miércoles, 5 de mayo de 2021

Rómulo Betancourt: venezolanos que cambiaron la historia

 



Rómulo es uno de los personajes más carismáticos del siglo XX. Admirado y hasta venerado por muchos, y detestado profundamente por otros, pero hasta estos últimos reconocen que fue un político hábil como pocos y que marcó definitivamente la historia de Venezuela. 

De Betancourt se recuerdan muchas frases célebres. Una de ellas: “Yo no renuncio ni me renuncian” y otra famosa, con toda seguridad la más memorable: “We will come back”.

Independientemente de lo que se sienta o se piense de Rómulo, repasar su historia resulta sumamente enriquecedor e interesante. 

Contenido

1. Niñez y juventud

2. Vida política y destierros

3. Atentados

4. Intentos golpistas y acciones subversivas

5. Obras de gobierno 1959-1964

6. Vida privada de Rómulo 

Niñez y juventud  

Rómulo Ernesto Betancourt Bello, nació el 22 de febrero de 1908 en Guatire durante el mandato de Cipriano Castro y a sólo diez meses de que el dictador Juan Vicente Gómez tomara el poder, por lo que vivió y combatió esta dictadura durante toda su vida, ya que Gómez muere cuando Rómulo ya tenía 27 años. 

El hogar de los Betancourt Bello estaba conformado por su madre, Virginia Bello, descendiente de canarios; su padre, Luis Betancourt, que llegó muy joven procedente de las Islas Canarias; y tres hijos de los que Rómulo era el del medio. Sus dos hermanas fueron María Teresa, la mayor, y Helena, la más pequeña, que cariñosamente era llamada “Tatá”.

Don Luis Betancourt era muy trabajador, logró superarse y, de empleado en un almacén en Guatire, pasó a ser contador del Banco Venezuela. De él obtuvo Rómulo conocimientos sobre cómo llevar las cuentas, lo que le sirvió bastante para ganarse la vida durante sus etapas de exilio, que fueron muchas.  

Existen algunas discrepancias de los datos biográficos acerca de la niñez de Rómulo. Según José Sant Roz, la familia Betancourt Bello gozaba de una buena posición económica ya que su padre, además de tener un buen trabajo, era socio del único cine que existía en Guatire. Prueba de ello fue que el primer carro que se paseó por el pueblo –un Ford- perteneció a Don Luis. 

Sobre lo que sí coinciden todas las opiniones es que Rómulo fue muy emprendedor desde pequeño y pronto aprendió a generar sus propios ingresos, mediante diferentes ocupaciones tales como ser acomodador en el cine de su padre, hacer papagayos para vender, o trabajar en una fábrica enrollando habanos. 

Cuenta el mencionado autor que Rómulo heredó la destacada chispa humorística e intelectual de su padre, quien llegó a ganarse el primer premio de poesía convocado por la Casa Reuter, que producía jabones, con un ocurrente poema resaltando las fragancias y bondades de estos productos. 

Por otra parte, narra que el niño Betancourt acostumbraba a ir muy bien vestido, casi siempre de blanco, y que, cuando estudiaba primaria en la escuela de Guatire Juan José Fermín,  se distinguió por tener una memoria brillante pero no ser bueno para las matemáticas. 

Siguiendo la historia de José Sant Roz, la familia Betancourt se muda a Caracas en el año 1919, cuando Rómulo tenía 11 años, y la madre muere en 1926 cuando contaba con 18, lo que contradice algunos autores que afirman que quedó huérfano a los 10 años. 

En la capital Rómulo termina su primaria y luego entra al Liceo Caracas, hoy Liceo Andrés Bello, en el año 1922. Para esa época el director del instituto era Rómulo Gallegos y fueron sus compañeros jóvenes que luego se destacarían como parte de la Generación del 28; entre ellos Jóvito Villalba, Raúl Leoni, Armando Zuloaga Blanco y Miguel Acosta Saignes.

También cuenta Sant Roz que Rómulo adoraba pasearse por los alrededores de la Plaza Bolívar de Caracas y visitar las dulcerías de sus cuadras adyacentes, así como deleitarse con todo lo que vendían los carritos ambulantes; especialmente torrejas, chicha y arepitas dulces abombadas, mientras observaba toda la gente elegantemente vestida que en aquella época frecuentaba la zona.  

Su ingreso a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV ocurre en el año 1927, pero sus estudios de Derecho no van a durar mucho ya que, en febrero de 1928, con motivo de la Semana del Estudiante, la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV), dirigida por Raúl Leoni, convoca una serie de actos que terminan con el presidio de muchos estudiantes y Rómulo va a parar preso al Castillo Libertador de Puerto Cabello, donde cumple los 20 años. 

Gracias a la intervención de políticos influyentes, los jóvenes fueron puestos en libertad en poco tiempo, pero el 7 de abril de ese año estalla una conspiración contra Juan Vicente Gómez, que logra apoderarse del cuartel de Miraflores, la cual es sofocada por el entonces Jefe de la Guarnición de Caracas, Eleazar López Contreras, quien por cierto se ve en la obligación de poner preso a su propio hijo. 

Rómulo Betancourt, que estaba implicado en el movimiento, luego de dos meses de clandestinidad, sale huyendo rumbo a Curazao y comienza un largo período de exilio hasta que regresa en el año 1936, después de la muerte de Gómez. 

Vida política y destierros

Luego de Curazao, el primer destino de Rómulo es República Dominicana, desde donde intenta llegar a la isla de La Blanquilla para unirse a la expedición del Falke, un barco comandado por Román Delgado Chalbaud para invadir el oriente de Venezuela, lo cual sucede en agosto de 1929. Pero la embarcación que iba a llevar a Rómulo y a sus compañeros hasta la mencionada isla zozobra y no pudieron llegar, lo que seguramente les salvó la vida. 

En 1931 funda el ARDI (Alianza Revolucionaria de Izquierdas) en Barranquilla, que él define como izquierdista y socialista, pero enfrentado a los marxistas leninistas que estaban exiliados en México y Cuba, ya que para Betancourt el derrocamiento de Gómez pasaba más por una alianza que por una lucha de clases.

Se afilia al Partido Comunista de Costa Rica cuando se radica en este país y es expulsado del territorio costarricense en 1933, aunque logra permanecer de forma clandestina hasta 1936 cuando regresa a su patria. Al llegar a Venezuela milita por un mes en el PCV, pero poco después se une al ORVE, una asociación de partidos que apoyaba a López Contreras, quien al ser ratificado en el cargo de Presidente comienza a perseguir a los opositores peligrosos. 

Posteriormente, el 28 de octubre de 1936, Rómulo Betancourt, junto con Raúl Leoni, Rómulo Gallegos y Jóvito Villalba, funda el Partido Democrático Nacional (PDN), que era una agrupación de las izquierdas democráticas y de la cual Rómulo Betancourt fue nombrado Secretario General. El gobierno no aceptó su legalización, aunque de forma clandestina se tornó en una importante fuerza política. 

En 1937 López Contreras ordena la expulsión de Betancourt y de 46 políticos más de Venezuela, pero Rómulo permanece en el país, utilizando otro nombre, hasta el año 1939 que la policía lo detiene y luego sale desterrado para Chile, para regresar nuevamente en 1941. Posteriormente, en el año 1945, participa en el golpe de Estado contra Isaías Medina Angarita junto a Marcos Pérez Jiménez y Carlos Delgado Chalbaud. 

Durante el período 1945-1948, el cual es conocido como el “trienio adeco”,  Rómulo Betancourt ocupó el cargo de Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno y se aprobaron medidas importantes como el sufragio universal y directo, que fue uno de los argumentos para derrocar a Medina Angarita, quien se negaba a esta reforma constitucional. 

El partido Acción Democrática, que había sido fundado el 13 de septiembre de 1941 por Rómulo Betancourt, Andrés Eloy Blanco, Gonzalo Barrios, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Leonardo Ruíz Pineda y Jesús Angel Páz Galarraga, entre otros, ya era la fuerza política más importante del país  e impulsa la candidatura de Rómulo Gallegos, que gana la presidencia en 1947. 

Pero el presidente Rómulo Gallegos es derrocado en 1948 por Marcos Pérez Jiménez y Carlos Delgado Chalbaud, por lo que Betancourt se exilia en Cuba a partir de 1949 y hasta 1952, cuando el dictador Fulgencio Batista da el golpe de Estado en ese país. Luego se va a Costa Rica hasta 1954, año en que se residencia en Puerto Rico, y en 1957 se va a Nueva York donde se firma el pre-acuerdo del Pacto de Puntofijo con Jóvito Villalba y Rafael Caldera. 

Posteriormente, a la caída de Pérez Jiménez en 1958, regresa al país y se lanza como candidato para las elecciones de diciembre de este mismo año, en las que gana con el 49,18% de los votos. Fueron sus contendores: Rafael Caldera por COPEI y Wolfgang Larrazábal por URD, quien había sido Presidente de la Junta Provisional de Gobierno durante el año 1958.

Rómulo Betancourt fue Presidente Constitucional de la República durante el lapso 1959-1964. Después de entregar la banda presidencial a Raúl Leoni se va a los Estados Unidos y, luego de hacer un largo viaje por el continente asiático, se residencia en Nápoles y finalmente en Berna (Suiza), para regresar nuevamente a Venezuela en 1972. 

Atentados

Betancourt fue víctima de varios atentados. El primero de ellos se produce en La Habana, la tarde del 18 de abril de 1951, cuando se iba a montar en su vehículo y un hombre con una jeringa lo ataca. Rómulo se defiende y dobla la punta de la aguja, por lo que no pudo ser inyectado. La jeringa fue recogida y se determinó que el líquido era gas mostaza, que hubiera resultado letal. 

El segundo intento de asesinato ocurrió en el año 1953, cuando Rómulo estaba asilado en Costa Rica y arribaron dos cubanos sicarios, que fueron detectados por la embajada de Venezuela. Carlos Andrés Pérez, que era el secretario de Betancourt se encargó de formar un grupo, también de cubanos, que liquidaron a los asesinos en una emboscada y los lanzaron por un barranco. 

El tercer atentado ocurrió en Caracas, el 24 de junio de 1960, en el Paseo de Los Ilustres durante la conmemoración de la Batalla de Carabobo. Un vehículo Oldsmobile fue estacionado minutos antes del paso de la caravana presidencial y explotó, lo cual violó las normas de seguridad y por eso se atribuyó complicidad a las fuerzas armadas vestigios de la dictadura de Pérez Jiménez. 

A las 9:20 de la mañana, el estallido lanzó el automóvil donde iba el Presidente fuera de la vía y lo convirtió en una masa de hierro y fuego, ocasionando quemaduras de primer y segundo grado a Betancourt, al Ministro de la Defensa, a su esposa, y al chofer del vehículo, y matando al jefe de la Casa Militar. Las heridas recibidas afectaron a Betancourt en el ojo derecho, y lo dejaron parcialmente sordo, con graves lesiones en ambas manos y en la cara.

La autoría intelectual del hecho fue atribuida al mandatario de República Dominicana, llamado Rafael Leónidas Trujillo y apodado Chapita, que odiaba visceralmente a Betancourt, ya que este último había expresado en más de una oportunidad la necesidad de liberar a ese país de una de las más terribles y sanguinarias dictaduras conocidas en América. 

El intento de magnicidio fue denunciado ante la OEA y sus miembros decidieron romper relaciones diplomáticas con República Dominicana. Posteriormente, el caso también fue llevado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde se aprobaron sanciones internacionales en contra de ese país, con nueve votos a favor y dos abstenciones por parte de Polonia y la Unión Soviética.

Los intentos de asesinar a Rómulo y que éste saliera ileso de los mismos, levantó una leyenda acerca de su pipa, que se decía había sido ensalmada por un brujo de Barlovento para que su humo lo protegiera.  

Intentos golpistas y acciones subversivas 

El gobierno de Betancourt también enfrentó importantes conatos de golpes de Estado, que fueron conocidos como El Carupanazo, El Porteñazo y el Barcelonazo, por los lugares donde se sucedieron los hechos, así como diversas acciones contundentes de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), que se crearon en 1962 para derrocarlo. 

El Barcelonazo fue el primero de los tres levantamientos. Éste fue un movimiento insurreccional cívico-militar ocurrido en Barcelona el 26 de junio de 1961, que fue secundado por otras ciudades como La Guaira y Ciudad Bolívar, pero todos los líderes del movimiento, tanto militares como civiles, fueron arrestados y muchos de ellos ajusticiados. 

Luego viene El Carupanazo, que sucede en Carúpano el 4 de mayo de 1962, cuando un batallón de la Marina se subleva tomando las calles, los edificios, el aeropuerto y la emisora más importante de la ciudad llamada Radio Carúpano. Betancourt exigió la rendición de los alzados y se lanzan ataques aéreos hasta que los sublevados se rinden. 

Poco tiempo después, el 2 de junio del mismo año, le sigue El Porteñazo, esta vez en Puerto Cabello, cuando se vuelven a alzar oficiales de rango medio de la Marina, logrando tomar la Digepol y varias prefecturas, así como la emisora Radio Puerto Cabello, pero son bombardeados y mueren más de 400 soldados entre militares sublevados y fieles al gobierno. 

Por otra parte, el 29 de septiembre de 1963 acontece otro hecho importante que se conoce como el Asalto al Tren del Encanto, el cual se dirigía a Los Teques y donde quince guerrilleros se enfrentaron a la Guardia Nacional con la intención de apropiarse de las armas. En este evento murieron varios guardias y fueron heridos algunos pasajeros.   

La respuesta de gobierno ante este hecho fue la suspensión de garantías, la intervención del Congreso, y el allanamiento de las viviendas el 30 de septiembre de 1963, poniendo presos a varios miembros importantes del Partido Comunista como Gustavo Machado (que era diputado), su hermano Eduardo Machado y Jesús Farías, entre otros, quienes son enviados al Cuartel San Carlos

Obras de gobierno 1959-1964

Las medidas y obras de gobierno de Rómulo Betancourt estuvieron fundamentalmente dirigidas hacia lo económico, destacándose la aplicación del modelo sugerido por la CEPAL para desarrollar la industria nacional y sustituir importaciones, así como hacia la defensa del petróleo, por lo que en 1960 el Ministro de Minas e Hidrocarburos Juan Pablo Pérez Alfonzo promueve la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Por otra parte, en diciembre de 1961 viene al país en visita oficial el presidente John F. Kennedy, con el que firma el acuerdo conocido como Alianza para el Progreso, que consistía en un sistema de ayudas y medidas del gobierno norteamericano hacia todos los países de Latinoamérica para contrarrestar la penetración ideológica de la Revolución Cubana, que había triunfado el 1° de enero de 1959. 

Cuando finalizó el gobierno de Betancourt, de acuerdo a estadísticas del Banco Central de Venezuela, el país había crecido significativamente en lo económico, con una tasa de 6,56% promedio interanual. Igualmente, la matrícula escolar que en 1958 era de 850 mil estudiantes, pasó a 1.6 millones para el año 1963, lo que para la época significaba más del 90% de cobertura. 

Betancourt finalizó importantes obras que se habían comenzado en el período de Pérez Jiménez, tales como el puente sobre el Lago de Maracaibo; el Distribuidor El Pulpo en Caracas; y el Parque del Este, inaugurado en 1961. Por otra parte, se comenzó la construcción de la Represa del Guri y del Puente de Angostura sobre el río Orinoco. 

En el año 1961 el Congreso de la República aprueba la nueva constitución, que derogaba la de Pérez Jiménez del año 1953 y es la que mayor duración ha existido en la historia, ya que fue sustituida en 1999 por la carta magna actual. En sus 38 años de vigencia sólo tuvo dos leves enmiendas, una durante el gobierno de Rafael Caldera (1973) y otra en el período de Luis Herrera Campins (1983). 

Vida privada de Rómulo 

Rómulo se casa en octubre de 1934 con Florinda María del Carmen Valverde. Ella era costarricense, de profesión maestra, quien había estudiado en México. De esta unión, en abril de 1935, nacería su única hija llamada Virginia como la madre de Rómulo. Según cuentan, Carmen Valverde, quien murió en Caracas en 1970, era una mujer muy bella, paciente, amorosa y leal, que mucho apoyó a todos los exiliados en Costa Rica. 

Sobre esta relación de Betancourt se conoce fundamentalmente a través del libro de su hija, titulado “Vida en Familia (1890-1958)”. Virginia Betancourt fue una mujer muy activa intelectualmente en Venezuela y, entre varias de sus importantes obras culturales, está la creación del Banco del Libro en el año 1961. Virginia cuenta muchas anécdotas de su padre durante los tiempos del exilio en Chile (1940-1941) y en La Habana (1949-1952).

Narra Virginia que, a pesar de que su padre era un hombre hogareño y preocupado por su familia, al llegar a Chile se dejó tentar por los encantos de las chilenas y tuvo algunos romances. En una oportunidad, Virginia, que en esa época no contaba más de seis años, declaró haberse tragado una aguja para que el padre regresara a casa. Cuando le dijeron que el “tío Chicho” quien era Salvador Allende, iba a mandar una ambulancia, tuvo que decir que era mentira. 

Según Eduardo Mayobre, un testigo presencial,  Rómulo Betancourt fue muy buen amigo de Salvador Allende, incluso trabajaban juntos y vivían en el mismo edificio. En esa época Allende era Ministro de Salud y con frecuencia recorrían juntos el país. Y a pesar de que las posturas políticas de ambos se fueron distanciando, nunca afectó el respeto y el afecto que se profesaban. 

Refiere Virginia que su padre se emocionaba fácilmente y tanto podía reír como llorar. Le gustaba leer ensayos de política e historia así como las novelas de autores hispanoamericanos y franceses. También para relajarse leía a Agatha Christie y en todas las casas donde iban a vivir reservaba un espacio para el trabajo, con una mesa y una máquina de escribir, y muchos libros y periódicos. La privacidad de su hogar era sagrada y no celebraba encuentros políticos en él. 

Rómulo, al parecer, no era muy amigo de las fiestas, detestaba las conversaciones intrascendentes y evadía a los típicos personajes pendientes de la oportunidad para alabar y solicitar favores, así como a los borrachos. Por eso, cuando acudía a compromisos ineludibles, incluso siendo Presidente, le decía a Virginia: “negrita, siéntate conmigo para hablar tonterías” y así espantaba a los que intentaban a acercarse. 

También refiere Virginia que Rómulo no era muy amante de los aviones y que no tenía la más leve idea sobre mecánica ni cómo funcionaban los aparatos. Disfrutaba de la playa y de las caminatas sin rumbo por las ciudades, le encantaba manejar por la carretera, y se iba parando en las ventas de cachapas, empanadas y chicharrones, donde conversaba con las vendedoras y las reconocía por su nombre. 

Finalizando el mandato de Rómulo en 1964, luego de 30 años de matrimonio, se separó de Carmen y se volvió a casar en Berna (Suiza) con la brillante venezolana doctora en psiquiatría Renée Hartman Viso, con quien tenía relaciones desde años antes. A través de ella se conocen muchos episodios de la vida de Betancourt, y montones de anécdotas, ya que escribió varios libros, entre ellos uno titulado “Rómulo y yo”. 

Renée también fue activista política en sus años de estudiantes en la U.C.V. Perteneció a la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) y al Partido Democrático Nacional (PDN) pero nunca había conocido a Rómulo Betancourt en persona. Ella y su esposo, que también era médico, hacen el postgrado en Estados Unidos y regresan a Venezuela en 1950 durante la dictadura de Pérez Jiménez. Entonces Renée, con diferentes nombres falsos, milita activamente, hasta que cae presa y luego es expulsada a Portugal, habiéndose ya divorciado.

Posteriormente ella se va a vivir a Nueva York y es allí donde conoce a Rómulo en una reunión de exiliados en el año 1957, a partir de la cual se inicia el romance y comienzan a verse en secreto. Renée participa en la campaña electoral de Rómulo y así se ven en los hoteles cuando están de gira, pero una vez que él gana la presidencia deben alejarse ya que la esposa sería la primera dama y no estaban bien vistos los amores furtivos de los presidentes. 

Una vez concluido el período presidencial, Rómulo se divorcia de Carmen y se une en matrimonio a Renée en el año 1967, cuando ella tenía 47 años y él 59. Viven en Suiza durante varios años y regresan a Venezuela en 1972, desde donde visitaban todos los años la ciudad de Nueva York, para descansar y dedicarse a escribir. Y sucedió que, en el viaje de 1981, Rómulo sufre un derrame cerebral y muere el 28 de septiembre en el Doctor´s Hospital de Nueva York con 73 años. 

El cuerpo del llamado “Padre de la Democracia Venezolana” por algunos historiadores es repatriado y velado en la Casa de Acción Democrática de El Paraíso. Su féretro fue cargado en hombros desde el centro de Caracas hasta el hasta el Cementerio del Este de la Guairita, donde sus restos reposan en la misma tumba donde luego fueron enterrados los de Renée, quien falleció el 16 de enero de 1991. 

Referencias:

Betancourt, V. (2007). Vida en Familia (1890–1958). Caracas, Venezuela: Fundación para la Cultura Urbana.

Geni. (2018, 25 marzo). Renée Hartmann Viso. https://www.geni.com/people/Ren%C3%A9e-Hartmann-Viso/6000000011526906846

Hartmann, R. (1984). Rómulo y yo: instantes de la democracia venezolana. Caracas, Venezuela: Ediciones Grijalbo.

Mayobre, E. (2011, 14 agosto). Allende y Betancourt. https://www.analitica.com/opinion/opinion-nacional/allende-y-betancourt/

Sánchez, A. (2019, 29 junio). Renée Hartmann. https://www.elnacional.com/papel-literario/renee-hartmann_286863

Sant Roz, J. (2009). El Procónsul Rómulo Betancourt: memorias de la degeneración de un país. Caracas, Venezuela: Monte Ávila Editores Latinoamericana.

Suniaga, F. (2018, 5 agosto). El atentado a Rómulo Betancourt. https://prodavinci.com/el-atentado-a-romulo-betancourt/




jueves, 11 de marzo de 2021

Eleazar López Contreras: venezolanos que cambiaron la historia

 



Venezolanos que cambiaron la Historia el el slglo XX: Eleazar López Contreras
Eleazar López Contreras 

Eleazar López contreras es el primer mandatario de Venezuela luego de la larga dictadura de Juan Vicente Gómez. A pesar de que no fue electo democráticamente y su gobierno siguió perteneciendo a la denominada hegemonía andina, no es menos cierto que durante su gestión se comenzaron a levantar los cimientos de una nueva Venezuela, a través de las leyes y las instituciones que fueron creadas durante su período presidencial.

Calma y cordura

Cuenta la historia que Eleazar López Contreras estuvo al lado del Benemérito hasta sus últimos momentos del 17 de diciembre de 1935 y que por éste fue bendecido; cuando quisieron apartar al futuro presidente del lecho del moribundo, Gómez afirmó que Eleazar era para él como un hijo más.

Al otro día, el Congreso, respaldado por la cúpula militar y pasando por encima de los allegados de Gómez que aspiraban al poder, se apura para nombrar a López Contreras como Presidente Encargado hasta el 19 de abril de 1936, fecha en que terminaba el período del dictador. El nuevo magistrado, al ser Ministro de Guerra y Marina, era el más idóneo para garantizar la estabilidad del país.

El mismo 18 de diciembre, López Contreras, inaugura la tónica de las cadenas y se dirige al país a través de la radio. Lo hace a las 6 de la tarde, desde Las Delicias de Maracay donde se velaba al difunto y, con su peculiar tono de voz que le valió el apodo de “el ronquito”, estrena su lema de gobierno: calma y cordura.

Pero en aquellos momentos, que el pueblo mantuviera la calma luego de 27 años de persecuciones, vejámenes y torturas, era un objetivo harto difícil de lograr: la gente sale enardecida a saquear las casas de los gomecistas más comprometidos, y se dirige a la cárceles de la dictadura al grito de ¡murió el bagre!, presagiando unas navidades que fueron marcadamente turbulentas.

Uno de los hechos más sonados fue la muerte de Eustoquio Gómez, primo de Juan Vicente, que aspiraba al poder. El 21 de diciembre entra a la Gobernación del Distrito Federal y en un forcejeo, bajo circunstancias no muy claras, es ajusticiado. Eustoquio era un personaje muy odiado, ya que sus métodos de tortura superaban ampliamente a todo lo conocido; así, el pueblo festejó con gran regocijo su desaparición, y también que le quemaran el carro.

Entre otros antecedentes, Eustoquio tenía en su haber que, en 1907, había asesinado a Luis Mata Illas, Gobernador del Caracas, en un bar de Puente Hierro, por lo que fue condenado a 15 años de cárcel en La Rotunda. Pero en 1908 había sido liberado al asumir Gómez y, con el nombre falso de Evaristo Prato, va a ejercer primero como Jefe del Castillo de San Carlos y más tarde como Presidente del estado Táchira.  

Pasaron algunos meses para que las cosas volvieran a su cauce y la rabia se fuera disolviendo en la cotidianidad, con la esperanza de que el nuevo mandatario enrumbara al país y se pudiera respirar un aire distinto.

Quién fue López Contreras

López Contreras nació el 5 de mayo de 1883 en Queniquea, un pueblito del estado Táchira que para la época ni siquiera contaba con una escuela, por lo cual Eleazar estudió en el colegio El Sagrado Corazón de la Grita. Allí se graduó  de Bachiller en Filosofía y Letras pero pronto, contando con apenas 16 años, cuando la Revolución Liberal Restauradora de Cipriano Castro se le atraviesa, se une a su ejército.

De esta manera, López Contreras fue parte de los andinos que entraron triunfantes el 22 de octubre de 1899 a Caracas. Posteriormente, manteniéndose siempre fiel a la causa, desarrolló una brillante carrera militar que lo condujo al cargo de Ministro de Guerra y Marina en 1931, y que posteriormente lo catapulta hasta convertirse en el nuevo Presidente de los Estados Unidos de Venezuela.

Luego de estar encargado de la magistratura hasta abril de 1936, es ratificado por el Congreso para un período de siete años, que se convierten en cinco con la nueva Constitución promulgada el 16 de julio de 1936, la cual no permitía la reelección inmediata.

Quienes conocieron a López Contreras cuentan que era un hombre elegante y distinguido. Extremadamente delgado y muy alto, tenía la peculiaridad de poseer un cuello especialmente largo que, según dicen, se debía a que tenía una vértebra adicional a lo normal.

Seguramente resultaba encantador para las féminas. Prueba de ello es que se casó tres veces, y la última vez con una joven a la que aventajaba en 30 años de edad. En total tuvo ocho hijos, seis del primer matrimonio (cuadro hembras y dos varones) y dos hijas del último, aunque al parecer también existió otra hija que nació cuando López Contreras era muy joven.

Y sucedió que siendo Jefe de la Guarnición de Caracas, el propio López Contreras se vio en la obligación de detener a uno de sus hijos, llamado Eleazar López Wolkmar, que en los eventos de 1928 se sublevó junto a un grupo de cadetes.

El joven es enviado a La Rotunda, donde estuvo durante un año, muriendo luego en 1937 ya que los maltratos de las cárceles de Gómez dejaban huellas indelebles. Dicen que el dictador le ofreció la  libertad al poco tiempo de estar preso, pero Eleazar hijo se negó en solidaridad con sus compañeros.

Luego de un período de gobierno que marcó el comienzo de una nueva Venezuela, al terminar su magistratura en 1941 Eleazar López Contreras siguió muy activo en la vida política del país y sufrió los avatares de la misma. Estuvo enfrentado especialmente con Rómulo Betancourt, por sus ideologías diametralmente opuestas, pero en su debido momento supieron limar las asperezas.

López Contreras tuvo larga vida y falleció en Caracas durante el primer gobierno de Rafael Caldera, cuando estaba por cumplir los 90 años. Desde 1961 contaba con el cargo de Senador Vitalicio, ya que según la Constitución promulgada en enero de este mismo año le correspondía por haber sido Presidente de la República.

Su última residencia en Caracas estuvo en la Avenida Mohedano de La Castellana, entre la Primera y Segunda Transversal, en la casa que actualmente es la sede de la Embajada de España.

Gobierno de López Contreras

Apenas López Contreras asume el poder, libera a los presos políticos y vuelven los exiliados. El 2 de enero de 1936, justamente en la misma fecha que moriría 37 años más tarde, “como símbolo de la unificación nacional”, decreta la demolición de La Rotunda y la construcción de la Plaza de la Concordia en su lugar.  Al mes siguiente, da a conocer su “Programa de Febrero”, con un diagnóstico de la terrible situación del país, así como de las políticas sociales y económicas para enfrentarla.

El gabinete de López Contreras, a lo largo de sus cinco años de gobierno, estuvo formado por talentos destacados de diferentes tendencias, entre ellos:

  • Pedro Tinoco: Ministro de Relaciones Interiores (1935-1936).
  • Alberto Adriani: Ministro de Hacienda y de Agricultura (1936).
  •  Rómulo Gallegos: Ministro de Educación (1936).
  • Arturo Uslar Pietri: Ministro de Educación (1936-1941).
  • José Rafael Pocaterra: Ministro de Comunicaciones (1939-1941).
  •  Isaías Medina Angarita: Ministro de Guerra y Marina (1936-1941).
  • Diógenes Escalante: Ministro de Relaciones Interiores (1936) y Secretario de la Presidencia (1936-1939).

Del mismo modo, durante su mandato se crearon diversas leyes e instituciones que influyeron de manera importante para que Venezuela se convirtiera en una nación moderna, como es el caso de:

  • Primera Ley del Trabajo de Venezuela (1936), redactada principalmente por Rafael Caldera.
  •  Ley del Seguro Social Obligatorio (1936).
  • Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (1936).
  • Ley de Defensa contra el Paludismo y Dirección de Malariología (1936).
  •  Guardia Nacional (1937).
  •  Instituto Pedagógico de Caracas (1937).
  • Cuerpo de Bomberos de Caracas (1937).
  • Sede actual del Museo de Bellas Artes de Caracas en la Plaza de los Museos (1938).
  • Primera Ley de Educación de  Venezuela (1940) redactada por el Ministerio de Educación siendo Arturo Uslar Pietri ministro, que se conoce como la Ley Uslar.
  • Banco Central de Venezuela (1940).
  • Sede actual del Museo de Ciencias en  la Plaza de los Museos (1940).

Pero, a pesar de los avances, la presidencia de López Contreras siguió arrastrando viejos esquemas de los tiempos de Gómez, lo cual se observa en la Constitución de 1936 promulgada durante su gobierno, donde ente otros detalles se lee que: a) se prohíben las “actividades comunistas y anarquistas”; b) el Estado tiene la potestad de aplicar el exilio como condena; c) se ratifica el sistema electoral de tercer grado para presidente y de segundo grado para los diputados; d) únicamente los varones mayores de 21 años, que además sepan leer y escribir, pueden votar.

Por otra parte, esta Constitución era de corte federal, al establecer que: “El gobierno de los Estados Unidos de Venezuela y de cada uno de los Estados de la Unión es y será siempre republicano, federal, democrático, electivo, representativo, responsable y alternativo”.

Las elecciones de segundo y tercer grado consistían en que se votaba por los representantes a las municipalidades, quienes luego elegían a los diputados y posteriormente éstos al Presidente de la República. Al no poder votar las mujeres ya se estaba obviando la opinión de la mitad del país y, adicionalmente, solo aproximadamente el 30% de la población estaba alfabetizada.

Un evento especialmente recordado del gobierno de Eleazar López Contreras fue lo sucedido con los barcos Caribia y Koenigstein, llamados barcos de la esperanza, donde venían 251 judíos huyendo del nazismo. Luego de ser rechazado el desembarco por Barbados, Trinidad y la Guayana Inglesa, lo único que les quedaba era volver a Europa y sufrir los rigores de los campos de concentración, o lanzarse al océano.  

Como última opción, las embarcaciones  se acercaron a las costas de Venezuela, lo cual sucedió en febrero de 1939, y aquí sus pasajeros fueron bien recibidos, hospedados y alimentados por orden expresa del presidente, para luego integrarse a la comunidad judía que ya vivía en el país.

Según algunos documentos, al terminar su período en 1941, López Contreras se inclinaba por dejar como sucesor a Diógenes Escalante, pero este último no era militar y el Alto Mando determinó que le sucediera el que había sido Ministro de Guerra y Marina hasta antes de la transmisión de mando. Por tal razón, el Congreso elige a Isaías Medina Angarita como nuevo presidente.

Cuando este último es depuesto mediante el golpe de Estado del 18 de octubre de 1945, López Contreras es detenido y luego expulsado del país, además de confiscársele sus bienes. Se exilia en Estados Unidos y regresa en el año 1951, durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, a pesar de que éste había sido causante de su destierro por estar al frente del golpe a Isaías Medina Angarita.

A su muerte, acaecida el 2 de enero de 1974, recibió todos los honores y sus restos fueron sepultados en el Cementerio del Este de La Guairita.

No cabe duda de que Eleazar López Contreras fue uno de los hombres clave del siglo XX. A pesar de haber sido partidario de Juan Vicente Gómez durante toda su vida, supo dar un rumbo diferente a la política. Por otra parte, su trayectoria intachable y su ascendencia en las Fuerzas Armadas, impidieron que elementos nefastos como Eustoquio Gómez siguieran sometiendo el país a la barbarie.  

Referencias:

Caldera, R. (1973, 4 enero). Eleazar López Contreras: Lindero y puente entre dos épocas. https://www.rafaelcaldera.com/las-exequias-lopez-contreras-1973/

Otálvora, E. (1993). Eustoquio Gómez. http://www.geocities.ws/otalvora/libros/eustoq/cap2eus.htm

Padrón, R. (2017, diciembre). Del gendarme al prestigio moral necesario: La transición en el gobierno de Eleazar López Contreras. http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-94962017000200008.

Peralta, J. (2018a, noviembre 5). López Contreras estrenó las cadenas oficiales de radio. https://correodelara.com/http-bit-ly-2oozcny/

Peralta, J. (2018b, diciembre 13). Cronicario | La muerte de Gómez en 1935 dio una Navidad distinta a López Contreras. https://www.globovision.com/article/cronicario-la-muerte-de-gomez-en-1935-dio-una-navidad-distinta-a-lopez-contreras

Vegas, F. (2017, 14 noviembre). Un héroe de la transición. https://prodavinci.com/un-heroe-de-la-transicion/


jueves, 14 de enero de 2021

José Antonio Páez: el caudillo más carismático de la historia

 


Aunque mucho se ha escrito reconociendo la gran importancia histórica del Centauro de los Llanos, también apodado Catire, Taita, o Ciudadano Esclarecido, entre varios otros, hay algunos autores que tratan de opacar su prestigio tildándolo de traidor, obviando que existieron causas determinantes, las cuales condujeron al desencadenamiento de los hechos que desembocaron en La Cosiata.

Páez es el representante más fiel del caudillismo venezolano y uno de los hombres que preponderantemente ha marcado la historia, ya que con él nació Venezuela como país. Fue presidente tres veces entre los años 1830 y 1863 y manejó todos los hilos políticos de la República durante muchos años.

Su autobiografía y lo que cuentan sus biógrafos testifican que, a pesar de que se le pueden hacer muchas críticas, Páez es uno de los políticos más auténticos y carismáticos que ha tenido Venezuela.

Un llanero recio

José Antonio nació el 13 de junio de 1790 en una casa muy precaria ubicada a orillas del río Curpa en el estado Portuguesa. Fue hijo de una familia numerosa de origen canario y recibió una educación bastante elemental. Por esas cosas del destino, un buen día, cuando ya tenía 17 años, mató a un hombre en defensa propia y tuvo que huir de su casa, colocándose como peón en el Hato de La Calzada.

Allí se encontró con el zambo Manuelote, un capataz que acostumbraba a humillarlo y someterlo a duras pruebas, y supo lo que es pasar trabajo. Pero esta ruda experiencia fue fundamental para su futuro; se convirtió en el gran aprendizaje de su vida y lo llevó a ser, junto a Bolívar, el hombre de mayor trascendencia en la Guerra de Independencia.

De lo que cuenta en su autobiografía se desprende que Páez siempre fue respetuoso y humilde, al tiempo que muy alegre y bullanguero; en los ratos de ocio acostumbraba a tocar el cuatro, cantar y bailar, por lo que ganó gran popularidad entre los peones del hato donde servía,  así como de todos los aledaños.

En La Calzada se hizo un maestro domando potros salvajes, se convirtió en un gran jinete, y perdió el miedo a atravesar las corrientes peligrosas de los ríos llenos de caimanes y pirañas. De esta época proviene el apodo de Catire, ya que, aunque era de tez morena, su color de piel contrastaba con la del resto de los trabajadores.

Por su valentía y destreza llegó a ser capataz de otra de las haciendas del dueño de aquellas tierras y también Jefe de los Jinetes del Llano que se encargaban de proteger a los hatos de Barinas. Los años de 1809 a 1811 fueron de gran importancia para su vida ya que se casa con Dominga Ortiz, dama de familia adinerada, y adicionalmente es llamado a ocupar el cargo de soldado de caballería al servicio de la causa republicana.

Páez había desarrollado una impresionante fortaleza física que, aunada a sus dotes naturales de inteligencia y audacia, lo convertían en un llanero recio y temible.

Héroe de batallas

José Antonio Páez logra formar un gran ejército que lo admira y lo sigue fielmente, y se hace famoso por las muchas batallas ganadas. Como todo caudillo llanero es amable y cercano con su tropa, al tiempo que reconocido por su magnanimidad con los prisioneros de guerra, lo que hace que muchos de ellos se conviertan en partidarios.

Bolívar viaja hasta el hato Cañafístula a comienzos de 1818, se reúne con Páez para pedirle que lo acepte como jefe y, a partir de ese momento, el Centauro de los Llanos se torna en figura central del movimiento independentista. Sus hombres eran expertos en el manejo de la lanza y la pelea cuerpo a cuerpo, además de los mejores y más osados jinetes.

La participación de Páez y sus lanceros es decisoria el 24 de junio de 1821 en la Batalla de Carabobo, ya que toman la delantera sorprendiendo a los contrarios para, finalmente, cuando se les acaban las municiones a los enemigos, rematarlos con las armas blancas. Por su valentía sin par, Bolívar honra a Páez, reconociéndolo como el gran héroe de la contienda y nombrándolo General en Jefe de los ejércitos.

Pero hay otra hazaña del llanero más sorprendente aún con la toma del Castillo de Puerto Cabello, último reducto de los realistas. El 8 de noviembre de 1823 José Antonio y su ejército nadan durante la noche en las aguas llenas de lodo que rodean a la fortaleza y los toman por sorpresa, lo que produce la rendición definitiva de las tropas leales a la corona.

Durante todos estos años Páez aprovecha para comprar muchas haciendas, que eran expropiadas a los realistas, y se convierte en un gran terrateniente al igual que una gran mayoría de los patriotas. Este hecho sirvió de bandera para los liberales y la Revolución Federal encabezada por Ezequiel Zamora que, entre los años de 1859 y 1863, sublevaron a los campesinos en pro del reparto de tierras, aunque todo terminó siendo una farsa.

Cuentos de a caballo  

Existen muchas anécdotas sobre la vida del catire.

Cuentan que un día liberó, él solo con su caballo, a ciento quince patriotas prisioneros de los realistas: se presentó en la prisión agarrando por sorpresa a los carceleros y gritando “¡Adelante!”, como si un gran regimiento lo siguiera, hizo huir despavoridos a todos los guardias.

También dicen que acostumbraba a fingir voces diferentes, simulando estar acompañado de muchos hombres, y que amarraba cueros de vacas a las colas de varios caballos, para que creyeran que un grupo de jinetes lo acompañaba. Todas estas tretas lo salvaron más de una vez de ser atacado.

Una de sus más famosas historias es la que cuenta el mismo José Antonio en su autobiografía, de la época en que ya era presidente, la cual se refiere al encuentro con uno de los más temibles bandoleros realistas que, desde los Valles del Tuy donde tenía su refugio, azotaba a Caracas y sus alrededores.

Páez se dirige a la montaña donde Cisneros estaba atrincherado con sus hombres y manda a un emisario para anunciarse, a lo que el guerrillero responde que lo recibirá como se merece. Sube el Presidente y se encuentra a 200 hombres armados hasta los dientes con carabinas y machetes.

Cisneros increpa a Páez y le pregunta que cómo se atreve a llegar hasta allí, a lo que éste contesta que quiere pactar la paz, pero Cisneros en tono de burla le dice que ordene algunas maniobras a sus hombres para comprobar su habilidad. En un momento todos apuntan sus armas contra Páez que, al verse perdido, comienza a dirigir su propio fusilamiento.

Ante la valentía de José Antonio, Cisneros manda a parar a sus bandoleros y le dice al presidente que lo ha vencido y que le será fiel para toda la vida. Respecto a esta anécdota, los biógrafos cuentan que luego Páez cedió algunas tierras a Cisneros para que las cultivara, y terminó bautizándole un hijo, por lo que llegaron a ser compadres.

El poder

Habían pasado más de seis años desde que la Ley Fundamental de la República Colombia del 12 de diciembre de 1819 decretara la consolidación de una gran nación formada por los departamentos de Cundinamarca, Quito y Venezuela. Un año más tarde, en agosto de 1821, había sido sancionada la nueva Constitución donde se establecía que Bogotá era la capital. Como Vicepresidente, que para el caso era el mandaba porque Bolívar siempre estaba en campaña, fue escogido el neogranadino Francisco de Paula Santander.

Ya esto no gustó mucho en Venezuela, además de que el poder estaba totalmente centralizado y no se podía tomar ninguna decisión en los departamentos, sino esperar por las instrucciones para cualquier detalle, ya estuviera relacionado con la Ley o con asuntos económicos. Páez había sido nombrado Jefe Militar de nuestro departamento y existía también la figura de un Intendente, que fueron varios en un período relativamente corto.

 Por otra parte, según cuenta la historia, Francisco de Paula Santander no era muy pro venezolano que se diga y, a juzgar por acontecimientos que posteriormente sucedieron, tampoco quería al Libertador. Pero lo que desencadenó la tormenta, que se llamó La Cosiata por una obra de teatro que se exhibía en Valencia, fue que Páez actuó inconsultamente en cierta situación y, al ser llamado a Bogotá a declarar, a lo cual se negó, fue relevado de su cargo.

Ante esta circunstancia se reúne la Municipalidad de Valencia el día 30 de abril de 1826 y ratifica a Páez en sus funciones, lo que posteriormente es secundado por Caracas el 5 de mayo, proclamando al caudillo como Jefe Civil y Militar del Departamento de Venezuela. Esto hace que Bolívar venga al país en 1827 y ratifique a Páez, pasando por encima de las decisiones de Bogotá, donde por cierto las cosas tampoco estaban muy bien y se enfrentaban los partidarios del federalismo con los del centralismo.

Posteriormente, en el año 1829 un Congreso reunido en Caracas, específicamente en el convento de San Francisco, desconoce a Bolívar y nombra a Páez como presidente encargado. En 1830 una Asamblea Constituyente proclama la nueva Constitución de la República de Venezuela, y en 1831 Páez es elegido por el Congreso como Presidente Constitucional, cargo que ejercerá hasta 1835. 

Páez, en su autobiografía, refiere que la Gran Nación se había convertido en una especie de monstruo ingobernable, existiendo una gran incoherencia, muchas contradicciones y falta de claridad en las políticas. También dice que la separación era algo inevitable y que nunca fue procurada por él, sino que por circunstancias le tocó liderarla. Según concuerdan muchos historiadores, el proyecto de Colombia fue una idea grandiosa, más bien un sueño, muy difícil de concretar.   

Aspectos resaltantes de la Constitución de 1830, que fundó la Cuarta República, fueron:

  • En contraposición al gobierno centralista de la Constitución anterior, el nuevo régimen era central-federal, lo que permitía la toma de algunas decisiones políticas y económicas a las provincias.
  • Existían tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Los períodos presidenciales eran de cuatro años y no se permitía la reelección inmediata.
  • No se determinó ningún culto oficial, lo que molestó a la Iglesia Católica, y se abolieron las prerrogativas de las que gozaban el clero y los militares, llevándolos a la condición de ciudadanos comunes.
  • Para ser considerado ciudadano era necesario saber leer y escribir, además de tener propiedades o ser profesional, lo cual ya era parte de la Constitución de Cúcuta y se basaba en el Discurso de Angostura de Bolívar (15 de febrero de 1819).

Páez fue Presidente Constitucional en los períodos 1831-1835 y 1839-1843, y dictador entre los años de 1861 y 1863. Durante una larga etapa, desde su nombramiento como presidente por primera vez,  hasta 1847 en el que cometió la falla política más grave de su vida, tuvo un gran poder y ascendencia sobre los presidentes cuando él no estaba mandando. A partir de 1848  perdió el control del país, pero volvió en 1861 y gobernó por tres años. Desde La Cosiata hasta 1863,  su carrera como político prominente abarca un período de 37 años.

Los primeros gobiernos de Páez se caracterizaron por traer grandes avances sociales y económicos al país, lo cual está respaldado por estadísticas, y el mayor error que se le achaca es haberse rodeado de las élites y mandar con ellas, a consecuencia de que éstas supieron encantarlo, adulándolo y rindiéndole honores y pleitesía.

Vida Privada

En 1821 Páez se separa de su esposa Dominga Ortiz, aunque el matrimonio nunca pudo ser disuelto legalmente por no existir el divorcio, y se une a Bárbara Nieves, dama muy culta que lo inicia en la lectura de autores clásicos y le despierta el gusto por el teatro, la pintura y todas las artes, al tiempo que lo estimula para que aprenda idiomas. Barbarita será el gran amor en la vida del Centauro de los Llanos.

En Caracas fijan residencia en una casa hermosa, especie de palacio,  llamada La Viñeta. Estaba ubicada en la Esquina del Mamey donde hoy se encuentra el Grupo Escolar Francisco Pimentel, pero ya no es la misma estructura porque fue demolida. Aquí se organizaban grandes fiestas y veladas donde Barbarita y las hijas cantaban y bailaban, de modo que La Viñeta era el lugar donde se concentraba la alta sociedad de Caracas, a pesar de que secretamente criticaban al Presidente por sus maneras toscas y vivir con una amante.

Cuentan que La Viñeta tenía los jardines más espectaculares de Caracas y allí se podía admirar la más variada gama de flores: violetas, jazmines, novios, magnolias y rosas, entre otras, además de muchas matas de mango y diferentes especies de árboles exóticos. El jardinero, por cierto, había sido un guerrillero que estuvo a punto de matar a Páez, pero luego confesó que su pistola no tenía municiones y el Presidente lo adoptó.

Los biógrafos de José Antonio refieren que tuvo nueve hijos, aunque podrían ser más. Cuatro con Dominga: Manuel Antonio, María Antonia, María del Rosario y Hermenegildo. Cuatro con Barbarita: Úrsula, Juana, Sabas Antonio y Sofía. Y uno con una señora colombiana, al que no reconoció, que fue pintor y se llamó Ramón Ricaurte. De este último descendiente así como de su madre no se conoce mucho, e incluso pocos lo mencionan.

Hay documentos que atestiguan que Páez ingresó en la masonería a raíz de su contacto con los ingleses que participaron a favor de la Guerra de Independencia, y al parecer logró obtener un alto rango en la logia a la que pertenecía. Igualmente, hay cronistas que refieren su afición por las peleas de gallos y los toros coleados, lo que en algunas oportunidades le trajo censuras de la Ley por falta de permisos, a lo cual se sometió aún siendo el presidente.  

Según el Doctor Lisandro Alvarado, Páez era obsesivo a consecuencia de una enfermedad hereditaria. Este autor hace referencia a Arístides Rojas, quien conoció a la familia Páez muy de cerca porque estudió con sus hijos, y cuenta que de pequeño fue mordido por una serpiente venenosa, lo que agravó su tendencia hacia la neurosis.  

Una de sus principales manías era el pescado, no pudiendo ingerirlo ya que imaginaba que esta carne se convertiría en un ofidio una vez que llegara a su estómago. También sufría de ataques de epilepsia cuando algo perturbaba su sistema nervioso, por ejemplo al ver una culebra, lo cual hacía que se cayera del caballo.

El mismo Centauro ratifica su trastorno en sus memorias cuando narra que, en las contiendas, al sentir los primeros tiros de los adversarios, caía en una especie de trance y luego enloquecía, de manera que sus compañeros de armas tenían que agarrarlo para impedir que se lanzara impulsivamente contra el enemigo.

Un error imperdonable

En 1840 se funda el partido Liberal, siendo una de sus principales figuras el caraqueño Antonio Leocadio Guzmán, que es otro de los personajes típicos y más interesantes de nuestra historia. Antonio Leocadio fue hijo de un español realista y padre de Antonio Guzmán Blanco, quien más tarde marcará otros largos años en el devenir histórico de Venezuela. Desde su periódico El Venezolano, Antonio Leocadio se dedicó a desprestigiar a Páez y sus seguidores, ocasionándoles gran daño.

Para las elecciones de 1847 Páez apoya a José Tadeo Monagas, un caudillo de los llanos, en este caso de los llanos orientales, prócer destacado de la guerra de independencia y otro de los principales hombres de Bolívar. José Tadeo se había levantado en armas dos veces contra Páez en su primer gobierno y había sido amnistiado, por lo que no debería de haber sido el candidato.

Sin embargo, como cuenta José Antonio en sus memorias, quien para 1847 era Jefe de los Ejércitos, apoyarlo era una forma de comprometerlo con la República y así evitar que siguiera constituyendo un peligro. Por otra parte, los conservadores no tenían un candidato fuerte y dentro del panorama político José Tadeo era el que podía garantizar la estabilidad.

Pero sucede que, apenas José Tadeo toma el poder en 1848, se adhiere a los liberales convirtiéndose en líder de este partido,  y además cesa a Páez de sus funciones, por lo que éste último se subleva, siendo luego apresado y humillado públicamente por las calles de Valencia y de Caracas. Le colocan unos grillos y lo pasean en medio de los más terribles insultos orquestados por los seguidores de José Tadeo.

Posteriormente el insigne llanero es enviado al Castillo de San Antonio en Cumaná, donde se le encierra en una celda húmeda sin oxígeno. Narra en su autobiografía que la falta de aire lo obligaba a acostarse en el suelo para respirar por debajo de la puerta, que no podía recibir cartas de su familia, y que su único ejercicio consistía en bailar cuando uno de los guardias tocaba la guitarra.

Para esta fecha ya Barbarita había fallecido. Su esposa Dominga Ortiz intercede para que le cambien la cárcel por el exilio y el 23 de mayo de 1850 es sacado del castillo, el cual es rodeado por una multitud que esta vez lo ovaciona, y de una vez embarcado en un buque que lo espera en el puerto de Cumaná para ser enviado a Saint Thomas. Desde esta isla luego viaja a Nueva York para ser recibido con honores.

Mientras tanto los Monagas, entre José Tadeo y José Gregorio turnándose en el poder,  implantan una dinastía que durará hasta 1858:

·         José Tadeo Monagas: 1848-1851

·         José Gregorio Monagas: 1851-1855

·         José Tadeo Monagas: 1855-1858 (no terminó el mandato).

Del período de José Gregorio Monagas es el decreto que otorga la libertad a los esclavos el 24 de marzo de 1854.  Esto fue muy bien acogido por las familias adineradas y los latifundistas, porque tener esclavos ya no era negocio. Resultaba muy costoso mantenerlos en relación a lo que producían, siendo más conveniente liberarlos y luego contratarlos como peones, o bajo la figura de personal para el servicio doméstico.

En el año 1857, bajo la segunda presidencia de José Tadeo, se sanciona una nueva Constitución que alarga el período presidencial a seis años y permite la reelección inmediata, lo cual evidenció la intención de José Tadeo de permanecer en el poder junto a sus familiares.

Adicionalmente, José Tadeo había secuestrado al parlamento y lo utilizaba según sus propios intereses y, por otra parte, la deuda externa había subido desmesuradamente al tiempo que había manejos dolosos de los dineros de la Nación y grandes corruptelas que involucraban a gran parte de los ministros, así como a otros actores ubicados en cargos importantes.  

Esta situación produce una alianza entre conservadores y liberales para dar un golpe de Estado ante el excesivo personalismo y desastres del gobierno. Así, se alza de Julián Castro con la Revolución de Marzo, lo que obliga a José Tadeo a refugiarse en la delegación francesa en Caracas y renunciar, mientras que José Gregorio es apresado y enviado al Castillo de San Carlos en el estado Zulia, donde al poco tiempo muere de cáncer.

Tiempos difíciles

A partir de la caída de José Tadeo en 1858, vienen quince años que son los más complicados y turbulentos de la historia después de la Independencia. Dentro de ellos se ubica  la Guerra Federal o Guerra de los Cinco Años entre 1859 y 1863, que dejó al país en la más miserable de las ruinas. Hasta 1873, cuando Antonio Guzmán Blanco asume oficialmente su primera presidencia luego del triunfo de la Revolución de Abril en 1870, el país no volverá a tener algo de estabilidad, aunque no muy duradera.

Los líderes de la Guerra Federal fueron Ezequiel Zamora, Juan Crisóstomo Falcón, Antonio Leocadio Guzmán y Antonio Guzmán Blanco. El movimiento comienza el 20 de enero de 1859 en Coro, cuando toman por asalto el cuartel y roban todas las armas. Los campesinos se sublevan y se proclama a  Ezequiel Zamora como máximo líder y Jefe del Ejército Federal, formando un gobierno paralelo que pronto tuvo bajo su control a varias regiones del país.

Entre 1858 y 1870 se suceden nueve gobiernos, incluyendo provisorios, electos, dictadura de Páez y otros golpes de Estado. José Antonio vuelve a Venezuela en 1858, pero se va y viene otras dos veces por diferentes circunstancias. Finalmente en 1863 regresa a Nueva York de forma definitiva, después de que termina la Guerra Federal con el Tratado de Coche y Páez renuncia a su mandato como dictador.

Cuando José Tadeo Monagas es destituido en 1858 se nombra un gobierno provisional, posteriormente Julián Castro, que había sido el autor del derrocamiento, es proclamado presidente por una Asamblea Constituyente. La idea era que el nuevo gobierno se constituyera con un peso equilibrado entre conservadores y liberales, dado que ambos bandos habían formado la coalición para dar el golpe al último gobierno de los Monagas, pero no pasa así.

Sucede que Julián Castro comienza inclinándose demasiado por los conservadores y luego gira totalmente hacia los liberales, ante lo cual Páez, que había llegado en 1858 y era Ministro de Guerra y Marina, se regresa a Nueva York en 1859. Ese mismo año le dan un golpe de Estado a Julián Castro y asume temporalmente Pedro Gual, un hombre ya de edad, comprometido y leal a la Constitución y a las leyes de la República.

En 1858 se aprueba una Constitución que restituye el período de cuatro años y la no reelección inmediata. Esta carta magna tiene como avances importantes el prohibir la elección de parientes en cargos de gobierno, así como instaurar el voto directo para presidente, vicepresidente, diputados y gobernadores, lo que otorga poder a las provincias al decidir sobre sus mandatarios.  

En el año 1860 toca ir a elecciones y gana Manuel Felipe Tovar, fiel representante de los conservadores. Entonces Páez regresa ese mismo año y vuelve a ocupar su cargo de Ministro de Guerra y Marina. Pero este nuevo gobierno resulta muy débil, a pesar de todos los esfuerzos por recuperar al país no lo logra y la Guerra Federal sigue en su apogeo, por lo que todos los ministros lo abandonan, entre ellos Páez que se va de nuevo a Estados Unidos. 

Poco después, Manuel Felipe Tovar, cuando ve que las cosas se complican cada vez más, le solicita a José Antonio que regrese y lo nombra Jefe del Ejército. En  estos momentos predominaba la idea de que era necesario imponer un gobierno dictatorial, siendo Páez la persona idónea por su trayectoria y ascendencia sobre los militares.

Paz y retirada

Tovar renuncia en 1861 y otra vez toma el mando Pedro Gual de forma provisional. Finalmente Páez se decide y, a través de un coronel que le es fiel,  le da un golpe a Gual, para asumir el gobierno como Jefe Supremo Civil y Militar. A partir de esta fecha se dedica a procurar un pacto con Juan Crisóstomo Falcón, que había quedado como líder de la Guerra Federal luego de que Ezequiel Zamora muriera en 1860.

El 23 abril de 1863 Páez logra por fin un acuerdo con Falcón mediante el Tratado de Coche. Se convoca un Congreso con igual número de conservadores y federales y Páez renuncia, quedando como presidente provisional Juan Crisóstomo Falcón. Al año siguiente se promulga otra Constitución, de corte federal, con 20 estados autónomos, donde el país pasa a llamarse Estados Unidos de Venezuela y se mantienen los cuatro años de gobierno y la no reelección inmediata.

Posteriormente Falcón es electo presidente para el período 1865-1868, pero es derrocado un poco antes de concluir su período. Monagas regresa en 1868 con nuevos ímpetus y con su Revolución Azul acaba con el gobierno federal. Aunque esto no durará mucho, ya que en 1870 vuelve Antonio Guzmán Blanco con su Revolución de Abril, llamada así porque se concreta el  día 27 de ese mes, y tumba a José Tadeo para comenzar otro largo período de la historia.

José Antonio muere el 6 de mayo el 1873 en Nueva York a causa de una bronconeumonía posterior a una fuerte gripe. Luego de la firma del Tratado de Coche, Juan Crisóstomo Falcón le pide a Páez que se quede en Venezuela. Ante su negativa, le paga el pasaje de regreso prometiendo enviarle mensualmente el importe de su sueldo, pero esto duró poco tiempo por los avatares que sufrió la República.

Los que escribieron sobre esta época en la que murió Páez cuentan que era muy pobre. Remendaba su ropa y, si no hubiera sido por la caridad de algunos, su cuerpo habría ido a parar a una fosa común. En 1888, bajo la presidencia de Hermógenes López,  sus restos llegaron al país y se les rindieron todos los honores, llevándolos al Panteón Nacional.  

Este período de nuestra historia es especialmente ilustrativo para mostrar que, como alguien dijo, en Venezuela no hay cadáveres políticos hasta que no están bajo tierra,  lo cual luego siguieron demostrado los hechos.  Por otra parte, también es interesante observar cómo gobiernos del tipo de los Monagas cansaron con sus excesos hasta a sus propios partidarios y no pudieron ir más allá de una década. Claro está que también hay otros ejemplos, como es el caso de Juan Vicente Gómez, que fue dictador durante 27 años en el período 1908-1935, y su mandato se acabó porque murió a la edad de 78 años.

Referencias:

-Alvarado Lisandro (1895). Neurosis de hombres célebres de Venezuela. Prodavinci. Recuperado de  https://prodavinci.com/neurosis-de-hombres-celebres-de-venezuela/

-Arráiz Lucca, R. (2007). Venezuela: 1830 a nuestros días. Caracas: Editorial Alfa.

-Herrera Luque, F. (1991). Los Reyes de la Baraja. Caracas: Editorial Grijalbo Mondadori.

-Mendoza, A. (2014). José Antonio Páez y José Tadeo Monagas: relaciones de poder caudillista durante el período 1846-1849. Tesis para optar al grado de Doctor en Historia. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas. 


Lo conocido y lo secreto de Marcos Pérez Jiménez

Marcos Pérez Jiménez en 1952   Marcos Pérez Jiménez no escribió ninguna autobiografía, pero fueron muchas las entrevistas que concedió cuand...