Capitanía General de Venezuela en el período 1792-1799. La Esquina Gobernador
se ubica a una cuadra hacia el oeste de El Muerto.
En la cuadra comprendida entre las esquinas Gobernador
y Candilito tuvo su casa el General Francisco de Miranda Rodríguez (1750-1816),
la cual por cierto fue invadida en octubre del año 2012 por un grupo de familias
“sin techo”. Seguramente estas personas desconocían el valor histórico de la
propiedad.
Miranda nació en la Esquina del Hoyo #4, que era el
antiguo límite entre las parroquias San Pablo y Santa Rosalía. Al lado de esta
casa Don Sebastián de Miranda Ravelo (1721-1791), padre de Francisco de
Miranda, tuvo su primer negocio de telas. Además, fue la primera vivienda de la
familia Miranda Rodríguez en Caracas.
Esquina Velázquez
Aún sigue estando aquí la Botica de Velázquez, fundada en
1877. Fue una de las primeras farmacias del país, donde además se recetaba y se
preparaban fórmulas. Ilustres médicos, tales como Luis Razetti (1862-1932),
José Gregorio Hernández (1864-1919) y Domingo Luciani (1886-1979) mandaban a
elaborar sus recetas magistrales en este local.
Cuando el Dr. Carlos Punceles puso la primera botica,
ya la esquina tenía el nombre de Velázquez. En el sitio donde originalmente
estaba la farmacia[3]
vivió un tal Domingo Velázquez, quien era muy conocido por ser profesor de
Latinidad en el Colegio Santa Rosa de Lima, cuya primera sede estuvo entre las
esquinas de Camejo y Colón.
Luego la botica pasó por diferentes propietarios,
entre ellos el famoso Salvador Álvarez Michaud, quien le vendió al padre del
dueño actual. El Jarabe Lamedor para la tos es uno de sus más recordados
productos, ya que todo el mundo iba a comprarlo. La esquina está sobre la Av.
Lecuna, tres cuadras al oeste de la Av. Fuerzas Armadas.
Carlos Delgado Chalbaud (1909-1950), hijo de Román Delgado
Chalbaud (1882-1929) y ahijado del dictador Juan Vicente Gómez (1857-1935),
nació en una de las casas ubicadas entre las esquinas de Velázquez y Santa Rosalía.
Esquina El Zamuro
El nombre de esta esquina proviene de un matadero, al
que los zamuros acudían atraídos por el olor. Dicen que el dueño del negocio
tenía la costumbre de lanzar cohetes desde temprano en la mañana, para anunciar
que había carne fresca. El lugar se conocía como la Carnicería del Zamuro.
Entre las esquinas de El Zamuro y Cruz Verde vivió María
Josefa Tinoco[4],
concubina del hermano de Simón Bolívar[5]. Muchos años más tarde en la
Esquina El Zamuro nació Rómulo Gallegos (1884-1969), en una humilde casa
ubicada sobre la Av. Este 8, cruzando la Av. Bolívar en dirección sur a la
altura del Tribunal Supremo de Justicia.
Esquina del Cristo
Dice la leyenda que aquí vivía un bodeguero mal
encarado y ladrón, al que los vecinos apodaban “el diablo”. Al morir, su alma
en pena merodeaba el lugar tomando la forma de un demonio, por lo cual los
pobladores de los alrededores decidieron colocar un Cristo en toda la esquina
para ahuyentar a la espantosa aparición.
Esta esquina se ubica sobre la Av. Fuerzas Armadas, a
una cuadra hacia el sur de la Av. Lecuna. Luego de inaugurado el Cementerio
General del Sur, por aquí pasaban los cortejos fúnebres en coches negros tirados
por caballos que venían del norte, los cuales al llegar a la actual Av. Principal
del Cementerio giraban hacia el oeste.
Puentes
Santa Rosalía era el límite sur de Caracas. Colindando
con el Guaire, la única forma de que la ciudad se expandiera era levantando
puentes que permitieran el paso de carruajes hacia el otro lado del río.
Entre 1873 y 1881 Guzmán Blanco (1829-1899) construyó los
puentes más importantes de Santa Rosalía. Uno en la Quebrada Cienfuegos y dos
sobre el Río Guaire, que fueron arrasados pocos años más tarde.
Según cuentan los cronistas, el peor desbordamiento en la historia del Guaire ocurrió en octubre de 1892 y se destruyeron todos los puentes del sur
de la ciudad. Luego de llover durante una semana seguida, el agua del río llegó prácticamente
hasta el centro de Caracas.
Puente Curamichate
Este puente, que con el tiempo desapareció, fue
construido sobre la Quebrada Cienfuegos. Se inauguró el 14 de agosto de 1873,
durante el primer período de gobierno de Guzmán Blanco conocido como Septenio[6]. El nombre del puente rememora
el Desembarco de Curamichate (Estado Falcón) y el triunfo de la Revolución de
Abril[7].
Dicho puente le dio nombre a la esquina, que anteriormente se llamaba La Hoyada[8], por la cual pasaba la quebrada. Era una hondonada que no
se podía atravesar entre el agua que corría y la basura que tiraban los
vecinos. Luego el lugar se convirtió en un sitio de paseo, con bancos para sentarse
a tomar el fresco.
El puente estaba decorado con hermosas columnas cuadrangulares
que se denominan pilastras y son típicas de la arquitectura gótica, a las
cuales coronaban jarrones de tipo etrusco. La Esquina Curamichate se sitúa en el
cruce de la Av. Lecuna con la Av. Sur 5 (antiguamente Calle Ustáriz) a una cuadra
hacia el oeste de la Av. Fuerzas Armadas.
Puente Hierro
El primer puente de hierro se inauguró el 5 de julio
de 1875. Según la Memoria del Ministerio de Obras Públicas (MOP), que fue creado
por Antonio Guzmán Blanco el 6 de julio de 1874, este puente medía un poco más
de cien metros de largo y tenía una altura de aproximadamente cinco metros.
El nombre original del puente era Regeneración, debido a la esquina
sobre la cual fue construido. Ésta se ubica sobre la Av. Oeste 18, muy cerca de
la Autopista Francisco Fajardo, a una cuadra hacia el oeste de la Av. Fuerzas Armadas.
La estructura era toda de hierro y se importó de Europa, ya que en aquella
época en el país no se manejaba esta tecnología.
El Puente Regeneración fue el primero que permitió pasar el Río Guaire
en carruajes tirados por caballos. Representó un gran avance, puesto que posibilitó
la expansión hacia el sur, incluyendo la zona conocida como Las Flores de
Puente Hierro y también San Agustín.
Pero a pesar de su fortaleza, la obra fue destruida por
la crecida de octubre del año 1892 y se tuvo que construir un nuevo puente, el cual
fue inaugurado en 1898 por el entonces presidente de la República Joaquín Crespo.
Posteriormente, en los años de 1950, se hace una nueva obra de acuerdo al trazado
de la Autopista Francisco Fajardo.
Puente Constitución
Fue llamado inicialmente Puente Sur 7, por su
ubicación. La obra se realiza durante el segundo período de Guzmán Blanco
denominado Quinquenio[9]. El decreto para la
construcción de “un puente de hierro y madera sobre el Río Guaire en la Calle
Sur 7” se emite en enero de 1880 y la obra se abre al público en abril del año
siguiente.
Este puente se situaba al final de la Avenida Sur 7, que
era el nombre de la actual Avenida Fuerzas Armadas. Con la crecida del Guaire
en 1892 la estructura se vino abajo y se hizo necesario levantarla otra vez.
Entonces tomó el nombre de Puente Sucre y se inauguró en 1895 durante la
presidencia de Joaquín Crespo.
En 1956, al construirse la Avenida Fuerzas Armadas, el
Puente Sucre se fabricó de nuevo. El 13 de noviembre, cuando faltaban pocos
días para la inauguración, un tramo se derrumbó causando una tragedia. Varios
obreros perdieron la vida y hubo muchos heridos. Sin embargo, Pérez Jiménez no
permitió retrasos.
Casa del Santo Oficio y Palacio de Justicia
El Santo Oficio comienza a funcionar en Caracas el 14
de septiembre de 1611[10], en tiempos de Felipe III
(1578-1621) y al poco tiempo de llegar el Capitán General García Girón de
Loayza, que gobernó en el período 1611-1616. Esta institución estuvo ubicada en
la Esquina Cruz Verde de Santa Rosalía.
De este organismo toma su nombre la mencionada esquina,
ya que la cruz verde era el símbolo de la Santa Inquisición española. Cuando se
iba a realizar un auto de fe, los familiares del reo estaban obligados a
realizar una procesión con una cruz verde que les era cedida por alguna iglesia
cercana.
Llegaban hasta el sitio donde se iba a celebrar la
ceremonia y depositaban la cruz en el estrado o cadalso. Una vez finalizado el
acto, continuaban con la procesión y la devolvían al templo. Pero en Venezuela
no existió ningún Tribunal de la Santa Inquisición y los funcionarios
únicamente se encargaban de vigilar.
También levantaban expedientes y los acusados eran
enviados a Cartagena de Indias a ser juzgados. Existe poca información al
respecto, aunque está documentado que algunos terminaron en la hoguera. Tal es
el caso del inglés Adán Edón, capturado en Cumaná en 1619 y acusado de herejía.
Edón era un marinero anglicano que se negaba a rezar y
cuando fue sometido a juicio no aceptó convertirse a la religión católica. Se
conocen otros casos que pasaron muchos años en mazmorras, como el mulato Juan
de Frías, que fue arrestado en 1669 y condenado a muerte, pero luego fue
perdonado y estuvo preso durante catorce años.
Famoso es el médico canario Juan Perdomo, acusado de
leer libros prohibidos. Además era muy hablador y sus conversaciones delataban
lo que leía, por lo cual fue considerado hereje y enviado a Cartagena en 1781.
Logró escapar pero fue atrapado en España, donde murió en 1800 luego de permanecer
muchos años en la cárcel.
En Venezuela, la mayoría de las acusaciones se
originaron por poseer textos no permitidos, que eran casi todos los no
católicos. Francisco de Miranda (1750-1816) fue uno de los más perseguidos. Se
salvó porque huyó a Estados Unidos y después a Francia en los tiempos de la
Revolución Francesa.
El grupo de funcionarios del Santo Oficio en Caracas
constaba de un comisario, un notario, un cuerpo que practicaba las detenciones,
y muchos espías que pertenecían a todos los estratos sociales. Existieron
funcionarios muy conocidos[11], dicen que uno de ellos,
de apellido Rodríguez, se casó con una hermana de Francisco de Miranda.
La siniestra casona de la Santa Inquisición tenía dos
entradas, por las actuales avenidas Este 8 y Sur 1. Una era para los numerarios,
entre cuyas funciones también estaba investigar la limpieza de sangre, y la
otra para el ganado y la servidumbre. La casa ostentaba una gran cruz verde en
su fachada, ya que este símbolo era su emblema.
De acuerdo al blog del arquitecto y artista plástico Napoleón
Pisani (1940-2013), esta cruz verde de bronce fundido, que mide 110 x 90
centímetros, pertenece actualmente a la Fundación John Boulton, cuya sede se
encuentra al lado del Panteón Nacional, Foro Libertador, casa número 3.
Contaba el mencionado artista plástico, quien trabajaba
como voluntario para la citada fundación cuando fue asesinado[12], que la cruz estaba
sepultada bajo los escombros de la Casa del Santo Oficio. Algunas informaciones
apuntan a que la estructura fue demolida en el año 1943 durante el gobierno de
Isaías Medina Angarita (1897-1953).
En la cuadra del frente hacia el norte, sobre la
Avenida Bolívar, actualmente se encuentra el Palacio de Justicia, el cual se
comenzó a construir en 1986 durante el período presidencial de Jaime Lusinchi (1924-2014), de acuerdo al
proyecto del arquitecto Carlos Gómez de Llarena (1939).
El complejo consta de dos edificios de cinco pisos, separados
por una plaza cubierta que mide 5.000 m². Las torres, que se terminaron entre los
años 1992 y 1993, se denominan Sur o Cruz Verde y Norte o Camejo. Ésta
es la sede de los tribunales mayores de Caracas y se localiza entre las parroquias de Santa
Rosalía y Santa Teresa.
Cementerio General del Sur
Este camposanto se localiza en el suroeste de la
Parroquia Santa Rosalía, cerca de la barriada de El Cementerio, al final de la
avenida principal del mismo nombre. Fue inaugurado por el entonces presidente de Venezuela
Antonio Guzmán Blanco (1829-1899) el 5 de julio de 1876. La mayor parte del
terreno se compró en 1875 siendo luego ampliado en 1889.
Los predios pertenecían a una hacienda llamada Tierra
del Jugo –quizás en alusión al cultivo de caña dulce- la cual se ubicaba en un
caserío denominado Rincón del Valle. La intención de abrir un nuevo cementerio
obedeció a una medida de profilaxis, ya que algunos de los existentes estaban
en pésimas condiciones de salubridad.
Según información proveniente del recuento que hace el
historiador Manuel Landaeta Rosales (1847-1920) en su libro “Los cementerios de Caracas: desde 1567 a
1906”, para el año 1876 sólo había seis camposantos oficialmente
operativos, en los que se prohibió seguir enterrando difuntos.
Cementerio del Este
Estaba ubicado en la Parroquia La Candelaria,
específicamente donde actualmente se encuentra el Liceo Andrés Bello, pero
también abarcaba sus inmediaciones. A partir de 1876 gran parte de su extensión
pasó a formar parte de la Hacienda El Conde.
Cementerio de los Canónigos
Cementerio de los Ingleses
Cementerio de los Alemanes
Aquí enterraban a los difuntos de origen alemán. Estaba al frente del Cementerio de los Ingleses y se conservaba mejor.
Ambos camposantos, el Inglés y el Alemán, fueron construidos debido a que no se
aceptaban a los no católicos en otros.
Cementerio de los Hijos de Dios
Se localizaba frente a lo que hoy es la Universidad
Católica Santa Rosa en La Pastora. Se inaugura en 1856 por iniciativa privada,
ya que el Cementerio del Este estaba saturado y el Cementerio San Simón (actual
Hospital Vargas) era inseguro.
Cementerio de Catia
Este camposanto quedaba contiguo al Hospital Militar
de Catia, ubicado en la Planicie desde el año 1867. Fue creado en los tiempos
del Mariscal Crisóstomo Falcón y estaba destinado únicamente a las Fuerzas
Armadas.
Estos eran los camposantos conocidos que existían y se
clausuraron al ser inaugurado el Cementerio General del Sur, primero llamado
Rincón del Valle y posteriormente Prado de María. Pero Caracas, entre las
epidemias, las guerras y los terremotos, tenía cementerios por todas partes.
Hay pruebas de que posteriormente se reabrieron y se
repararon algunos cementerios. Prueba de ello es que, en las Memorias del MOP de 1882,
aparece la construcción de la “Calle del Medio” en el Cementerio del Este: “con
rellenos, dos aceras de laja, empedrado total y cañerías de desagüe” (p.31).
El nuevo camposanto del sur fue una obra de arte. A su
entrada había una hermosa capilla de estilo neoclásico y se ubicaron 118
esculturas a lo largo de todo el cementerio. Decorativas baldosas adornaban sus
caminerías, además de bellas jardineras y muchas áreas verdes, en conjunto con
la espectacularidad de los panteones familiares.
Mediante un trazado de avenidas y calles, el
Cementerio General del Sur se dividió en seis áreas que tenían diferentes
precios, donde la más costosa era la parte central. Adicionalmente se consideró
el aspecto religioso para los entierros y, por otra parte, existía una zona
donde se ubicaba a los difuntos ilustres.
Aquí fueron enterrados personajes de la talla de Juan
Antonio Pérez Bonalde (1846-1892) y Armando Reverón (1889-1954), quienes
actualmente están en el Panteón Nacional; así como José Gregorio Hernández
(1864-1919), cuyos restos fueron trasladados en 1975 a la Iglesia N.S. de la Candelaria.
También está la tumba de Aquiles Nazoa (1920-1976) y los
mausoleos de Carlos Delgado Chalbaud (1909-1950), Joaquín Crespo (1841-1898),
Isaías Medina Angarita (1897-1953) y Rómulo Gallegos (1884-1969). Pero los tres
últimos están vacíos, ya que fueron profanados y sus huesos desaparecieron al
igual que muchos otros.
El Cementerio General del Sur está lleno de
leyendas. Existen dos tumbas particularmente interesantes, que son las de María
Francia y la de Ismael Sánchez. En la primera los estudiantes colocan sus
libros y medallas como ofrendas, mientras que a la segunda acuden los padres para
pedir que sus hijos se alejen del mal camino[13].
Acerca de la historia de María Francia (1905-1920)
existen varias versiones. La que prevalece es que era una joven muy inteligente
y estudiosa, a la que los padres obligaron a casarse. Dicen que fue mordida por
una serpiente el día de su boda, mientras que armaba un ramo con flores de su
jardín.
En cuanto a Ismaelito, a veces se confunde con otro.
Se sabe que vivía en el Guarataro y que murió en 1963 acuchillado durante una
pelea en el 23 de enero. Algunos afirman que nació en 1941. Preside la Corte
Malandra y protege a las personas que le imploran, ya que nunca fue un mal muchacho
a pesar de su conducta delictiva.
Lincheros de Santa Rosalía
Los Lincheros conformaban un cuerpo paramilitar armado
con palos y piedras, que aterrorizaba a los opositores de José Ruperto Monagas
(1831-1880) quien era el cabecilla. Empezaron como un grupo de filiación partidista
denominado Sociedad Política y Religiosa
de Santa Rosalía, pero terminaron siendo sumamente violentos.
El principal enemigo era Antonio Guzmán Blanco, que
tenía mucha influencia y manejaba con arte los hilos del poder. Al poco tiempo
de triunfar la Revolución Azul, que hizo aparecer de nuevo a los Monagas, el
que se convertiría en Ilustre Americano había regresado de Europa, lo cual
representaba un serio peligro.
Una de las más recordadas actuaciones de los Lincheros
de Santa Rosalía ocurrió la noche del 29 junio de 1869, cuando colocaron
carteles por toda la ciudad convocando a los pobladores para que ahorcaran a los
partidarios de Guzmán Blanco. También fueron hasta la casa de Antonio Leocadio
Guzmán y lo amenazaron.
Los Monagas procedían de una familia ganadera pudiente
del oriente del país. Luego de que José Antonio Páez catapultara para la Presidencia a José Tadeo, padre de José
Ruperto, se había instaurado una política nepótica centrada en la familia Monagas, en la que
José Tadeo y su hermano José Gregorio Monagas (1795-1858) se
turnaron en el gobierno durante diez años[14].
El último período, que era de José Tadeo, no pudo ser
concluido porque conservadores y liberales se aliaron para acabar con el
nepotismo, lo cual sucedió en 1858[15]. Pero la Revolución Azul
también fue un acuerdo de ambos bandos, para terminar con el mandato de Crisóstomo
Falcón (1820-1870) que pretendía perpetuarse en el poder.
La Revolución Azul fue comandada por José Tadeo
Monagas, ya con 84 años, con su hijo José Ruperto y su sobrino Domingo[16] a la cabeza. El
movimiento triunfa en junio de 1868 y José Tadeo muere en noviembre del mismo
año, siendo entonces su hijo José Ruperto elegido como Presidente de Venezuela por el congreso.
Lo más apoteósico de los Lincheros sucedió el 14 de
agosto de 1869. Guzmán Blanco organizó una gran fiesta en su casa, que en
aquella época estaba en Carmelitas, a la cual invitó a la alta sociedad de
Caracas. A las nueve de la noche, él y su esposa Ana Teresa Ibarra (1847-1913)
ya estaban listos para el recibimiento de los agasajados.
Entonces aparecieron las hordas tirando piedras, e
impidiendo a palo limpio que los invitados entraran en la casa. Los músicos
huyeron despavoridos y la gente se tuvo que refugiar en las viviendas vecinas
presas del terror. Llamaron a la policía, pero ésta se demoró en llegar y
finalmente no detuvieron a nadie.
La fiesta se suspendió y además, debido a las amenazas
que recibieron Guzmán Blanco y su padre, tuvieron que abandonar el país a la
mañana siguiente. A los pocos días los Lincheros asaltaron la residencia de Wenceslao
Urrutia[17], quien escapando por el
patio para pasar a la casa de al lado sufrió un infarto.
Pero los desmanes de los Monagas y sus secuaces duraron
poco. Guzmán Blanco, que se había refugiado en Curazao, dirigió una invasión que
tuvo un importante respaldo. Desembarca en Curamichate[18] (Coro) y el 27 de abril
de 1870 las tropas entran a Caracas haciendo que José Ruperto renuncie. Ésta
fue la Revolución de Abril.
Santa Rosalía en tiempos de Gómez
En Santa Rosalía residieron muchos altos personeros
del régimen gomecista. Entre ellos el Dr. Victorino Márquez Bustillo,
presidente títere provisional puesto por Gómez para el período 1914-1922. Victorino
tenía una casona entre las esquinas de Pinto y Miseria.
También vivía en Santa Rosalía Rubén González, Ministro
de Gómez, entre las esquinas de Pinto y Viento, así como Isaías Medina Angarita
entre las esquinas de Cristo e Isleños. Y de Sordo a Peláez tenía su residencia
el General Uslar, padre de Arturo Uslar Pietri.
Una persona que vivió en este vecindario toda su vida,
y que por cierto trabajó en la Botica de Velázquez, aseguraba que el mismo Juan
Vicente Gómez tenía una mansión en Santa Rosalía, donde a veces se quedaba
cuando estaba en Caracas.
Ya nos hemos referido a la vivienda de Román Delgado Chalbaud,
quien fue Comandante de la Armada y compadre de Gómez, aunque luego estuvo
catorce años preso en la Rotunda con pesados grillos y sometido a crueles
vejámenes.
Entre las esquinas de Díaz y Peinero estaba el Teatro
Pimentel, cuyo dueño era el General Antonio Pimentel. A partir de 1936 este
teatro abrió con el nombre de Coliseo y posteriormente fue demolido en 1954.
El Teatro Pimentel fue saqueado cuando murió Gómez, al
igual que varias de las casas de los afectos al régimen. Y los mencionados son
sólo una pequeña muestra, porque hubo muchos más destacados personajes partidarios del Benemérito
que vivieron en Santa Rosalía.
Famosa es la historia sobre el asesinato del Gobernador
Matas Illas a manos de Eustoquio Gómez, primo de Juan Vicente, en el bar Bois
de Boulogne de Puente Hierro, lugar favorito de los borrachos con dinero de
Caracas.
Eustoquio era sumamente violento y odiaba a Cipriano
Castro. Apenas se pasaba de tragos comenzaba a disparar al aire gritando vivas
a favor de su primo Juan Vicente. Eso fue lo que hizo al llegar al bar de
Puente Hierro, por lo que alguien avisó a la policía.
El Prefecto se dirige al sitio con doce patrullas,
cuando se entera el Gobernador Matas Illas, quien acude personalmente al bar y
muy educadamente le pide a Eustoquio que se retire. Este último ofrece una
botella de champaña al gobernador, quien acepta.
Cuando están bebiendo, alguien grita desde la puerta que es una trampa
y que los policías están afuera, por lo que Eustoquio saca la pistola y le
propina cinco tiros en el pecho a Matas Illas, quien muere al instante. Esto
sucedió el 27 de enero de 1907.
Aunque intenta huir, atrapan al primo del dictador y
se lo llevan para la Rotunda. Posteriormente lo condenan a quince años de prisión,
pero Juan Vicente Gómez le da un golpe de Estado a su compadre Cipriano Castro
en el año 1908 y entonces cambia la vida de Eustoquio.
Gómez libera a su primo y con un nombre falso lo envía
como alcaide de presos al Castillo de San Carlos[19]. Cuando fallece el Benemérito
en 1935 y asume el poder López Contreras, al poco tiempo Eustoquio Gómez es asesinado en el Palacio de la Gobernación de Caracas, ubicado en la Esquina Principal, lo cual ocurre en muy extrañas circunstancias.
Referencias:
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Palibrio.
-BBC News Mundo (2013). Historiador venezolano muere en un intento de robo.Disponible en https://www.bbc.com/mundo/ultimas_noticias/2013/02/130215_ultnot_historiador_vinezuela_dp
-Cámara de Caracas (S/F). Calles de Caracas en 1821. Disponible en https://camaradecaracas.com/la-camara-caracas-y-sus-historias/por-aqui-pasaron/calles-de-caracas-en-1821/
-De la Cruz, L. (2011). Calle de la Cruz Verde: recuerdo de la Inquisición. Disponible en https://www.eldiario.es/madrid/somos/malasana/calle-de-la-cruz-verde-recuerdo-de-la-inquisicion_1_6414918.html
-Elschning,
H. (2003). Santiago de León de Caracas.
Una Guía Práctica Histórica-Cultural para caraqueños y visitantes. Disponible
en https://bibliodor.files.wordpress.com/2012/03/parroquia-santa-teresa.pdf
-Landaeta, M. “Los cementerios de Caracas: desde 1567 a 1906”. Disponible enhttps://hectorucsar.files.wordpress.com/2013/10/cementerios-de-caracas-1567-1906.pdf
-Moya, F. (2011). La
Caracas que conocí. Fundación Editorial El perro y La rana.
-Pisani, N. (2012). Cruz de la esquina “Cruz Verde”. Disponible en https://escritosdeunsalvaje.blogspot.com/p/cruz-de-la-esquina-cruz-verde.html
-Requena, N. (2007). Estudio histórico sobre el
patrimonio pictórico y escultórico colonial conservado en la iglesia de Santa
Rosalía de Palermo en Caracas. Disponible en http://saber.ucv.ve/bitstream/10872/1893/1/Santa%20Rosal%C3%ADa.pdf
-Rojas A. (1999). Crónica de Caracas. Ediciones
El Nacional.
-SantaRosaliaCCS (S/F). Casco Central de la Parroquia Santa Rosalía. Disponible en https://santarosalia.es.tl/Esquinas.htm
-Sosa, P. (2008). Persecución
inquisitorial de los libros prohibidos en la Venezuela Colonial. Disponible
en https://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-00872008000100006
-Stratthaus, C. (2000). Recopilación
y análisis de información de la cuenca del Río Guaire. Disponible en http://biblioteca2.ucab.edu.ve/anexos/biblioteca/marc/texto/AAN8406.pdf
[1] No confundir con la Esquina Candilito de La Candelaria.
[2] El Convento de las Carmelitas Descalzas en Altagracia (Esquina de
Carmelitas) es ocupado en 1736 estando aún en construcción y se inaugura en
1740.
[3] Originalmente estaba en el ángulo sureste de la esquina.
[4] Nació en 1788 y murió en 1853. Tuvo tres hijos que llevaron el apellido
Bolívar.
[5] Se llamó Juan Vicente Bolívar Palacios. Nació en 1781 y murió en el año
1811 en un naufragio cerca de las Islas Bermudas.
[6] 1870 a 1877
[7] Guzmán Blanco desembarca en Falcón y saca del poder a los Monagas.
[8] No confundir con La Hoyada de la Av. Universidad.
[9] 1879 a 1884
[10] Fue abolida en Venezuela por decreto del 22 de febrero de 1813.
[11] Al parecer Simón Bolívar El Mozo (1569-1629) fue uno de los primeros
comisarios de la Inquisición en Caracas.
[12] Cuatro sujetos pretendían robar una colección de monedas antiguas.
[13] También la visitan los malandros.
[14] De 1848 a 1858.
[15] Revolución de Marzo.
[16] Domingo Monagas (1840-1902) era hijo de José Gregorio Monagas.
[17] Abogado y político, protagonista de un suceso altamente polémico.
[18] De aquí proviene el nombre de un puente y una esquina en Santa
Rosalía.
[19] Lago de Maracaibo.
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