En la Europa de la
primera mitad del siglo XX se manifestaron movimientos políticos que
desembocaron en gobiernos totalitarios, los cuales cambiaron el devenir
histórico, tanto del continente europeo como del mundo.
¿Cómo hombres de carne y hueso pudieron
imponerse, dominar a las masas e instaurar regímenes que inspiraron terror?
¿Existe alguna predisposición humana que
lo haya permitido? Es un interesante fenómeno que ha sido analizado.
Muchos años después de haber desaparecido los líderes
políticos que protagonizaron los acontecimientos iniciados con el triunfo de la Revolución de Octubre de
1917 en Rusia, seguidos de célebres dictaduras y la Segunda Guerra Mundial, aún
existen múltiples heridas abiertas por los terribles sucesos acaecidos en este
período.
Igualmente, todavía hay personas que se declaran fieles partidarias de las ideas de los hombres
claves de esta parte de la historia, que minimizan o tratan de obviar ciertos episodios
de la misma.
Mucho se ha escrito sobre los penosos capítulos vividos
por millones de seres humanos, víctimas de la represión generada por los
regímenes que se impusieron; menos sobre cuáles fueron las ideas y los móviles que
impulsaron a los protagonistas de los
eventos.
INDICE DE CONTENIDO 1.
Ideas y paradigmas. 1.1. Johann
Gottfried Herder. 1.2. Georg Wilhelm Friedrich Hegel. 1.3. Charles Robert Darwin. 1.4. Karl Heinrich Marx. 1.5. Giovanni Gentile. 2.1. Comunismo. 2.2. Fascismo. 2.3. Nazismo. 3.
Psicología del dictador. 3.1 Psicoanalistas: Sigmund
Freud. 3.2 Neurólogos: Seth David Norrholm. 3.3 El arquetipo: Carl Jung. 4.
Vidas y perfiles de los dictadores famosos. 4.1. Vladimir Ilich Uliánov
(Lenin). 4.2. Iósif Vissariónovich
Dzhugashvili (Stalin). 4.3. Benito Amilcare Andrea
Mussolini. 4.4. Adolf Hitler. 5.
Control de Masas: Gustave Le Bon. |
1. Ideas
y paradigmas.
“Las
ideas no son responsables de lo que los
hombres hacen con ellas”.
Werner Karl Heinsenberg
(1901-1976)
Uno de los pensadores que mayormente constituyó la base
para el fundamento teórico de los movimientos
políticos, que a partir del año 1917 desembocaron en regímenes totalitarios, fue Hegel. Los postulados de este filósofo
sirvieron de sustento, tanto para la teoría de Karl Marx, como para el fascismo
de Benito Mussolini.
Por otra parte, Giovanni Gentile es un filósofo
neo-hegeliano poco conocido; sin embargo fue de gran relevancia para la
concepción del fascismo ya que, junto a
Benito Mussolini, concibió la doctrina de este movimiento.
Igualmente, los conceptos de Herder, así como las
investigaciones llevadas a cabo por Charles Darwin, que originaron su teoría de
la evolución, fueron importantes insumos para que el nazismo tuviera un
respaldo filosófico y científico en cuanto a su pensamiento de que existía una
raza superior.
1.1. Johann
Gottfried Herder (1744-1803)
Herder fue el filósofo, teólogo y crítico literario de
origen polaco que se interesó por primera vez en estudiar la relación de la
especie humana con su medio natural, por lo cual se le considera el padre de la
antropología.
Postuló que el desarrollo dependía del medio ambiente
pero, una vez que la etnia había adquirido sus particularidades, éstas
permanecían fijas e inmutables. En base a ello, llegó a la conclusión de que
existían diferentes razas y que cada una de ellas tenía su propio ideal de
vida.
Para Herder, el centro privilegiado de progreso era
Europa, por sus condiciones climáticas y geográficas, y sólo en este continente
el hombre era un ser verdaderamente histórico, mientras que del resto del mundo
provenían culturas estáticas que nunca contribuirían con el avance de la
civilización.
1.2.
Georg
Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831)
Hegel fue un filósofo idealista alemán
que desarrolló una original teoría acerca del progreso de la Historia, considerando que la evolución de la especie
humana no dependía de la naturaleza, sino de la voluntad del hombre y de sus
pensamientos.
Por lo tanto, según
Hegel, el estudio de la Historia no era tanto conocer los acontecimientos que
sucedieron a causa de la acción de los hombres, sino comprender lo que ellos pensaban
y por qué lo hicieron, lo que se constituyó en una nueva disciplina denominada
Filosofía de la Historia.
Pero lo más relevante de sus ideas, utilizado igualmente por el marxismo y por el fascismo, fue su
concepto de la dialéctica: relación que se establece entre las mentes pensantes
y los eventos de la realidad, donde cada etapa depende de la solución a las
contradicciones de las circunstancias anteriores.
Darwin, biólogo naturalista y geólogo inglés, es el autor de la obra: “El origen de las especies por medio de la selección natural, o la
preservación de las razas preferidas en la lucha por la vida” (1859), cuyo
título completo ya se explica por sí mismo. Esta obra es conocida como “El origen de la especies”.
Charles Darwin viajó durante cinco años consecutivos a
bordo del Beagle y llegó a muchas conclusiones importantes para la época,
siendo una de ellas que cada especie reproduce a más individuos de los que
pueden subsistir, lo que ocasiona una lucha por los recursos donde sólo sobreviven
los más fuertes.
Los postulados de Darwin fueron adaptados por varios
teóricos al campo de lo social, concluyendo que existían razas superiores que
eran las que debían perdurar.
1.4. Karl Heinrich Marx (1818-1883)
Marx nació en un
reino alemán conocido como Prusia. Pertenecía a una familia judía pudiente
y su abuelo paterno era rabino. Fue
filósofo y sociólogo. Sus teorías más importantes fueron desarrolladas en
Inglaterra, donde conoció a Friedrich Engels (1820-1895) quien le aportó los
conocimientos de economía.
Marx criticó fuertemente a Hegel, que era idealista,
pero adaptó el concepto de la dialéctica al materialismo, considerando que todo
lo que mueve al hombre son las contradicciones de índole económica. Lo
espiritual es secundario y las ideas van a surgir a consecuencia del orden
social, no al contrario.
Otras de las fuentes con las que Marx nutre su
filosofía son los preceptos revolucionarios franceses, así como el modo de
producción de las sociedades primitivas y
los movimientos comunales que se habían originado en Inglaterra en el
año 1649 con la irrupción de los “diggers”.
Estos últimos, conocidos también como “cavadores”,
habían proclamado un estilo de subsistencia donde todos trabajaban y luego el
producto del esfuerzo mancomunado era repartido según la necesidad de cada
quien.
Se dice que esta visión de los “diggers” inspiró a
todas las corrientes de vida comunal durante los siglos posteriores, incluyendo
al movimiento Hippie de la década de 1960.
1.5. Giovanni
Gentile (1875-1944)
Gentile fue un
filósofo, educador y político italiano, que concibió, junto a Benito Mussolini,
la doctrina del fascismo, basada en gran parte
en la dialéctica de Hegel. En este caso, la contradicción a ser resuelta
era la referente a la individualidad versus el rol del Estado.
“El
símbolo es un signo
que establece una relación
de identidad
con una realidad, generalmente abstracta,
a la que evoca o representa, y que trasciende
al objeto
simbolizado”.
Spanish Oxford Living Dictionaries
Comunismo proviene de comuna, comunal, lo que
es común a todos, y su concepción, según la teoría marxista, se remonta a los
tiempos primitivos, en los cuales no
existía la propiedad privada.
Así mismo, el comunismo está relacionado con los
movimientos comunales que se sucedieron en Inglaterra en el siglo XVII y con algunas
utopías posteriores que visualizaban a la sociedad como una gran comunidad
donde todos los bienes se distribuían equitativamente.
El concepto de comunismo existe mucho antes de que
apareciera Marx como ideólogo, pero más tarde fue sinónimo de marxismo ya que
todos los partidos comunistas adoptaron la línea de pensamiento de Marx y
Engels.
A partir de la revolución rusa de 1917, el símbolo más
importante del comunismo es una hoz y un martillo que se sobreponen para
indicar la unión de los trabajadores del campo con los obreros. Siempre se
utiliza un fondo rojo, que es indicativo de rebelión y proviene de los
radicales –jacobinos- de la Revolución Francesa (1789-1799).
Por otra parte, existe un saludo que identifica a los
comunistas, el cual consiste en alzar el puño y que se remonta a tiempos muy
antiguos; se asume que el mismo se origina en la región de Mesopotamia donde
significaba resistencia.
Contrariamente a lo que mucha gente piensa, los
comunistas levantan el puño de la mano derecha, no el de la izquierda que es
alzado por los socialistas, trotskistas e independentistas.
2.2.
Fascismo
Fasces romano.
Símbolo del fascismo
El fascismo es
el movimiento social y político que se origina en Italia a partir de la
fundación, en el año 1921, del Partido Nacional Fascista por parte de Benito Mussolini.
Su nombre deriva de la palabra fascio y
ésta de fascis, que significa haz o
manojo y que al mismo tiempo es el símbolo del fascismo.
El saludo fascista también está inspirado en la antigua Roma, cuando se usaba, a modo de reverencia, extender el brazo derecho con la palma de la mano hacia abajo. Posteriormente se populariza en Italia, en el año 1919, a través de un grupo nacionalista, y luego Mussolini lo adopta como forma oficial de saludar y demostrar la adhesión a su partido.
Esvástica.
Símbolo del nazismo
Nazismo significa nacionalsocialismo en forma resumida.
Es un movimiento fundado en el año 1920 con el nombre de Partido
Nacionalsocialista Obrero Alemán, del que Hitler fue líder a partir de 1921, y cuyo
programa, que constaba de veinticinco puntos, resultaba atractivo para un importante
porcentaje de las clases populares y medias alemanas.
Entre los aspectos más relevantes que se proponía el
nazismo estaban los siguientes: a) unificación de la “Gran Alemania”; b) el
Estado garantizaría el bienestar de todos; c) educación y salud gratuita; c)
pensiones dignas para los jubilados; d) reforma agraria con la expropiación de
terrenos de utilidad pública; e) sólo los miembros de la raza aria podían
considerarse ciudadanos y los no-ciudadanos debían ser expulsados.
La esvástica es el símbolo nazi más importante, siendo
adoptado por Hitler desde los inicios de su partido, aunque ya estaba en uso
por parte de algunos grupos nacionalistas que tenían peculiaridades místicas:
la esvástica posee significado religioso para ciertas culturas antiguas.
En la región de Mesopotamia fueron halladas piezas del
período neolítico con la figura de la
esvástica. Igualmente, este símbolo, conocido también como cruz gamada, se encuentra en las iglesias románicas y
góticas.
Por otra parte, la palabra esvástica en sánscrito significa “bienestar”, “buen auspicio” o
“prosperidad”.
Respecto al saludo nazi, también se popularizó el
brazo extendido con la palma de la mano hacia abajo a la usanza romana y fascista,
pero en este caso se acompañaba de la frase “Heil Hitler” (salve Hitler)
pronunciada de forma enfática y en tono alto de voz.
3. Psicología
del dictador
Pintura de John William
Waterhouse sobre el mito de Narciso
Estudiar la personalidad de los dictadores ha sido de gran interés, especialmente para la
psiquiatría, ya que aunque cada uno de ellos tiene sus particularidades en cuanto a carácter y
cultura, reflejan muchas características comunes.
El rasgo más importante que todos los estudiosos
destacan es un exacerbado narcisismo: los dictadores consideran que son personas
muy importantes, con cualidades especiales, que necesariamente deben inspirar
en los demás la misma admiración que ellos sienten hacia sí mismos.
Los psiquiatras coinciden en que el narcisismo es un trastorno
de la personalidad, que implica conductas típicas tales como el odio irracional
hacia quienes no concuerdan con las ideas de quienes lo padecen, lo que los convierte
en seres vengativos.
Así mismo, los narcisistas evidencian falta de empatía
para poder entender los sentimientos de otros y un miedo irracional hacia
posibles traiciones por parte de elementos de su entorno.
No está muy claro de donde proviene el trastorno
narcisista y se alegan posibles causas que van, desde conflictos emocionales no
superados, hasta deficiencias en el funcionamiento del cerebro. En general, se
considera que la conducta de los dictadores oscila entre la neurosis y la
psicosis.
A consecuencia del narcisismo, en todas las dictaduras
se practica el culto a la personalidad, para lo cual son necesarias estructuras
que incluyen la contratación de “influencers”, un fuerte aparato
propagandístico, múltiples eventos masivos, y repetición continua del mismo discurso
por parte de todos los que conforman el gobierno, alabando siempre al jefe.
Se trata de reforzar el mesianismo del líder, que aparece
como el salvador de la patria, y sin cuya presencia todo se iría a pique. Siendo
importante resaltar que estos “héroes” generalmente aparecen cuando existen
condiciones difíciles o inestables en un país, las cuales aprovechan.
Según los estudiosos, otros indicativos comunes de las
dictaduras son la definición de algún enemigo importante al que hay que
combatir en unidad, así como un pronunciado culto hacia los valores
tradicionales y/o nacionalistas, y una importante dosis de represión.
Esta represión, aunque dependiendo del tipo de proceso, se
manifiesta con mayor fuerza al principio, para eliminar a los enemigos. Luego amaina,
en relación al control logrado, y
posteriormente se vuelve a incrementar en la medida que los dictadores van perdiendo popularidad.
Algo interesante que también aducen ciertos
psiquiatras es que no todos los dictadores pretenden serlo desde un principio,
sino que poseen cierta tendencia en la estructura de su personalidad y,
cuando se dan cuenta del poder que han logrado, el cerebro reptil se
apodera de su mente.
3.1.
Psicoanalistas:
Sigmund Freud (1856-1939)
Para Freud, todas las neurosis y psicopatías que se
desarrollan en los hombres son producto de problemas no resueltos durante la
niñez. En este sentido agrega que, aunque los elementos que causaron la
perturbación ya no existan, el adulto los conserva en el inconsciente.
Suele suceder que el individuo mantiene reprimido por
largo tiempo su trauma, pero por alguna circunstancia imprevista el mismo se
desborda, se apodera de la personalidad
y el sujeto pasa a ejercer una especie de venganza contra la vida.
Indica Freud que los dictadores presentan frecuentemente
esta condición, desarrollando patrones paranoides de conducta, que los hace
violentos e impulsivos. Así mismo, pueden
mentir con gran facilidad pero es porque en realidad se mienten a sí mismos.
Otra característica resaltante en los individuos
paranoides es que son proclives a inventarse historias de complot, en las que
creen firmemente, por lo que no tienen reparos en asesinar a los que consideran
enemigos.
3.2.
Neurólogos:
El Dr. Norrholm
es un médico psiquiatra y neurólogo de la universidad Emory en Atlanta (EE.UU),
que ha estudiado el cerebro de pacientes psicópatas, llegando a la conclusión
de que los mismos presentan daños en la región del lóbulo frontal: la zona
encargada de dominar los impulsos agresivos.
En estos casos, la amígdala del lóbulo temporal, que
es el lugar donde se producen emociones como el miedo y la rabia, se apodera de
los patrones de comportamiento del sujeto, haciendo que éste pierda su
capacidad de tener bajo control aspectos de tipo moral.
No existe certeza acerca de por qué sucede este
fenómeno, pudiendo deberse a problemas genéticos o también a conflictos
emocionales importantes, pero es definitivo que alguien con baja actividad en
el lóbulo frontal del cerebro está predispuesto a comportamientos psicopáticos.
Según las observaciones de Norrholm, estos individuos
son personas que proyectan mucha energía
y que reflejan una gran confianza en sí mismos, al tiempo que poseen una gran
ambición de poder y son mentirosos profesionales, los cuales son rasgos típicos de los dictadores.
3.3.
El arquetipo:
Carl
Jung (1875-1961)
Jung, de origen psicoanalista y que fue alumno de
Freud, divide la mente humana en tres niveles: a) el área consciente, donde
procesamos los conocimientos; b) el inconsciente personal donde se registran las impresiones; c) el inconsciente
colectivo que contiene nuestra memoria como especie humana y se remonta a
millones de años.
Este famoso psiquiatra nos habla de los arquetipos como aquel modelo
que está grabado en el inconsciente colectivo y que, a través del viaje de la
vida, se le va revelando a cada individuo. Uno de los arquetipos es el del
héroe, equivalente al líder.
El líder, como el héroe, es un salvador que en algún
momento de su existencia recibe una especie de llamada sobrenatural, la cual lo
hace arrojarse a la hazaña para la que se siente predestinado. El inconsciente del
héroe lo arrastra a una batalla donde debe derrotar, a costa de lo que sea, las
fuerzas que según su razonamiento representan al mal.
Cada héroe nace según las circunstancias específicas
de la época y el lugar, y siempre cambia el destino. A esta categoría de hombres
pertenecen los líderes históricos.
En el caso de los dictadores que se analizan, el
arquetipo de héroe estaría mayormente presente en los “creadores”: Lenin, Mussolini
y Hitler; no tanto en Stalin que simplemente aprovechó el legado del primero.
4. Vidas
y perfiles de los dictadores famosos.
“El
totalitarismo no puede renunciar a la violencia.
Si lo hiciera, perecería. La eterna ininterrumpida
violencia, directa o enmascarada, es la
base del
totalitarismo”
Vasili
Grossman (1905-1964)
4.1. Vladimir
Ilich Uliánov (Lenin 1870-1924)
Vladimir Ilich, apodado Lenin que quiere decir: “el
que pertenece al río Lena”, fue un abogado y político ruso que descendía de una
familia de clase alta, ya que su padre era integrante de la pequeña nobleza y
ejercía un cargo burocrático en la época zarista.
Lenin fue un joven común y corriente, religioso y
amante de la literatura clásica, hasta que, cuando contaba con dieciséis años,
un hecho terrible marcó su vida: su hermano mayor fue condenado a muerte por el
régimen del zar, ya que se implicó en un grupo revolucionario.
Es obvio que este evento definió el futuro de Lenin, así
como el de Rusia, e hizo nacer la semilla que treinta y dos años más tarde provocó
la ejecución de la familia Romanov.
A partir de la muerte de su hermano, Lenin también se
une a los grupos revoltosos y se involucra con el pensamiento de de Karl Marx,
especialmente a través de “El Capital”, para en el año 1917 ser el líder de la
Revolución Bolchevique.
Los bolcheviques, que quiere decir “miembros de la
mayoría”, eran los partidarios del ala radical del Partido Obrero Socialdemócrata
de Rusia, tal cual los jacobinos franceses. Los lemas de la Revolución de Octubre fueron:
“paz, pan y tierra” y “todo el poder para los soviets”.
Los soviets
eran las asambleas de obreros, campesinos y soldados que dieron el nombre a la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas –URSS por sus siglas- fundada por
Lenin a finales de 1922 y de la que fue
el primer jefe, pero por poco tiempo ya que muere de un accidente
cardiovascular dos años más tarde.
Lenin inició un activo plan hacia la industrialización
de Rusia. De las personas que estuvieron cerca de él, y que dejaron sus
testimonios, se recoge que era un individuo muy educado y de mente brillante; pero
también que tenía episodios
de furia y era fanático e intransigente con sus ideas.
Así mismo, estos allegados dejaron constancia de que, aunque
apenas ganada la revolución fueron eliminados físicamente muchos adversarios, Lenin
no tenía instintos sádicos, sino que ejecutar a los contrarios al régimen fue
más bien una medida profiláctica y ejemplarizante: “un mal necesario
justificado por un fin superior”. Al respecto se habló del “terror rojo”.
Lenin consideraba que había llegado al poder para
cambiar el mundo, ya que la lucha de clases y la concepción marxista se debían
extender por todo el planeta, mediante la difusión de estas ideas con el apoyo de
la URSS a los movimientos obreros de todos los países.
4.2. Iósif Vissariónovich Dzugashvili (Stalin 1878-1953)
Stalin significa “hecho de acero” y es el sobrenombre
con que se conoce al sucesor de Lenin. Fue Secretario General del Partido
Comunista de la URSS desde el año 1922 hasta poco antes de su muerte.
Se sabe que este líder tuvo una desafortunada niñez,
ya que su familia era de muy escasos recursos y adicionalmente su padre,
borracho y de carácter violento, acostumbraba a maltratar tanto a la madre como
a él: único hijo, ya que dos hermanos habían muerto a corta edad.
Según sus biógrafos, Stalin fue delicado de salud
desde pequeño. A los doce años es atropellado por un carruaje que lo deja
ligeramente cojo para toda la vida y los
traumas familiares le hacen desarrollar la personalidad áspera y huraña por la
que siempre fue distinguido.
Después de cumplir con sus estudios básicos ingresa a
un seminario de religión católica ortodoxa, ya que no tenía recursos económicos
para aspirar a otra carrera, pero se vincula a movimientos revolucionarios por
lo que es expulsado al poco tiempo.
A partir de este momento se dedica de lleno a la
militancia política y su vida transcurre entre la cárcel, el destierro y la
clandestinidad, hasta que estalla la revolución. De aquella época de lucha proviene su apodo, que le fue dado por su personalidad
implacable y su carácter rígido y frío.
Según se cuenta, Stalin, a pesar de no ser una persona
estudiada, fue un tipo muy inteligente, gran estratega y especialmente hábil
manipulador; cualidades que supo utilizar al máximo para obtener el poder
rápidamente, lo que incluso sorprendió a Lenin.
Parece ser que la gran maniobra de Stalin consistió en
aprovechar los dos últimos años de la vida de Lenin, durante los que éste
último estuvo debilitado de salud, para obtener ventajas del cargo que
ostentaba: se rodeó de individuos que le eran fieles de forma personal,
generalmente debido a favores que habían recibido.
Dicen que Lenin, antes de morir, recomendó apartar del
Partido a aquel personaje “brusco” y de no muy buen proceder,
que se había hecho del poder a través de métodos no muy ortodoxos.
El estalinismo es famoso por los gulag o campos de
trabajo forzado, donde se enviaron a muchos disidentes para ser “re-educados”, lo
que en la práctica significó una condena a muerte porque pocos lograron
sobrevivir.
Stalin fue el creador de la KGB, que se convirtió en el cuerpo secreto de espionaje más poderoso
del mundo, absolutamente fiel a Stalin hasta el accidente cardiovascular que ocasionó
su muerte.
Este líder promovió el culto al trabajo, lo que propició
un rápido crecimiento económico y desarrollo industrial, pero a costa de exigencias
desmedidas hacia los trabajadores y pago de sueldos muy bajos, lo que también
trajo mucha pobreza.
Trotski, quien lo conoció bastante, escribió que Stalin
tenía tendencias al sadismo, y que para él era igual de enemigo el que
adversara al régimen como a su persona, a los que sistemáticamente eliminaba
con rigor.
Mussolini, periodista, conocido político y militar, nació
en el seno de una familia trabajadora italiana. Su padre, que era socialista,
le dio el nombre de Benito en honor a Benito Juárez, líder de procedencia
indígena que se considera el padre de la Nación mexicana.
Al parecer, Benito Mussolini tenía una personalidad
problemática, ya que lo expulsaron dos veces de sus centros de estudio por
motivos de fuertes peleas con los compañeros de clase. También fue militante
del Partido Socialista Italiano desde los diecisiete años hasta que, por
discrepancias ideológicas, fue separado del mismo en 1914.
Supo capitalizar el miedo hacia el régimen que se
había implementado en Rusia, así como el descontento reinante en
Italia debido a los problemas económicos derivados de la Primera Guerra Mundial
(1914-1918), que se manifestaban mediante muchas huelgas de trabajadores y
campesinos.
En 1919 crea un grupo revoltoso denominado “camisas
negras”, que se encarga de agredir a los enemigos -principalmente comunistas y socialistas-
con el que da un golpe de Estado al parlamento en 1922.
El rey apoya a Mussolini y más bien lo invita a tomar
el mando, asignándole luego el cargo de Jefe de Gobierno y cambiando las leyes
para que sólo el monarca lo pudiera suspender de sus funciones.
Sin embargo, el propio soberano, cuando en el año 1943 se percata de los
problemas que Mussolini le ha traído a Italia y el peligro inminente de mantenerlo en el poder, lo destituye y
lo manda a la cárcel.
Lo primero que hace Mussolini al asumir su cargo de
gobierno, en el año 1922, es abolir todos
los partidos políticos, instaurar la
censura de prensa y decretar la pena de muerte para quienes atentaran contra la
estabilidad del Estado.
Mussolini se hacía llamar “el Duce” –el guía- y se
veía a sí mismo como heredero del Imperio Romano, al que debía restablecer, en
principio mediante el dominio absoluto del mar Mediterráneo.
El fascismo de Benito Mussolini fue combatido por las
potencias aliadas durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), especialmente
porque Italia era un país amigo de Alemania, con la que había firmado el “Pacto
de Acero” en 1939.
Luego de que el rey de Italia lo encarcela en 1943, Mussolini
es liberado por los paracaidistas alemanes. Después de la derrota del nazismo
huye hacia el norte disfrazado, pero es descubierto y fusilado. Posteriormente
su cadáver es exhibido en una plaza con la cabeza para abajo.
4.4. Adolf
Hitler (1889-1945)
Hitler nació en Austria, en un hogar de clase media. Su
padre, que según coinciden diversos investigadores tenía ascendencia judía, era asiduo al alcohol y acostumbraba a
maltratar físicamente a la familia; especialmente mediante despiadadas sesiones
de azotes.
Adolf quería ser pintor, lo que contrariaba a su
progenitor que pretendía que fuera agente de aduanas como él. Pero no tuvo
mucho éxito en sus aspiraciones, ya que fue rechazado al intentar ingresar en
dos ocasiones a escuelas de arte, lo que hizo que se sintiera un fracasado
durante bastantes años.
Es en 1914, año en que comienza la Primera Guerra
Mundial y se enrola en el ejército, cuando su vida da un giro radical; comienza
a ganar prestigio y a ascender en posiciones, pero esto sólo le va a durar
hasta el año 1818 en que Alemania termina derrotada.
Alemania no solamente es vencida, sino que las potencias
aliadas la hacen asumir la responsabilidad de la contienda, lo que a través de
la firma del Tratado de Versalles en 1919 la obliga a pagar tributos, ceder
territorios y eliminar su ejército, constituyendo una humillación para los
alemanes.
En este momento se potencia el odio de Hitler hacia
los judíos, que a decir de los psicoanalistas
es la expresión de una venganza personal hacia la memoria de su padre,
de origen judío, del que su madre y él recibieron tantos maltratos: Alemania
era la madre mancillada y los judíos el verdugo.
Ciertamente en Alemania existía aversión hacia
aquellos que no pertenecieran a la raza aria, pero no en la magnitud que Hitler
la proyectó hacia los judíos, llegando a culparlos de la pérdida de la guerra.
Inventa la frase: “puñalada por la espalda”, mediante lo que significaba que
judíos y comunistas se habían aliado con los ejércitos enemigos.
En 1920 Hitler se une al Partido Nacionalsocialista
Obrero Alemán, del cual se convierte en líder absoluto al año siguiente, al
tiempo que crea sus escuadrones llamados “camisas pardas”, en los que participa
personalmente para atacar a sus principales enemigos: judíos y marxistas.
Con estas “camisas pardas” promueve un golpe de Estado
en 1923, pero no tiene éxito; es arrestado y posteriormente condenado a cumplir
cinco años de cárcel, aunque antes del año es amnistiado. Durante este tiempo
de prisión concibe su famosa obra “Mi Lucha”.
En esta obra, Hitler dice que la creación del idioma
esperanto es un complot judío para dominar al mundo y acabar con la raza aria, así
como expresa sus ambiciones de ganar territorios de Europa para Alemania.
Igualmente, se visualiza a sí mismo como el “súper
hombre” descrito por Nietzsche en “Así hablaba Zaratustra” y se considera
predestinado para liberar al mundo de los dos principales males: el judaísmo y
el comunismo.
Cuando Hitler sale de la cárcel se dedica a impulsar su partido, presentándosele en 1930 una
extraordinaria oportunidad: Alemania atravesaba una terrible crisis, producto
de las cargas que le imponían el Tratado de Versalles, aunado esto a la “Gran
Depresión” de 1929; entonces Hitler aprovecha para predicar con fuerza sus
ideas políticas y económicas que prometían la solución.
Luego, a través de hábiles artimañas, logra que lo
nombren canciller en 1933 y posteriormente, al morir el presidente en 1934, se
autoproclama “Fuhrer” o Jefe.
Comienza entonces un exitoso plan de recuperación
económica, así como una cruenta persecución a los judíos, gitanos, comunistas y
homosexuales. Con ellos, especialmente con los judíos, comienzan a llenarse los
campos de concentración, colmados de terrores y millones de muertos. De paso, Hitler
aprovecha para también eliminar a los
oponentes de su propio partido.
En el año 1939 al
“Fuhrer” se le ocurre invadir Polonia, para así dar inicio a sus planes de expansión, que se prolongan con notoriedad
durante los siguientes seis años.
A consecuencia de ello, también en 1939, comienza el
conflicto que representa la mayor cantidad de muertes en la historia: la
Segunda Guerra Mundial, que termina en 1945 con la toma de Alemania por parte
de las potencias aliadas.
El desenlace es por todos conocidos: Hitler se suicida,
junto a su esposa Eva Braun, para evitar ser capturado; pero antes de hacerlo
ordena que los cadáveres sean incinerados, para no sufrir el final de
Mussolini, cuyo cuerpo sin vida había sido exhibido en una plaza pública con la
cabeza para abajo.
5. Control
de masas
Le Bon fue un médico francés que se dedicó al estudio
de la sociología, especialmente en lo referente al comportamiento de las masas.
Publicó un reconocido texto titulado: “Psicología de las masas” (1895), del que
se dice que Hitler tomó muchas ideas, y seguramente también muchos otros.
Este investigador escribió que una masa no es una
multitud, ya que el concepto de masa,
en cuanto a conglomerado humano, reúne ciertas condiciones que se logran a
través de algunos mecanismos y presenta características particulares.
Dice el autor de esta teoría, que las masas se sienten
invencibles y se van contagiando de forma inconsciente con las ideas colectivas,
de una forma casi hipnótica, lo que permite su manipulación y anula su
individualidad. De hecho, sucede que una persona posiblemente nunca haría “motu
propio” lo que impulsa en masa.
La ideología de una masa se construye sobre las
emociones y es necesario aglutinar a los individuos a partir de un evento lo
suficientemente significativo, que generalmente es una crisis o una amenaza y
que incluso puede ser “fabricado”. El
producto es la creación de una mente colectiva, una especie de rebaño que
necesita de un amo.
Pero no son los hechos objetivos los que finalmente
compactan a la masa, sino la forma como son comunicados para que sea posible la
internalización de la ideología: discurso, palabras, reforzamiento acerca de
quién es el enemigo, gestos, consignas,
uso de símbolos y efectos especiales, que deben producir fuertes emociones en
la audiencia.
Las masas se inclinan hacia el poder, no hacia la debilidad;
por lo tanto es importante que el líder refleje una personalidad fuerte y
carismática. Es necesario que logre un estado de fascinación general, cual
encantador de serpientes, para que los individuos pierdan su capacidad de
razonamiento individual.
Una vez que se ha conseguido el objetivo de anular la
reflexión personal, en la masa se desarrolla un tipo de sentimiento religioso
que no tolera discusiones acerca de la doctrina inculcada: “de esta forma la
simpatía hacia el líder se convierte en adoración y las antipatías en odio”.
6. Miedo
a la libertad
Erich
Fromm (1900-1980)
Erich Fromm es un psicoanalista, psicólogo social y
filósofo de origen alemán. A través de una de sus principales obras: “El miedo
a la libertad”, sustenta que todos los
individuos están condicionados por la crianza, la religión y la sociedad, para
ser obedientes y no pensar por sí mismos.
Históricamente, desde el comienzo de las
civilizaciones e incluso antes, el
hombre ha estado sujeto a normas sociales que se imponen desde afuera y que deben
ser cumplidas sin cuestionamientos.
Por otra parte, el ser humano tiene temor a afrontar
la vida desde su propia perspectiva, porque
pensar diferente implica siempre un
riesgo y es más seguro seguir la corriente, evadiendo así responsabilidades.
Este último aspecto fue especialmente resaltado por los filósofos de la Ilustración, con su famosa
frase: “sapere aude” o “atrévete a usar tu propia razón”, como exhortación a que los hombres ejercieran
su autonomía.
Otra faceta
importante del problema, es que una de las grandes necesidades del individuo de
la especie humana es ser reconocido socialmente y sentir que pertenece al grupo: el miedo a la exclusión hace que no
esté dispuesto a pagar el precio de ser un “perro azul” y tiende a plegarse a lo
que piensa la mayoría.
Se podría concluir entonces que el miedo a la libertad
no depende de una época, nacionalidad o circunstancia específica, sino que es
inherente a la humanidad; nace con la especie y se propaga con cada persona. Sería,
siguiendo a Jung, parte de la memoria colectiva.
Por lo tanto, cualquier sociedad, sin importar el
grado de desarrollo que haya logrado, está
en peligro de que llegue un “iluminado”
y se apodere de las masas.
Referencias:
-Collingwood, R. (1946). Idea de la Historia. México-Buenos
Aires: Fondo de Cultura Económica.
-Marín, B. (2017). Retrato de mi asesino. El País.
Recuperado el 26/04/2019 de https://elpais.com/cultura/2017/10/28/actualidad/1509183597_229769.html
-Wikipedia. Iósif Stalin. Recuperado el 4/5/2019 de https://es.wikipedia.org/wiki/I%C3%B3sif_Stalin
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